Tiene su guasa que a los años le pongan nombre. Parece que
nos es por el riego, acaso por la ginebra, que en la pérfida le dicen gin, será
por ahorrar en tiempos difíciles.
Al contrario de otras culturas del Oriente, que lo tienen
predeterminado desde hace milenios, en esta del tercero les bautizan por San
Silvestre.
Tras el llamado annus horribilis, nos llegó el annus
pervesus y posteriormente el annus XXX, llamado triple equis, pero que no tiene
nada que ver con un ciclo de cine porno
si no en el que cumple lo treinta años lo de la Encarnación, tres décadas
in albis. Una tríada para no dormir.
El caso es que aun tendremos que esperar para saber cómo
llamaremos al siguiente, acaso será annus sperabilis, por ser aquel en el que
hay que esperar para que definan la situación, tanto de la excavación como las
líneas de actuación para la realización del emblemático.
Annus desesperationis de seguir asi será el que siga, con
total seguridad indicará el de la desesperación de los placeros; A continuación
llegaría el annus extrico por que llegado el momento durante el transcurso se
desenredarán todos los entuertos; annus tyranicus, puede llamarse también,
porque puede ser que acabe su tiempo lleno
de falsedades.
Demasiados años se ahn
pasado desde cuando llegaron los placeros al sukab de la provisionalidad,
lugar donde algunos creyeron que el transito duraría algo mas de los tres años
que prometieron las autoridades del momento, pero fueron muchos vendedores, en
especial los mayores, que algo se jamaron cuando auguraron aquello de que de
aquí no salimos.
¡Qué razón tenían¡ Sin duda que estos de verdad sabían latín.
Sevilla a 12 de Octubre de 2003
Francisco Rodríguez Estévez
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