Por el Poniente
Cabía la posibilidad de que siendo el vínculo amistoso tan leve,
que apenas existiera el compromiso suficiente en los responsables como para
hacer algo al respecto. Sin duda el ofrecimiento estaba hecho, pero el hecho ya
me está pareciendo que ofrece serias dudas. Decididamente aun confío que llegue
la puerta, ya sea desde Alemania, o desde la carretera su Eminencia, pues es
algo tan lógico que no se puede renunciar nunca el conseguirla, sepan que
incluso se la he pedido al Rey Gregor, el de los evangelios apócrifos, pero me
temo que tenga el mismo efecto como si se la hubiera escrito a la atención de Artaban.
Si en esto hubiera estado las manos mágicas de mi compadre, el
truco de la puerta hubiera dejado de ser una ilusión, y en estas fechas, el
paso de la gente hubiera generado el efecto abracadabra y el cierracadacierra,
que es para lo que están las puertas.
Con un error de siete años en el calendario desde el siglo
V, ahora resulta que los astrónomos, astronautas y astrólogos que no se
pusieron en marcha en su momento, pues según se
sabe que de haber sido así entonces hubieran estado a tiempo en el lugar que se
le esperaba. Viene a repetirse. Es como lo de la puerta, la de Poniente, que cuando se dieron cuenta de que faltaba ni
siquiera miraron, y estos continuaron un camino, para que al final, crearan aquella
fecha, que celebramos como de las bromas, y resulta ser harto sangrante.
De ahí, que para seguir el rastro de Cimeria, no dudaron en
dejar descolgado al distraído
Artaban, y se presentaron ante Herodes, que de ahí viene lo
de la puerta.
Como todos sabeis, la Encarnación estaba en el pesebre de madera (como
lo de la Encarnación )
mucho antes que llegara la modernidad, y por la información existente no se descarta que
entre animales.
Sevilla a 6 de Enero de 2013
Francisco Rodríguez Estévez
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