Publico privado
La Encarnación, como
el rayo que no cesa, sigue revelando su misterio. Este que aparece en los
medios, como noticia, ni tan siquiera era una adivinanza.
Dice la noticia, que ya es decir que sea noticia las obligaciones de la responsabilidad municipal, que ha sido nada
menos que el propio Consistorio, es decir el gobierno municipal de nuestra
ciudad, quien se sanciona, debe de ser a si mismo.
Es decir que impone una multa económica, posiblemente cuantificada en una cantidad, al parecer simbólica de euros, y con el correspondiente apercibimiento de cierre, nada menos que a un edificio de titularidad municipal.
Es decir que impone una multa económica, posiblemente cuantificada en una cantidad, al parecer simbólica de euros, y con el correspondiente apercibimiento de cierre, nada menos que a un edificio de titularidad municipal.
Todo ello después de más de tres años, y gracias a las denuncias
continuadas de un damnificado, ya que los placeros ni siente ni padecen. Ni
huelen, los efectos que esta ventolera puede causar a su posible clientela.
Efectivamente se
trata de lo de las setas, algo que ni tuvo el visado del Colegio de Arquitecto
sito a menos de 60 de metros del lugar, y que hubiera merecido la pena haber
estado al loro, ya que al estar tan mal realizado no deja de mostrar los mil
vicios ocultos y los que se escondieron en semejante capricho.
El caso es que después de la ultima denuncia por aquello de expulsar los gases calientes del sistema de refrigeración, aparte de mal realizado y peor ubicado, por fin se han dado cuenta en el Consistorio que aquello no puede seguir largando, y tiene que ser obligatoriamente corregido, entre otras muchas deficiencias, y por lo tanto a tener que adecuar su colocación a la legalidad establecida sobre las salidas a chorros de aire caliente, de forma que se impida la expulsión en lugares inadecuados de estos gases, ítem mas, existiendo la posibilidad, una vez puesto, que para paliar los olores que despide, se le doten de filtros que impida la expulsión de forma continuada de estos gases que nadie quita que su respiración pueda ser perjudicial para la salud.
El caso es que después de la ultima denuncia por aquello de expulsar los gases calientes del sistema de refrigeración, aparte de mal realizado y peor ubicado, por fin se han dado cuenta en el Consistorio que aquello no puede seguir largando, y tiene que ser obligatoriamente corregido, entre otras muchas deficiencias, y por lo tanto a tener que adecuar su colocación a la legalidad establecida sobre las salidas a chorros de aire caliente, de forma que se impida la expulsión en lugares inadecuados de estos gases, ítem mas, existiendo la posibilidad, una vez puesto, que para paliar los olores que despide, se le doten de filtros que impida la expulsión de forma continuada de estos gases que nadie quita que su respiración pueda ser perjudicial para la salud.
Bueno, pues esto es algo que tiene sus plazos para llevarlo a
cabo, lo cual de iniciarse será un buen paso, y que no cabe duda de que la actuación que se
lleve a cabo en el edifico municipal no puede en modo alguno excluir a las otras tantas
salidas de gases que existen, y que por lo tanto vulneran de igual forma la que
por denuncia de un lugar que es publico, ni que decir tiene que tiene que corregirse.
Otra cosa seria cumplir la Ley de Accesibilidad, con puertas
automáticas, que por lo visto ni interesa, y que decir de la porosidad del suelo, de las 36 enormes columnas que
hacen que lo de diáfano sea una broma. Donde se podían establecer como deficiencia
en la modernidad, que cada semana se tenga que succionar los alcantarillados que
por su pequeña capacidad requiere semejante servicio.
De la sentencia del Tribunal Supremo de Andalucía, lo mismo ni le afecta, y la Ley de Patrimonio, ¿Y el Reglamento de Mercado?
De la sentencia del Tribunal Supremo de Andalucía, lo mismo ni le afecta, y la Ley de Patrimonio, ¿Y el Reglamento de Mercado?
En lo de la Encarnación lo publico es privado y lo privado acaso
sea publico, pero lo puerta de la sinuosa calle lleva meses rota, al igual que
los pomos impregnados de cientos de manos de las pesadas puertas de hoja que tendrían
que ser sustituidas.
Hay días como el de hoy que a pesar del poco publico que acierta a encontrar las puertas de entradas, se ven obligados a despotricar cuando tratan de encontrar la salida en un lugar donde la lógica hubiera llevado a colocar una puerta. Pero eso no es ningún misterio, el buen hombre, que más parecía forastero, dijo que eso era de poca vergüenza.
Sevilla a 22 de
Agosto de 2014
Francisco Rodríguez Estévez
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