La baja temeraria-
Repasando este cuento interminable de lo de la Encarnacion,
cuentas mal dadas y peor repasada a pesar de la enorme cantidad de economistas
y especialistas que debieron de detectar lo que parecía inminente. Sorprendía que en principio el error estuviera
en la adjudicación de la obra, pero acaso fuera peor suspenderla una vez
iniciada y abonar el lucro cesante y los costos al adjudicatario. Ya sonaba
raro lo del concurso, cosa que no se había realizado con anterioridad, y qué
decir de la designación del secretario y la elaboración de unas enrevesadas
bases que costaba de entender hasta por los propios arquitectos a tenor de las múltiples
consultas que se realizaron.
Se podía entender que se cursaran cientos de invitaciones a
estudios de todo el mundo, y que el jurado “internacional y de prestigio”
apenas conociera un par de ellos la ciudad, para eso estaban con CD, poco
importa ya una vez que pasaron doce años donde se inicia este llamado fruto del
papanatismo del poder, por un prestigioso arquitecto, aunque también otros
dijeron del micologico conjunto nada menos
que se trataba de arquitectura de vanguardia elemento dinamizador de un eje
comercial decadente en eso como elemento transgresor sacaría a esta anquilosada
ciudad, y hasta el propio autor her Mayer, se despachó a gusto con lo de que con
sus setas Sevilla estaría en el mapa, para aplauso de los palmeros.
Y llegaron las «Setas»
(De Sevilla ciudad por
abc) El año 2004 es clave para la plaza de la Encarnación. El Ayuntamiento
decide poner en valor este céntrico espacio y convoca un concurso de carácter
internacional. Busca un proyecto que aunase un mercado de abastos, una plaza
pública y un espacio destinado a museo arqueológico. Al concurso concurren 65
proyectos y el jurado se decanta por Metropol Parasol, del arquitecto berlinés Jürgen
Mayer. El más caro de todos.
Las
obras se inician el 26 de junio de 2005. Y, poco tiempo después, salta la
noticia. La prestigiosa empresa Ove Arup & Partners remite un informe
técnico al consistorio sevillano informando «que la construcción de la
complejísima estructura del Parasol, tal y como estaba concebida no era
realizable», pues el arquitecto únicamente había realizado un proyecto básico
que excluía las pruebas técnicas, por lo que no había tenido en cuenta la
inexistencia de una tecnología apropiada para llevarlo a cabo.
Pero la intención del
Ayuntamiento sigue aunque haya que esperar hasta 2009 para que los ingenieros diesen
con una solución al diseño de Mayer. Se sustituyó el metal proyectado por
madera, lo que supuso un incremento en el presupuesto de 25,8 millones de
euros. Las obras siguen. ‘Metropol Parasol’ se inaugura el 27 de marzo de 2011,
con cuatro años de retraso y un sobrecoste de casi el doble de lo inicialmente
proyectado. Las «Setas» costaron a los sevillanos ciento veinte millones de
euros
Texto de Sevilla ciudad por Abc, de Pepe Barahona con fecha septiembre
de 2014
Lo cierto es que van por algunos mas sin contar el edifico
desafectado de Hacienda por nada menos que por cuarenta años a partir de la inauguración
de un supuesto hotel que por el momento ni punta se le ha sacado al lápiz.
Ya
en su momento se hablo de la baja temeraria, pero el caso es que los
damnificados concursantes para la obra, que algo debían de saber de costos y
plazos, también sabían con quien se jugaba y optaron por dejar hacer. ¿Pero y
los técnico en economía municipal? Pues como que no hicieron ninguna cuenta.
Sevilla a 18 de Diciembre de 2016
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