miércoles, 13 de agosto de 2014



Hoy, que

 En esa exclusividad que me ofrecen las vacaciones ajenas, un leve ajetreo comercial me alegra el día y  hace corta la jornada, al punto de que apenas queda tiempo para nada, cuando llega el momento del cierre, y hay que dejar faena de preparación sin concluir, y otras básicas sin realizar.

Ni pude detenerme en que podría contar hoy, que en venta ralentizada se fue llevando los minutos de la jornada atendiendo mayormente a guiris desorientados en el laberinto, salvo una extraña pareja de jóvenes, con acento francés, que tuve que dejar marchar ante la imposibilidad de llegar a saber si estaban interesados en hacer compra, o simplemente fotos, tal que fueran chinos.

Hoy nadie de procedencia asiática llegó a este punto, a decir verdad,  acaso por este día que aumentó la temperatura se pudo observa la presencia diferenciada de estos que agrupados alegran la desértica calle,  ni a través de la gran ventana. Hoy, no era el día de chinos.

Leo la prensa, que no compro, en el bar. La que adquiero  a diario, hoy no me ha sido posible pues el kiosco ha cerrado por vacaciones. Como no puedo arreglar este mundo, ni puedo controlar el dispendio de vidas, que cada día se pierden sin encontrarle sentido a lo que ocurre, busco lo cercano, por mas que lo lejos le tenemos encima, tal como dejo escrito  Martin Niemoeller, sobre las barbas de tu vecino.
 Destaco pues la noticia de la cesta del convento, cosa de monjitas, que como sabéis no es una de caridad en el beaterio, si no de la recreación, que así se llama la actividad de juego para eliminar fogosidad en la clausura.

Ha sido una palabra de nuestro Alcalde, dicho y hecho, que salvo lo del cafelito para explicarle lo de la cesta de la compra con salida en puerta automática, tal como indica la Ley,  no hay manera, por mas que sea algo que no se ve tal como la clausura que no se ve, tal como los solomillos, chuletas y perniles de Aroche en esta vitrina con reflexión, realizadas sin reflexionar, y que debería llevar a la reflexión a las partes contratantes, algo que podían haber hecho hoy, pero que con todo el tiempo que hace que lo saben mas me inclinaría a que hoy aun pudiendo ser un buen día, a falta de balones, estos lo malgastaran, y seguirán sin ocuparse de la responsabilidad y mantenimiento de un edificio publico. Doble, o pasos.

Ayer leí en un medio, lo de los naranjos, sombra de Sevilla, algo que ya venia de los tiempos de Soledad, adalida incansable de lo verde pero que lo de la Encarnación y su perímetro arbóreo, hoy desaparecido, como que le rempanpiflaba. Hoy repaso lo que en tiempo de oposición la responsabilidad tenia acerca de las setas. El mundo cambia, como las sombras.

A nada que lleguen las primeras lluvias de este Otoño que se prevé caliente, todos los Otoños que recuerde, desde los tiempos de silencio, siempre dicen que serán  calientes, acaso por que el frío siempre nos llega en Febrero, pues será entonces con el calorcito cuando se iniciará la campaña, y los responsables de los programas, a estas alturas, ya  deberían de tener en cuenta al confeccionarlo, mas pensando en los votos que en ideario: Uno que los cafelitos son para tomarlos, y dos no le prometas nada al Paco, ni de coña, y menos una puerta, y que decir de que se va a cumplir con la Ley de Accesibilidad, ni mucho menos de que se rectificaran las actuaciones que no se tuvieron en cuenta con el Reglamento de Mercados en vigor. A Ceres ni la nombres, y de mover la fuente ni se te ocurra.

Lo mejor será que si llegáis hasta este punto sin utilizar el GPS, ya sea en comitiva de campaña, pues no os hago de otra forma la visita en vuestra apretada, me permito el consejo de que tengáis en cuenta aquello de que no digan hoy, lo que deberían de callar, so pena de que tenga que recordarlo cada día durante el tiempo que os dure, que ya deberían de saber que es algo que se acaba, y de nada os servirán los lamentos de lo que pudo hacer y no se hizo, en las postrimerías.

Sevilla a 13 de agosto de 2014

Francisco Rodríguez Estévez

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