miércoles, 7 de agosto de 2013


Desde 1973

 Nadie se pudo pensar que en esta situación se permaneciera tanto tiempo, nada menos que treinta y cuatro años se cumplen con semejante anacronismo en pie, y lo que es peor, que este no será el ultimo, pues se ha iniciado el tiempo de cumplir los cinco lustros de provisionalidad para batir todas las marcas.

Con el paso de los años, el arrinconado mercado provisional de la Encarnación dejó de ser una vergüenza, pues lo que avergonzaba era tener ese magnifico solar, expropiado, y de que manera, a los vendedores, para hacer en el un mercado moderno, y no haberle encontrado el modelo como una solución a su debido tiempo.
 A muchos nos avergonzaba tanto el solar del demolido mercado, como las inhóspitas chapas del degradado reservorio, lugar impropio e inadecuado, pero a muchos más la actitud indolente mostrada durante décadas, ya que de aptitud siempre es mejor no decir nada. 

Larga espera, y lo que son las cosas, son los vendedores los que al parecer por salir de debajo de esa chapas que durante tantos años padecieron, pero que les permitió seguir desarrollando su actividad laboral de servicio publico, (los mismos que aplaudieron aquello del mercado sótano), ahora abanderan esta modernidad que, para colmo de gestión, solo le reservan a menos de la mitad de los que quedaron en ese rincón insufrible. El cainismo está servido.

Triste destino el que es de presagiar para estos vendedores supervivientes, pero lo que nadie se explica es como se llega a esa situación, que no es cosa de la noche a la mañana, ni por una sola causa. Algunos, y no son pocos piensan que todo se ha debido a la mas que notable ineptitud mostrada por tanta responsabilidad de paso, mientras otros, que no son muchos, creen que fue la indolencia de los vendedores al no exigir la justa compensación por tantos años de abandono. Con lo cual, junto a la desidia de unos creció la ineficacia de los otros, para un asunto tan aparentemente fácil, como era construir un mercado municipal de abastos en el solar expropiado a los vendedores,(a fin de que este fuera totalmente municipal), con el empaque de su singularidad y tradición, donde todos los vendedores que dejaron sus puestos en el antiguo mercado, y soportaron la incuria de la pasividad pudieran recobrar una dignidad que, aunque participaron en perderla, les fue arrebatada  por decisión municipal hace justo treinta y cuatro años.

 Una deuda histórica que lastimosamente se cancela con el pequeño reducto que, a la sombra de la caprichosa vanguardia, ha negociado a la baja unos comerciantes ávidos por salir, sin tener en cuanta donde, otros intereses, les habrán metido.

Francisco Rodríguez Estévez
 Sevilla a 5 de Septiembre de 2006  (Para primero de Octubre, dia del XXXIV aniversario)


 

No hay comentarios: