Cámaras
Después del susto como que se
me fueron las ganas de seguir en esta historia de lo de la Encarnación que esta
visto no ha sido un lugar idílico donde acabar mi tiempo dorado, pues entre la
modernidad del capricho del doctor, y la indolencia de quienes estaban llamados
a ser defensores de la causa, aquello solo hace que me surjan las ganas de
dejarlo.
Creo que ni con el premio me
pudieran hacer cambiar de idea, que eso es lo que hay es algo evidente, pero
que nada se hace por mejorar es patente. Sin ir más lejos se podría proceder a
elevar el suelo y pavimentarle con un material sintético, lo que llevaría a suprimir las desagradables rejillas,
anticuadas de solemnidad, que serian sustituidas por pequeños registros
sumideros con pendientes para recoger el agua de los puestos de pescados.
Colocar un sistema de renovación
de aire y eficientes filtros al objeto de que desaparezcan los extraños olores
impropios, y que se están alojando de forma permanente también seria una buena
medida de modernidad y de vanguardia.
Si repasara todas las “averías”
que me tocaron, aparte de ocupar un lugar donde puede observarse con total medición
que incumple el reglamento de mercado, y que acaso por la anulación de una
puerta prevista aquello quedó convertido en una desértica calle, que a pesar de
tener la mejor panorámica del exterior, puede observarse como cada día son
muchas las personas que tratan de encontrar una entrada inexistente, y eluden
continuar y pasar por allí en el caso de buscar una salida-
Colocar una puerta es algo a
todas luces necesario, pero esta visto que no se tiene las luces necesarias
para ello.
Fue en los primeros días que un
chaparrón inundo la parte alta, debido a un fallito en la telas asfáltica que
coincide con un pequeño parterre en la azotea, antes de pasar a ser plaza de la
mayor indignación. Luego fue otra ves un continuo goteo que resulto ser una
mala conexión de una manguera del aire acondicionado.
Otra fue la llave de conexión del
termo para el agua caliente que tenia perdida, pues no lo habían probado. La cámara
frigorífica se le fue el termostato, y el codo sifonico de la pileta realizado
en fuelle de plástico súbitamente se rajó.
Nuevamente la cámara, y
posterior mente la vitrina, los ventiladores, el grifo y las persianas, por dos
veces, y últimamente el interruptor de la cámara y el aplique de luz, que por
cierto es el tercero en dos años y parece ser que aquello no esta bien estanco
y hace que al entrar agua se produzca el consiguiente corto. Por ultimo el
atraco.
Me pregunto la policía que
si existía cámaras de video y no supe que decir siendo un establecimiento tan
moderno y de vanguardia. Hoy me recordé que muy al principio había visto una pantalla
en el ordenador del jefe de mantenimiento, de inmediato le consulto y me dice
que las cámaras están apagadas por orden de la policía. Es mas, me informa que
la instalación es algo muy costoso y que esta prácticamente inutilizado, y que
por cierto la calle desierta, al menos tiene dos cámaras con lo cual de haber
estado operativas tendríamos la película secuenciada de los hechos y el ladrón
identificado, lo cual hubiera permitido al menos preguntarle por la documentación,
siempre y cuando lo mismo, si es un sin papeles, me esta usurpando la identidad.
Cámara, y acción, vamos que ni de cine
Sevilla a 6 de Febrero de 2013
Francisco Rodríguez Estévez
No hay comentarios:
Publicar un comentario