A los Magos astrónomos, astrólogos y astronautas todos
Con el recuerdo a la locuacidad en las palabras de aquel
medico que se metió a esto de hacer caprichos, y mira por donde a este de las
setas le tendremos que sufrir de por
vida, ponemos entrada, que no puerta, al primero de este nuevo año de historias
viejas.
En la modernidad, como que en dos años de pérdidas continuadas, ya no se
encuentra la rentabilidad de los números de la financiación de encaje de
bolillos, la de filigranas, aquella que según el primero de los delfines, iba a
reportar no se cuantos beneficios. Ahora ni aparece la severidad del delfín
segundo, hace tiempo perdída, acaso extraviada, de quien además de darnos un curso de los enterramientos
de la avenida, inmortalizó la sevillana frase de ¡mas madera! arrebatándosela
del tiron a mismísimo Marx.
Lo del Rey, mas que delfín, bufon, pues el pequeño
fue en sus pocos dias en la corte, como un capullo del rosal del jardín de las tonterías, al pobre se le
atribuye el merito de la ojana que le endiñó el medico por estar calladito, y que
decir con lo de Florido, como Mayo, agarrada en el silencio de lo desconocido, que
ya de por si le venia grande. Así se escribió la historia, que sobradamente conocéis.
Lo bueno de los mail es que son fáciles de mandar. Aunque he
hecho una limpia en el directorio, aun me quedaron muchos, y como dispongo de
tiempo pues, cuando escribo algo, o me lo rebotan, y según que, los reevio a quienes creo
procedente.
Por mas que envío,
mas recibo. Algunos con guasa, otros con cariño, la mayoría sinceros en sus
deseos, y siempre hay alguno que no manda nada, acaso tengan poder efímero,
pero no mandan nada, y menos una felicitación de compromiso.
Entre los muchos recibidos, destaco, omitiendo los de alto
contenido carnico, el de quien me desea que el nuevo año entre para mi con
mejor puerta. Se agradece.
El caso es que las dos personas que tiene la capacidad de
poder realizar la puerta, por lo que he visto en un documental, padecen ceguera
de lo simple, que viene a ser la incapacidad de aplicación del sentido común en
las cosas sencillas.
A veces pienso si por el contrario les compensará algo,
imagino que a los responsables, el seguir riéndole la broma al alemán, especialmente
cuando permiten que cada día, ya todos tenéis la información, de que son muchas las personas que buscando la inexistente demandan una puerta donde al
berlines se le ocurrió hacer la tontería, que ya sabéis que fue ampliamente aplaudida
por los palmeros, por lo que se llega al no poner solución al asunto cuando
menos a dar la impresión de que ni les importa la puerta, ni el publico, ni la
plaza, y que a lo mas que llegan, es a no moverse, por si acaso. Lo que hace
temer que pocas decisiones van a tomar para mejorar aquello. Ignoro si pudiera
ser una irresponsabilidad, aunque me lo parezca.
Como siempre que le escribo a los Reyes Magos, no me olvido
de pedirles algo para estos responsables en lo público y en lo privatizado. En
esta ocasión también he hecho extensiva mi carta a los magos y astrólogos, astrónomos
y astronautas, todos tartésico que siguieron la estrella y llevaron el oro de
la calidad del que se encontró en el Carambolo, alhucema de la sierra por que
en Tharsis no había rosáceas de Olibano, para extraer franquincienso de quemar
en las patenas de los candelabros, tal como hacían en los de Lebrija, y lo
mismo, entre las ofrendas que llevaron, desde el Andevalo hasta Palestina,
quien quita que no llevaran unos bocoyes de mosto tartésico, o quien dice que no
a un pernil bien saladito, pues por eso de que dos mil doce años se ha tardado
en saber que el confín de la tierra no era Oriente, a estos que son paisanos
les voy a pedir que les traiga a las responsabilidades el equilibrio mental
suficiente como para que de una vez por todas comprendan los beneficios de la
puerta. ¡Vamos que seria como medicina!
Sevilla a 2 de Enero de 2013 (dia de San Basilio)
Francisco Rodríguez Estévez
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