domingo, 25 de marzo de 2012

¿Será posible?

Es tontería, o no

Puede que no sea ninguna tontería, pero si puede que sea seguir con esto de la Encarnación. Ahí esta, aun siendo algo que fue calificado como imposible, que fue modificado hasta que resultara distinto, que para ello se utilizara un dinero que tenia otros fines, que la demora de mas de dos años no se considerara relevante, ni penalizable, que la sostenibilidad solo apareció en los paneles que llevaron a Nueva York, sin que se sepa quien patrocinó las vacaciones de la maqueta.
Así pasaríamos de la invasiva cimentación, hasta la inutilidad del llamado P-6, la transgresión de las alineaciones, la contaminación visual a la que ha sido sometida tanto el BIC de proximidad, como la fuente más antigua de la ciudad.
De ahí se podría continuar por el recorrido de los disparates, incluso por el de los calificativos donde encontraríamos los publicados que van desde epatante, polietapico, potente, transgresor, patochada y papanatismo, siguiendo por los mas usados como mamarracho, canallada, cosa mas fea, sin olvidar los pues a mi me gusta, y mejor que estaba.
El tiempo de los iconos puede continuar por mucho tiempo, incluso en los tiempos de cambio, y en los tiempos difíciles, una vez acabado el tiempo de color de rosas, pues no en vano pasaremos de las moradas, de rojo y azul, con un cambio tranquilo, sin prisas, pero lleno de inauguraciones.
Puede que no sea ninguna tontería seguir con esto de la Encarnación,¡Ay, Alameda! tiempo pasado, pero, aun sabiendo que es algo tan inútil, convendría ir pensando, que llegando a ser esta el referente de la ciudad, se hace previsible que en cualquier momento pueden aparecer nuevas encarnaciones, y con este precedente, ya no nos vale el propósito de enmienda, visto el trabajito que está costando que se acate cumplir con lo establecido, no solo con las leyes y normas, en planes y rataplanes, reglamentos y linderos, ya sean por seguridad, por BIC, por dinero, e incluso por sentencia.
En hacemosloimposible, evidentemente no hay ni rastro de lo de la Encarnación, pero tampoco lo hay de la puerta, que esa si que no es ninguna tontería.
Sevilla a 25 de marzo de 2012
Francisco Rodriguez Estevez

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