viernes, 18 de noviembre de 2016

La baja temeraria-
Repasando este cuento interminable de lo de la Encarnacion, cuentas mal dadas y peor repasada a pesar de la enorme cantidad de economistas y especialistas que debieron de detectar lo que parecía inminente.  Sorprendía que en principio el error estuviera en la adjudicación de la obra, pero acaso fuera peor suspenderla una vez iniciada y abonar el lucro cesante y los costos al adjudicatario. Ya sonaba raro lo del concurso, cosa que no se había realizado con anterioridad, y qué decir de la designación del secretario y la elaboración de unas enrevesadas bases que costaba de entender hasta por los propios arquitectos a tenor de las múltiples consultas que se realizaron.
Se podía entender que se cursaran cientos de invitaciones a estudios de todo el mundo, y que el jurado “internacional y de prestigio” apenas conociera un par de ellos la ciudad, para eso estaban con CD, poco importa ya una vez que pasaron doce años donde se inicia este llamado fruto del papanatismo del poder, por un prestigioso arquitecto, aunque también otros dijeron del  micologico conjunto nada menos que se trataba de arquitectura de vanguardia elemento dinamizador de un eje comercial decadente en eso como elemento transgresor sacaría a esta anquilosada ciudad, y hasta el propio autor her Mayer, se despachó a gusto con lo de que con sus setas Sevilla estaría en el mapa, para aplauso de los palmeros.
Y llegaron las «Setas»
(De Sevilla ciudad por abc) El año 2004 es clave para la plaza de la Encarnación. El Ayuntamiento decide poner en valor este céntrico espacio y convoca un concurso de carácter internacional. Busca un proyecto que aunase un mercado de abastos, una plaza pública y un espacio destinado a museo arqueológico. Al concurso concurren 65 proyectos y el jurado se decanta por Metropol Parasol, del arquitecto berlinés Jürgen Mayer. El más caro de todos.
Las obras se inician el 26 de junio de 2005. Y, poco tiempo después, salta la noticia. La prestigiosa empresa Ove Arup & Partners remite un informe técnico al consistorio sevillano informando «que la construcción de la complejísima estructura del Parasol, tal y como estaba concebida no era realizable», pues el arquitecto únicamente había realizado un proyecto básico que excluía las pruebas técnicas, por lo que no había tenido en cuenta la inexistencia de una tecnología apropiada para llevarlo a cabo.
Pero la intención del Ayuntamiento sigue aunque haya que esperar hasta 2009 para que los ingenieros diesen con una solución al diseño de Mayer. Se sustituyó el metal proyectado por madera, lo que supuso un incremento en el presupuesto de 25,8 millones de euros. Las obras siguen. ‘Metropol Parasol’ se inaugura el 27 de marzo de 2011, con cuatro años de retraso y un sobrecoste de casi el doble de lo inicialmente proyectado. Las «Setas» costaron a los sevillanos ciento veinte millones de euros  
Texto de Sevilla ciudad por Abc, de Pepe Barahona con fecha septiembre de 2014
Lo cierto es que van por algunos mas sin contar el edifico desafectado de Hacienda por nada menos que por cuarenta años a partir de la inauguración de un supuesto hotel que por el momento ni punta se le ha sacado al lápiz.
Ya en su momento se hablo de la baja temeraria, pero el caso es que los damnificados concursantes para la obra, que algo debían de saber de costos y plazos, también sabían con quien se jugaba y optaron por dejar hacer. ¿Pero y los técnico en economía municipal? Pues como que no hicieron ninguna cuenta.

 Sevilla a 18 de Diciembre de 2016

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