Mas que el Sol, asi brillaba el nublado dia de Corpus en nuestra ciudad donde mantiene la festividad que no goza ningún pueblo de la provincia. La previsión del tiempo a poco se va al garete por la impertinencia de un chubasquero que aumento la humedad del seco amanecer.
No tenía ningún plan, salvo volver a repetir la visualización de miles de sevillanos en trajes de semana santa a con medalla cirio y varas. Pasaban los minutos y la televisión ya deja ver la procesión y no tengo decidido el acudir, por el contrario, la opción de ir al campo subió enteros cuando al arrancar el coche para calentar el motor de tantos días estacionado, me sugirió darle un paseo y decidí poner rumbo a un campo donde estararan resecas las plantas que superviven cercanas a la piscina.
Dos llamadas invitando para no ir solo, y disfrutar de un refrescante baño. Nada. Decido ir solo y cuando fuí a repostar no llevo la cartera y tengo que regresar. De nuevo en el coche debo de volver otra vez, no es el dia, el móvil nuevo que tiene el teléfono de apertura de la puerta y la cajita de las llaves se quedaron en el otro pantalón que me había cambiado.
En casa, el móvil nuevo tiene un mensaje " salgo a las 11", no me daría tiempo llegar a esa hora, tenía que volver a cambiar de ropa adecuada para el Corpus y con el posible retraso poco quedaría por ver. Lo cierto era que no debería ir al campo, pues tres intentos son muchos para seguir en un empeño que se te niega.
Caminamos buscando el altar del Ayuntamiento, cuando vi a la pequeña Irene allí donde se gana la difícil vida, la alegría de su cara le delata el cariño y le entrego una pequeña cantidad que me acepta, se la ve feliz y me dice que ya es tia de su hermana la única de su familia que se salvo de talidomina.
El altar de la Hiniesta y la Pastora, presiden tal como un fphotoshop la larga fila de fervientes en grupos familiares del recuerdo del dia. Entramos por la puerta del Perdón al clausurado patio de los naranjos y una oración para un ecce homo de abandonada hornacina que nos trae recuerdos´
En la grada catedralicia advertimos que bajando la cuesta del bacalao aparece el pasito del niño Jesús. Protegidos del Sol, a la sombra de la Colombina nos encontramos con Javier y María Victoria, un casual encuentro que nos permitió ver juntos el paso de las custodias y la culminación con el desfile de soldados en un sol de justicia.
De regreso nos encontramos a la pequeña chica es aun mas diminuta que su hermana Irene, mas aun se hace más patente la alegría que le causa el verme y me ofrece su mano focomelica para que se la estreche y le lleno el pequeño puño con algunas monedas que me agradece, y me cuenta como lo hizo Irene que tienen una sobrina grande.
Lo propio fue tomarnos algo en una terraza, la misma del primer día, diría que es la nuestra. Comparto este dia de corpus brindando porque esta es solo la primera de las muchas que deseamos poder brindar.
El tiempo se nos pasa rápido en el amable encuentro que ponemos fin sin que les pueda invitar por el adelantamiento de Javier. Acompañamos a la pareja unos metros para despedirnos, y quedar para próximos encuentros.
El camino a la famosa reja se hace con risas y recuerdos del pasado. Faltaran 39 minutos para que llegara a mi casa con una temperatura de 43 grados por donde la sombra escasea, y el aire caliente se hace asfixiante a las cuatro de la tarde del dia de Corpus, en el que conocí a Javier y Maria Victoria que me dieron puntos. Y ella lo sabe.
Sevilla a 19 de Junio de 2025
Francisco Rodriguez
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