El que no corre vuela
Andaba merodeando, se trataba de un tipo atlético de al menos 1.83, algo
delgado, mulato claro, con barba dura aunque solo en las patillas de un ausente
afeitado, a tenor de los vellos negros que dejaba ver el alzacuello en el
maxilar inferior. Con seguridad emigrante desempleado que emplea el tiempo en
el descuido. Protegía su cabeza, o ocultaba su pelo con una gorra marinera de
color verde, y tenia como vendas en una mano. Debería estar en la franja de 28 a 33 años. Todo un peligro.
Esa es la descripción del atracador, que un abrir y cerrar
de ojos, justo el tiempo de llevar un paquete al otro extremo de la calle
interior del mercado, 10
metros , fue para su habilidad tiempo suficiente como
para entrar en mi establecimiento y abrir la caja, arramplar con todo el dinero
y dejarme sin documentación. La jodimos.
No huyó precipitadamente, pues saliendo al paso por donde únicamente
le era posible, y me encontraba de frente me pregunto en perfecto español si tenia un
articulo absurdo, lo cual le daba tiempo para poner pies en polvorosa, pues aun
no me había podido dar cuenta de que la caja estaba abierta, y totalmente vacía,
justo cuando le vi a través del cristal,
caminar a buen paso y desaparecer por la sinuosa calle cubierta buscando el
espacio de su estudiada huida.
La consiguiente denuncia en la comisaría, me lleva casi dos
horas. Allí el agente me hacen la observación de que debería de haber llamado de
inmediato, lo cual hubiera sido lo correcto en lugar de presentarme en comisaría
una hora después de ocurrir el suceso.
Una vez formulada la denuncia del robo hay que llamar a las
entidades de las distintas tarjetas para que sean anuladas, pero no es fácil
obtener el número de teléfono de algunas. Con suerte, a las seis de la tarde
las tenia canceladas, y solo eran cuatro.
El carnet de conducir, no se puede tramitar hasta que no tenga
el de identidad, y al menos hay que esperar una semana, me advierten que sin
carnet no puedo conducir, y para nada le interesa saber a la operadora que atiende
el teléfono el motivo por el cual no estoy sin el documento que me acredita y
autoriza conducir. No hay ninguna dificultad en obtenerlo de nuevo, una copia
me dice, pero tiene que ser solo por la mañana, que precisamente es cuando
estoy trabajando, por lo que mal tendré que hacerme con los servicios de una gestoría.
En cuanto al carnet de identidad pues aparte de los once
euros y las fotos tan solo determinara la renovación este tiempo de espera por
si mi atracador a tenido a bien tirar la cartera en algún lugar visible y
aunque volara la cantidad que contenía, esperar de la suerte y que alguien la
encuentre y me avisen para recuperar mi vieja cartera en cuyo interior disponia
de un importante directorio.
Posiblemente este delincuente no tiene trabajo, como tampoco
lo tendría en su país de origen, no creo que allí se dedicara al robo, pero robar aquí es tan fácil,
que me pregunto para que puede servir la denuncia formulada aparte de poder
justificar que no tengo ninguna identificación, y jugármela si cojo mi coche y
por cualquier circunstancia tengo que identificarme a la autoridad.
Si robó para comer puede tener para algo menos de un mes, si
robó para sus caprichos espero que la raya esté tan adulterada que le lleve a
cometer algún delito de mayor consideración y que con su detención le manden a
su casa, pero lo mas seguro es que lo mismo en menos días de los que voy a
estar arreglado el estropicio que me ha hecho, se estará paseando por la calle
buscando su quehacer cotidiano, solo espero tener la suerte de no volverlo a ver.
Sevilla a 4 de febrero de 2013
Francisco Rodríguez Estévez
No hay comentarios:
Publicar un comentario