martes, 4 de diciembre de 2012




Nuevos tiempo


La serendipia me devolvió muchos archivos que temí no recuperar nunca, y todo fue por culpa del chocolate, broma aparte, aunque nada tenga que ver una cosa con la otra.

Mientras mi primer compadre, me ilustraba sobre todo lo que hace su nieto, especialmente para que a el se le caiga la baba contándolo, el publico buscaba la puerta inexistente incluso saltándose la valla de protección de los operarios que llevan a cabo  una nueva chapuza en el pavimento destrozado, por inadecuado, al que deberían de cambiar, pero de material, tal vez el adoquín rosa de Gerena en su caso hubiera sido una buena elección.

El caso es que la puerta no es algo que exista, que de haberse rectificado ya la hubieran colocado con  la parsimonia necesaria, que en este caso no es algo lento, pues no se podrida ser mas,  a menos que fuera una manipulación del profesor Lavant, que ya no se puede hacer mas lento, pues en todo caso, la parsimonia seria, por simple, como su propia definición, lo mejor.

Solo las puertas que aparecen, son aquellas que por su extraña ubicación recuerdan mas a que fueran capricho, incluso tonterías, aunque no se descarta el oopart. Es decir que aparecen en lugar que no es el que le corresponde, en el tiempo de las vanguardias.

Estábamos en el chocolate,  y es que mi compadre exagera cuando habla de su nieto, y de cuanto le gusta el teobroma al pequeño Ismael, pero hablando del alimento de los dioses, se le fue el santo al cielo.

Para compensar me sacó la navaja de  Ockham, pero no para intimidarme, pues esta que no tiene nada que ver con las armas blancas, ni con la Victorinox, pues mira por donde viene a ser una parsimonia,  un principio en la teoría de la economía, que se aplica en aquello que ofrece varias alternativas o soluciones, y previsiblemente la "navaja" indica que la correcta es la que tenga  la mayor simpleza.

Es como lo de abrir la puerta en lo de la Encarnación,¡ habrase visto cosa mas simple!, pues nada, no hay manera, por lo visto los responsables han debido creer que la puerta es un experimento, o cuando menos un gato, pero no por liebre, tampoco pueden ser los gatos “Emblemático”, ni el curto “Peligro” pues estos se están fosilizando en los cementos del metrópol, esos si que eran dos gatos, por mas que estén descartados, por lo que es de temer que los responsables de tomar una decisión de tal magnitud, que se encuentren en la enorme duda que les puede crear lo de la puerta, si tiene que descubrir el gato de Shrondiger, que lo mismo puede ser gato muerto y gato vivo, dependiendo del camino que tome la dirección de la puerta.

No creo, por lo que se puede comprobar, que los responsables entiendan lo mas minimo de puertas, pero con los nuevos tiempos, lo mismo saben de gato, o de chocolate, o de navaja, y quien sabe,  si oopart mas raros se dieron, y cosas mas difíciles hizo la serendipia.

Segvilla a 4 de Diciembre de 2012

Francisco Rodríguez Estévez

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