domingo, 13 de enero de 2019


La plaza de la Encarnación, con el proyecto de Metropol Parasol en obras. | Carlos Márquez

El folleto

Es importante saber que no siempre, en esto de la Encarnación, se tuvo tanto abanderado, se diría que algunos de estos eran acerrimos detractores micologicos. Lo que son las cosas.
Conviene recordar en esta ciudad de olvidos, que no hace mucho, los mismos que abogaban por el gran aparcamiento, los que firmaban documentos de concesión y aplaudían el mercado sótano, junto a los que tenían miedo de que la "Big Onions", no dejara en sus inacabables capas lo desde hacía mucho tiempo se sabía, son los mismos que ahora abanderan el cotarro.
 De las cuatro piedras, a la cultura hecha carne. Lo cual demuestra que para un futuro mejor, a ser posible económico, lo conveniente es convertirse en salvador del pasado, y el que venga atrás que arree.
Así pues, el Salvador, por la ironía de la mejor suerte, hace que se exponga, en lo que fuera patio de la mezquita, bello lugar que afortunadamente se conserva, y que en la Encarnación fueron destrozados, una muestra del tesoro cultural que su mercado nos tenia guardado.
Resultado de imagen de folleto del paRASOL METROPOL En el Salvador recuperado, la ironía hace que todo el "in situ" de la Hispalis que le arrancaron a la Encarnación, no deja de ser un ajado y nómada conjunto de cajas, una broma del nomadejado, para hacer caja, perdón, carcajadas. En el Salvador rutilante, la ironía hace llamar a la pequeña Julia, en su desubicación tolerada y consentida, metropol, plaza cero.
El folleto, tal como un díptico desplegable es un lujo de detalles, ¡qué bonito el pajarito!, La ausente casa de los pájaros de coloristas teselas, se deja ver representada en este tiempo de construcciones, que hasta los sueños tienen proyecto de ejecución, en la propaganda. "La construccion de un sueño" en lo de la Encarnacion. Hipnosis o risa.
En el sueño eterno la tinaja guarda la inocencia nonata , y el hombre de la Encarnación, photomaton del pasado, mira como pasa la vida, ( antes aparcamiento, ahora joya), sin cambiarse la chaqueta.
Que callada quietud, que tristeza sin fin en tantos héroes. Los héroes siempre salen a ultima hora, pues de lo contrario serian caídos en combate. El coro canta lo mismo glorias que lamentaciones. En este tiempo los cantores de esta Hispalis, no lo hacen por sevillanas, pero si fueran de Viena, (los cantores), se acababa el chopped. Como tragan estos niños.


https://www.elmundo.es/elmundo/2010/07/20/andalucia_sevilla/1279620588.html
El mundial de fútbol distrae, y las patadas se suceden para susto del galeno de la formación, temiendo las lesiones de hombres claves en el partido. Zona cero, Plaza cero. Equis. Emblemático, cero también, A Zeta Almac, de Alemania, siete. No hay sorpresa en los marcadores.
El díptico es desplegable. Que gusta aquí eso de un despliegue, un pliegue y un repliegue en el bies de tu enagua, si hay foto, aunque para rostro duro el del callado hombre que aparece en la Encarnación, aunque su foto sea de la polaroid de Macael, el retrato es el retrato.
Francisco Rodríguez Estévez<
Sevilla 13 de Junio de 2006

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