jueves, 1 de marzo de 2012

De miedo

La Casa Grande

Me refiero a aquella que se construyó hace muchos años un Concejal del Ayuntamiento, justo cuando le dieron ese responsable cargo por asignación directa, a nada que tomo posesión, evidentemente después de recién desembarcado en esta ciudad,( en aquel tiempo de picaros), una vez cumplimentado un periplo afortunado en las Indias.
En la ciudad de las personas, de cuando construían sueños, en lugar de rehabilitar esta casa grande que nos está dejando sin resuello con tantos puntales de sustos, se sigue jugando con los miedos.
En la casa de un tiempo a esta parte se colocanlos puntales como si fuera por huevos, por docenas, que mas parece sea por los temores de técnicos asegurando, los por si acaso, que tanto miedo les causan, ya que no parece que este bosque de puntales, y ese clausurar viviendas, y zonas comunes, de la vieja casa desprotegida por su dueño,( que somos todos), correspondan a un estudio real de la verdadera situación de sus muros.
No hay duda de que los años, junto con el nulo mantenimiento llevado a través de los siglos han hecho estragos, pero que por fortuna no parecen irreparables, mas es de temer, que dejar sin actividad tantas estancias, y que queden abandonadas hasta que algún año se disponga de dinero para la gran rehabilitación necesaria, y por el momento lejana, lo que sin duda llegara a crear la temida ruina, hoy, por el momento, inexistente.
Seis vecinas, seis, que no quieren dejar sus hogares , y resisten en su maltratada casa, donde vivieron toda la vida, donde la vida por suerte continua con nuevas vidas que nos nacen en sus estancias.
La casa grande de Pumarejo, se esta viendo cercada por el peligro. Es la estrategia llamada del abandono del perro (el nunca lo haria). La experiencia nos dice que el riesgo no está en los puntales, esos que no dejan de colocar los miedos por miedo, en ocasiones, en lugares pelin caprichosos, y es acaso que, sin saber por que motivos la administración está llevando a cabo unas sospechosas actuaciones, que mas parece que la intención sea para que aquello quede desalojado, no diré que a la fuerza, cosa que seria imposible, mas lamentablemente, creando situaciones desfavorables que no solo pueden poner en peligro la casa, y provoquen las urgencias, para una vez abatida sea irrecuperable.
Sin duda es mucho peor la situación real al advertirse todo lo que acontece, cuando los dueños de la casa grande,( no se si lo sabéis pero os repito que somos todos), a través de nuestros representantes electos, y los técnicos al efecto, pues, como que no parece que tengan ninguna buena intención en este asunto, si lo dispuesto no es conservar el bien patrimonial, el inmobiliario, y el humano, sus usos y costumbres, si no que han optado por la llevar a cabo la desocupación, síntoma evidente de sus miedos, sus propios miedos.
Claro que todos tenemos nuestros miedos, pero no son estos los miedos de las heroicas vecinas, que si los tienen, pero que son otros miedos y que se les pasan viviendo en la cotidianidad, viviendo en su casa, miedos que son compartidos con los cientos de personas que viven la casa grande de Pumarejo como propia, haciendo sus asuntos, pues en la casa grande los miedos existen, pero no son de la casa ni a la casa, son miedos por la casa que, como siempre, provienen de otra casa grande, tan grande, tan grande, como sus miedos.
Sevilla a 1 de Marzo de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

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