De dos en dos
Debió de ser las prisas por acudir a la reunion, cosa importante esto de las reuniones de alto nivel en el asunto de lo de la Encarnacion. ¿Cueces?, o enriqueces.
Treinta nueve escalones fueron escalados de dos en dos por tal de llegar a tiempo. Luego hablamos, crei entender en el lenguaje de los signos cuando hacia circulos hacia delante, girando con la mano el indice, el que indica que lo que hoy cabia era el silencio, y que por no saber idiomas no pude interpretar ese hasta luego Lucas, que de eso no se habla.
El precio del silencio indica, como un indice acusador que las pasta, es un paston, algo que se paga para que otro cobre, mejor que cobre, por aquello de la conductibilidad, de siempre fue ideal de la muerte la madera de pino de toda la vida.
Acaso no vuelva a tener información de la filigrana del pegado, bien pagado. Posiblemente nunca llegue a saber que el fallo politico fue tecnico, y el de la Encarnacion lo falló un jurado compuesto de profesionales a los que por lo menos se les suponia conocimiento en materia constructiva, por que a ver quien le saca una palabra ahora a mi amigo el berlines, estando la cosa como está, cuando hasta es posible cualquier cosa en eso de la Encarnacion, desde que deje de ser icono rosa, hasta que ni siquiera sea inaugurado por quien puso tanto empeño, ¡ay, Alameda!, para que esta ciudad que se lo merece todo, ni Triana, ni Encarnacion, tuviera el mismo autor, de ninguna de las dos.
Dicen que cuando le hablan a este arquitecto de plazas de abasto, sale corriendo como quien delante tiene un Miura, y no es que le tema, lo que ocurre es que conoce el tema.
El aleman se debe de estar jamando algo para que, en lugar de hablar de las dificultades tecnicas encontradas en un edificio tan original y unico, o por que no, en las dificultades encontradas para cobrar en las arcas municipales, que es quien contrata, pero que deberia de pagar el adjudicatario, o cuando menos explicar lo que ha venido pasando, pues con su conducta esquiva hace que aparezca la pregunta, como dice Manuela, la vendedora de caracoles a ver la espantada, ¿Que le ha pasado, al tio?, que salió “juyendo”
Sevilla a 9 de Marzo de 2010
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