lunes, 15 de marzo de 2010

De Enero,(con cierto retraso)

Después de Navidad

Todo tendrá lugar después de Navidad.Una vez que pase nochevieja, otra vez que pasen los Reyes, cuando los colegios reanuden las clases educativas y comiencen las rebajas, justo, cuando la universidad reinicie la actividad docente, entonces, tenia anunciada lo de la Encarnación su inminente inauguración. Cabía la posibilidad de que quedara establecida nuevamente la lunática idea de lo de las fases, siempre en fase de deshoje margarita, si, no, si, no.
Muchas personas de la ciudad (de la ciudad de las ídem), ciudadanas y (anos) que sueñan las construcciones que les hacen, llegaron, por la hipnosis, a confundir realidad y deseo, dando por mágica la fecha indeterminada “después de Navidad” como si esta fuera la fecha de caducidad.
Con la preocupación lógica de lo que se inicia en tan singular fecha, (sabiendo lo de Herodes), para que sirva de bromas, nada extraña pues, que se estén recogiendo amarras de esta singladura, para desplegar nuevas velas deseosas de encontrar los alisios, como hacen las planeadoras, que comen de todo.
Alcanzada la prevista cita, superada la adoración, todo parecía estar listo como para recoger los bártulos e iniciar el inminente traslado, pero, entre maderas, y mas maderas, aparecen los temores de siempre, los llamados imponderables, los insoslayables, para que nuevamente lo previsible sea el motivo por el cual, tampoco fuera esta ocasión la que permita abandonar la provisionalidad eterna definitivamente, y se pueda alcanzar, aunque sea de forma provisional, el definitivo sueño, para que siendo este el “transito final”, resulte un digno colofón, que por los meritos alcanzados, ponga a cada uno en el lugar correspondiente. Arenga y fotos, bendiciones y aplausos, discursos y ágape, hisopo y responso.
Todo tendrá lugar después de la Navidad. La Encarnación mas provisional que nunca, y mas eterna que siempre, espera la nueva predicción, entre sueños de incienso, calentitos y almendras garapiñadas, para cuando tiempo sea aquel en el que todos los objetivos se centren un año mas en el paso de los pasos, esta vez pasando bajo un puente de madera, puente sobre el río Kwai, puente sobre aguas turbulentas, por mas que los achiques por las de lluvias, tengan a la colonia, como los bolsillos después de la Navidad, soterrados, sin fondo, y con el agua al cuello.
Sevilla 10 de Enero de 2010

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