Nuevos tiempo
La serendipia me devolvió muchos archivos que temí no
recuperar nunca, y todo fue por culpa del chocolate, broma aparte, aunque nada tenga que ver
una cosa con la otra.
Mientras mi primer compadre, me ilustraba sobre todo lo que
hace su nieto, especialmente para que a el se le caiga la baba contándolo, el
publico buscaba la puerta inexistente incluso saltándose la valla de protección
de los operarios que llevan a cabo una
nueva chapuza en el pavimento destrozado, por inadecuado, al que deberían de
cambiar, pero de material, tal vez el adoquín rosa de Gerena en su caso hubiera
sido una buena elección.
El caso es que la puerta no es algo que exista, que de
haberse rectificado ya la hubieran colocado con
la parsimonia necesaria, que en este caso no es algo lento, pues no se podrida
ser mas, a menos que fuera una manipulación
del profesor Lavant, que ya no se puede hacer mas lento, pues en todo caso, la
parsimonia seria, por simple, como su propia definición, lo mejor.
Solo las puertas que aparecen, son aquellas que por su extraña
ubicación recuerdan mas a que fueran capricho, incluso tonterías, aunque no se
descarta el oopart. Es decir que aparecen en lugar que no es el que le corresponde,
en el tiempo de las vanguardias.
Estábamos en el chocolate, y es que mi compadre exagera cuando habla de
su nieto, y de cuanto le gusta el teobroma al pequeño Ismael, pero hablando del
alimento de los dioses, se le fue el santo al cielo.
Para compensar me sacó la navaja de Ockham, pero no para intimidarme, pues esta que
no tiene nada que ver con las armas blancas, ni con la Victorinox , pues mira
por donde viene a ser una parsimonia, un
principio en la teoría de la economía, que se aplica en aquello que ofrece varias
alternativas o soluciones, y previsiblemente la "navaja" indica que la correcta es la que tenga la mayor simpleza.
Es como lo de abrir la puerta en lo de la Encarnación ,¡ habrase
visto cosa mas simple!, pues nada, no hay manera, por lo visto los responsables
han debido creer que la puerta es un experimento, o cuando menos un gato, pero
no por liebre, tampoco pueden ser los gatos “Emblemático”, ni el curto “Peligro”
pues estos se están fosilizando en los cementos del metrópol, esos si que eran
dos gatos, por mas que estén descartados, por lo que es de temer que los
responsables de tomar una decisión de tal magnitud, que se encuentren en la
enorme duda que les puede crear lo de la puerta, si tiene que descubrir el gato
de Shrondiger, que lo mismo puede ser gato muerto y gato vivo, dependiendo del
camino que tome la dirección de la puerta.
No creo, por lo que se puede comprobar, que los responsables
entiendan lo mas minimo de puertas, pero con los nuevos tiempos, lo mismo saben
de gato, o de chocolate, o de navaja, y quien sabe, si oopart mas raros se dieron,
y cosas mas difíciles hizo la serendipia.
Segvilla a 4 de Diciembre de 2012
Francisco Rodríguez Estévez
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