miércoles, 9 de octubre de 2013


En otro tiempo

 

Cuando el tiempo rosa, de cuentas rosas, de números rojos, la responsabilidad atendía las peticiones de los pobrecitos placeros a lo que había que mimar después de tantos años sufriendo. Esta frase del doctor, fue titular de prensa en la noticia.

Era un tiempo en el que raro era el día que de la casa grande no llegaba un emisario para confortar a los enjaulados  placeros, que permanecían desde el anterior Régimen, y  que aguardaban en  el silencio esta nueva promesa de salida en la esperanza de un futuro por el momento, (en aquel momento) imprevisible.

Que decir, que como premio al fidelísimo observado y la buena conducta en rosa, que se condonara el pago de las tasas y ahí es na, corriera por cuenta de las arcas el costo del alquiler que ocasionaba la provisionalidad. Aquello si que era un detallazo.

Creo que gracias a la generosidad demostrada mas de uno pudo continuar formando parte del reservorio durante los años que aun faltaban para premiar las setas, adjudicar las setas, comenzar la cimentación de lo de las setas, encargar la madera, recibir el informe negativo de las setas, modificar las setas parar la obra de las setas, dimitir el concejal de la sinergia de las setas, encontrar el pegamento para las setas, dimitir el concejal de la madera, poner foto fija para el seguimiento on line en lo de las setas, contentar a los pobrecitos placeros con un equipamiento de cuatro millones cuatrocientos mil euros, aun  a costa del informe desfavorable, entregar las carteras negras, que el nuevo concejal apretara el ultimo tornillo, comprobar el laberíntico trazado, modificar los mostradores que se realizaron mal, e inaugurar con una puerta falsa de decoración, la primera parte del polietapico conjunto multidisciplinar, nada menos que un domingo.

Todo y mas, como muestra del cariño que demostraba en su responsabilidad, (luego parece que ha sido irresponsabilidad) ya que no le hacia ascos a otorgar voto de calidad para lo de las setas, ni le parecía preocupar algo mas allá de terminarle a los pobrecitos placeros su querida plaza.

Si mal no fue para todos, cierto es que algunos salieron en desbandada a nada que se acabaron las sesiones de foto en la azotea, mostrando al mundo la plaza de la Mayor indignación, pues al poco fue tomada por el movimiento de indignados que de ella hizo su bandera, al igual que referencia de salida de campaña.
Era otro tiempo, evidentemente, lo lógico era que con el cambio también pudiera aparecer la rectificación, y todo a tenor de algo tan simple como es una puerta, algo que claramente deja ver la guasa teutónica yel aplauso a la patochada, que ni tan siquiera cumple con la Ley de Accesibilidad.

La responsabilidad, entonces irresponsable, parece que no tenga el menor interés de hacer algo positivo por este icono rosa de titularidad municipal, teniendo mas allá de las sobradas razones, la de como es la de evitar que mas personas caigan en la trampa de buscar la puerta que el alemán no hizo, y aquí le aplaudieron la gracia.

Pero es por esto, que cada día me permite ver, que sin rectificación seguimos en el mismo tiempo.

Sevilla a 9 de octubre de 2013

Francisco Rodríguez Estévez

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