Dichoso mes
Nada es como comienza, si no como acaba, mas no son estos tiempos para decidir cuándo ,y
en eso estoy dándole vueltas para encontrar tanto entrada como salida tal que
todo fuera como una puerta.
Amanece nublado este
primer día de Noviembre en el que todavía albergo la esperanza de que se
instale la puerta automática en lo de la Encarnacion, aunque la Esperanza sea
en Diciembre y volviera pasar lo que pasara en la absurda inauguración en
jornada dominical.

Lo malo es que habiendo prevenido el optimo traspaso para una
retirada jubilosa de siete décadas, con la demora de esta entrada, que sería
evidentemente una buena salida, no está todo tan claro. Y es que los nubarrones tambien aparecen en el laberinto después de sesenta años esperando, y nos avisan
de que aun tiene que llover a cantaros sobre este micologico conjunto sin
salida de lo de la Encarnacion, donde en lugar de florecientes negocios, que
parecía era lo indicado por ser edificio
de vanguardia, y por la tener mejor ubicación del centro histórico de la
capital de Andalucía, pues miren por dónde que, entre una responsabilidad y
otra (que en esto de las setas son dos), y sumado, (mejor sumido) en el silencio de los pobrecitos placeros, el galimatico mercado municipal ya deja ver
la ruina sin tener que bajas al “antiquarium”, pues comercialmente no se puede
caer más bajito, lo que evidencia el total desacierto que allí se ha perpetrado
La devaluación que en aquella plaza municipal de abastos,
allí donde menos es mas según las cuentas que hicieron en el tiempo de la
construcción del sueño, para eliminar al
mayor número de placeros que soportaron por siete lustros la provisionalidad,
el argumento del mayor trozo a repartir en la vanidad del brillante espejo del
emblemático impedía ver que también tenía la opacidad de los altísimos costos y
gastos en al azogue del mismo cristal, pero muy lejos de las cuentas del cuento de los pingues
beneficios.

Ahora que se termina este año, sexto de micología sevillana,
sexagenario en lo de la Encarnacion en sus tres modalidades, que terminare
septuagenario y sin puerta, para continuar al menos hasta que algún día las
responsabilidades, si es que no quieren acabar con esta decadente plaza de
abastos municipal, y la lucidez del consistorio les lleva a tomar medidas en
principio paliativas, y posteriormente cuantas fueran lo suficientemente
drasticas para su total recuperación, o
todo lo mas dilatare por breve tiempo antes de dilapidar aquello que siendo jaula bajo asbesto hace cuarenta años
tenía un valor siete veces mayor del que alcanza esta jaula dorada en la que
para muchos, sin entradas ni salidas, se hace difícil acabar el mes, por suerte
en Diciembre se esperan mejores ventas para acabar el año.
“Sine ingressu anno, post annum” que quiere decir otro “años
sin entrada, año sin salida”…. Ya sabéis UNA PUERTA
Sevilla a 1 de Noviembre de 2016
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