
El cuento del abuelo
Lo peor es que tal como hay quien puede perder el empleo de
inmediato, y que sin darse cuenta podría verse en la calle, también los hay que
llevan tanto tiempo en la calle que están seguro de que difícil será que puedan
encontrar empleo.
Este, que cuenta sus cuentas, dice que lleva diez años
haciendo de todo lo que le sale en las distintas agencias de empleo temporal, y
según me asegura que no hay empresa en la que su curriculum de trabajador no
tenga una copia. Su pesimismo le está haciendo perder esperanzas.
No estoy seguro de
que titulo alcanza, pero hizo diplomatura de algo en la Universidad , pero por lo visto, de esas cada año salen de
la fabrica varios cientos.
Lo peor, me dice, es que está cercano a los sesenta, y que las
cotizaciones a la seguridad social, con las reformas que según me informa ha
decretado el gobierno, no alcanzaran en la edad de la nueva jubilación, ni los mínimos
años exigibles de cotización, peor, pero mucho peor, será si decide, aburrido y sin futuro, abrir un
pequeño bar de copas, para acabar siendo un desgraciado autonomo más, de los de
minima cotización.

El abuelo, dice que tiene varios nietos, y aunque ciertamente
se le ve mayor tan solo me lleva unos años, acaso cuatro, y mira por donde explica
porque no se puede jubilar, su experiencia, mala experiencia, le lleva a dar
el consejo que no le pido, para que aguante lo que pueda, y no lo haga, pues lo
que le corresponde a los autónomos, con esta disposición al parecer injusta, es
muy poco.
El abuelo septuagenario me hace sus cuentas de persona sola, y sabe que
como autónomo le está prohibido jubilarse, pues lo que le queda verdaderamente es
pura miseria.
El cuento es que, entre
la comunidad, muertos, luz, gas, seguro, contribución, un préstamo al que le
quedan cinco años para su cancelación, la cuota del club, el dúo de telefónica,
y cincuenta euros al mes para gasolina y
seguro del coche, mas otros cincuenta para el IBI, con la cantidad estimada para la jubilación está en
695 euros, menuda cuenta, ahora hay que comer, vestir, y contar los gastos
propios del hogar, y los gastos personales, tomando como base mínima la de quince
euros al día, lo que hacen tener que contabilizar 450 euros mas, menudo cuento.
Pero lo peor es que con las reformas poco tiempo mas puede
permanecer activo pues el riesgo de perder aun mas poder adquisitivo, entra con
la nueva ley en vigor para Enero de 2013, fecha en la que la base se
establecerá en lugar del referente en lo
cotizado durante los 15 últimos años, a partir de entonces, nada menos que se
obtendrá remontándose a los últimos
veinticinco, bajando considerablemente los porcentajes, siempre en el caso de
que se lleguen a alcanzar estos veinticinco años de empleo, cosa de dudoso
logro, tal como está la situación. Que difícil se está haciendo llegar a viejo,
se diría que tanto como encontrar un empleo. ¡Maldita crisis!
Sevilla a 6 de Agosto de 2011
Francisco Rodríguez Estévez
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