domingo, 30 de octubre de 2011

Color fusco

Color fusco
(Pozo negro, pozo sin fondo)

Así escribió Juan “ el apodado águila”, en el rotativo que le publicaba sus escritos." Era mas que probable que en la ultima reunion sucediera lo que se temia, y que si habría dinero de por medio, como se sospechaba, todo era posible, por lo cual, ya se sabia que uno metería la mano, y que en el asombro de la noticia generada, algunos de los miembros del colectivo, a nada de enterarse preguntaron, ¿soy yo?, en evidente signo de que a cualquiera le pueda llegar la duda cuando falta la seguridad, y sin embargo, en lugar de correrlo a gorrazos, no se le ocurrió otra cosa, al muy cabrito, por mas que le digan cordero, que invitar al mas judas, a mojar sopa, y que ya puesto, tambien le dió consejo para que aligere el paso, y que se apresure en ir a cobrar lo que había sacado por su gestión."

En esta encarnadura de la Encarnación, que no se deja de escribir, para mayor indignación solo de los extraños, pues lo propios son indolentes et silentes, pues mas parece que no hay solo uno como en aquella, en la lista de posibles, a tenor de lo que ocurre.
Viene esto a que por mas vuelta que le doy, no quiero ni pensar que sean todos los que están, junto con los huidos, los responsables de este final que se le ha propiciado a la Encarnación. ¿Seré, yo?
Esa eterna pregunta,suele empezar cuando la cosa huele a Dinamarca, y sera deficil de saber si la respuesta es la corecta. Lo que si sé, con toda certeza, es que por mas de cinco décadas, en las que a diario me pasé la vida trabajando en la plaza, ya en la vieja, en la provisional y finalmente en esta indefinible, y que por mas de de cinco lustros tuve vivienda en la plaza, ahora transfigurada, de la Encarnación, y en todo ese tiempo nunca vi que se tuvieran los atascos que ahora se producen. Acaso sea por la gran mierda. ¿Será posible?
Desde luego hay que diferenciar los atoramientos que se producen, pues son de dos clases, los dolosos, y los apestosos, como estos atascos que larga tela marinera, pues a cada poco espacio de tiempo tienen que succionar para limpiar las arquetas, con las potentes bombas de aspiración que ponen en marcha los enormes camiones que recogen la pestosa pecina que sedimenta en pozos negros dentro de los registros que, siendo incluso pequeños para evacuar todo lo que se lleva, acaso por un fallo técnico inexplicable en algo tan sumamente costoso y de vanguardia, hace que estos sean insuficientes en su capacidad debido a una posible deficiencia en el calculo del pésimo alcantarillado. Alguien debería de preguntarse ¿seré, yo?
Si bien, lo mejor seria que en lugar de buscar culpables, encontrar soluciones. Es lo mismo que ocurre en todo este asunto, y claro está que el máximo responsable, y sus colaboradores, se han ido de rositas, por lo cual no vale seguir buscando otros inexistentes, como la puerta, y hay que empezar a realizar las soluciones,como por ejemplo la puerta, si de verdad se quiere.
Por eso. si se parte del olor que emana de los distintos sistemas que nos aparecen largando tanta ponzoña en el aire caliente, ya sea en la entrada de la zona de carga, ya sea delante del restaurante, o en la curva de la entrada Norte, pues ocurre que estas bofetadas de calor y extraño olor que desprenden no aparecen, ni de forma parecida en ningún otro edificio. Acaso la modernidad tenga esta cosa.¿Sera, eso?
Si se llega a la cripta, notaran lo que desprende el garum, lo cual indica que los barbos de esta partida, no se alimentaron en el cieno del brazo del río, mas, por la nota del ph bajo, la sospechas inducen a pensar, que habiendo dinero de por medio, la historia se repite, y que estos fisóstomos de color fusco, (que eso dice mi diccionario)se tragaron en su glotonería mas pecina de la cuenta.
¿Y como se arregla esto?, pues evidentemente que ni echando el aire afuera, para calentar a la gente, ni llamando al de los desatascos dos veces al mes. Eso seguro.
Pero como ahora estoy en cosas mas seria, (ya sabéis), buscando conocer la identidad de aquel que tiene la correspondiente responsabilidad de lo de la puerta, para hacerle llegar mi petición personal, pues al parecer todo indica que aun la va a tener el que se fue de rositas, así que me apura bastante que no aparezca el que tiene que aparecer, ¿seré, yo?, y aun temo, si cuando por fin le encuentre, este me diga, escudándose en no se sabe que formalismo, y me pide que sea una petición colectiva, lo mismo pongo la mesita de recoger firmas inútiles, y la pancarta de la petición. ¿Otro pozo negro?
Sevilla a 30 de Octubre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

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