sábado, 14 de julio de 2012

En parada

El paro




Tuvo esta encarnación de mis canas, antes de mis carnes, siempre el tiempo calmo. A lo largo de todo el que estuvo en la provisionalidad se le fueron acumulando los parones de las prisas. ¿Pero como volver a entrar de donde se habia salido?

Al principio todo fuera precipitación, pero en la desaceleración económica de la transición política, llegaron las pausas, se diria que hasta vino bien, pues las sombras del pasado aun eran demasiado alargadas como para discutir ideas tomadas con anterioridad, en el tiempo de los miedos, y en el tiempo nuevo nadie tenia idea de que hacer con la Encarnación salvo pararla, mejor aun, evitar que se moviera. ¡Era de temer!

Muchas de esas paradas empezaron una vez que se pasaron los años previstos para que se acabara el nuevo mercado que nunca se iniciaba, siempre anunciado y jamas llegaba.

Luego le buscaron otras excusas, se diría que con cada nuevo proyecto aparecía el clásico paroncillo que indicaba la falta de seriedad y estudio en los distintos procesos, estudios geológicos, estudios arqueológicos, estudios financieros, estudios de aplicación, estudios de apoderamiento del solar, por no hablar de dinero, y es que en ningún momento se contó con financiación municipal, y la de los placeros, era tan arriesgada para los bancos, que con los avales personales que estos presentaban (de aquellos que lo hacían en insuficiente numero) y los que ni aparecían ni para hacer la declaración de bienes, que se entrada causaba risa, por lo que la salida de la concesion se hacia irremediable e hicieron predecir que lo de la Encarnación nunca volvería a salir de la parada. Tendrían que ser otros dineros los que la sacaran, como un rescate, pero quedándose con todo.

En los mercado de Barcelona, los placeros se encuentran en unas paradas idealizadas, si se comparan con las jaulas del bidonville, aquellos son unos puestos ideales para realizar en el futuro, acaso fueran las únicas paradas, en lo de la Encarnación, que no fueran de tiempo.

El proyecto sótano, el de la Guerra, (aquella que vaticinó con un “esto no hay quien lo pare”, dos meses antes de que saliera del despacho de la Delegacion), fue un proyecto, neonato y sin autor, por lo que sufrió la mayor parada de todas, acaso solo superado por de las maderas, mas maderas, esto es la guerra, cuando las mentiras estuvieron a punto de ser confesadas. Las maderas ya estan aquí, ( quiso decir en Finlandia)

Las paradas fueron llamadas técnicas, cuando el sonar, de seguridad cuando era imposible, y de metodología cuando lo del pegamento. Más parecía que tuviera el patronazgo de San Eutropio, que lo es de Paradas. Parada de estudio, paradas de autobús parada de metro y gran parada.

Ahora la parada se hace notar en todo. Todo está parado Acaso sea el tiempo de encomendarse al santo pastor de almas, que luce en su cabeza, por diadema, un “jacha”.

Será pues mañana, como cada quince de Julio, compartiendo con San Buenaventura, en la vida Juan de Fidanza, en esta ciudad, horno, la fecha que nos recuerda que a ambos se les paró el corazón, lo que ahora le dicen entrar en parada.

En el corazón de esta ciudad las paradas tienen la entrada cerrada, y eso si que necesitaría un buen “jachazo”. En Paradas, saben de los milagros del santo, y lo aconsejable, en esta fecha que los recuerdan, sea encomendarnos a estos “pastores” que abrieron con la oración las puertas del Cielo, y lo mismo a esta de la Encarnación parada, lo que le falta no es financiación para abrir una puerta, si no unos Ave María

Sevilla a 14 de julio de 2012

Francisco Rodriguez Estevez.

No hay comentarios: