jueves, 17 de octubre de 2013


Contacto

 

No crean que pueda ser algo fácil, tener un contacto con la irresponsable responsabilidad, pues sin responsabilidad, aun siendo responsable, súbitamente queda como irresponsable, y así no hay manera.

Dijo el doctor, ahora irresponsable, una perla de colección que guardo, y a veces la muestro, cuando fue preguntado por lo de la Encarnación, y este aseveró “que no se explicaba por que no se entendería”, y es  ahora cuando a duras penas puedo comprender el enigma de sus sabias palabras, dichas en la responsabilidad de entonces, pues ¿cómo se puede entender donde está la irresponsabilidad responsable, si la responsabilidad es irresponsable?

 El caso es que en el caprichoso icono de las setas, 123 millones de euros se contemplan, hay un lugar donde no si dificultad se puede acceder, justo al sitio donde pudieron retornar un tercio de los placeros del la provisionalidad eternas, y que le dicen mercado de la Encarnación.

Aquello hace parecer que nos encontremos mismamente en un laberinto que, entre las enormes columnas, su galimatico trazado, el desordenado viario, las puertas aleatoriamente colocadas, con espacios de imposible paso, de luces mortecinas, suelo de granito poroso, sumideros de rejillas,(inapropiados), y faltos de aireación renovadora para evitar la concentración de olores, así lo hace perecer y por mas que nos pese, acabaremos por llamarle plaza de abastos municipal, aun sabiendo que  la filacteria le viene demasiado grande a “ese fanal” que mas parece maraña anticomercial de calles muertas y sin paso, y que  junto con otros “detallitos” atesora esta vanguardia que tantos aplausos cosechó de los irresponsables del reservorio, antes de que se dieran a la huida,  aunque otros, mas acertadamente,  llegaron a calificar de papanatismo.

¿Qué puede importar nada ahora?, salvo que resulta cuando menos inexplicable y difícil de entender  que una vez establecido el difícil contacto con la responsabilidad que esta sea irresponsable, es decir que lo de la puerta automática, cuando menos para cumplir la Ley de Accesibilidad, la responsabilidad corresponde a otro responsable, pero que la responsabilidad en lo de la Encarnación, no es de un solo responsable ya que el mercado tiene algo que no se entendería como es la responsabilidad compartida por dos partes, la publica, que no tiene nada que decir, y la privada, que cuando menos ha dejado claro que quiere cobrar, no se sabe cuantos millones. Mientras, la puerta, como un personaje de Pirandello, buscando su autor, nos relata mil historias de cada día que pasa, como cuantos pasan buscando una puerta inexistente.

Hace unos días los alumnos de colegio nuestra Señora del Patrocinio, de San José de la Rinconada, sus tutoras y profesoras formaron el mayor grupo de cuanto, en vano intento por entrar, cayeron en el trampantojo que para sus risas hizo el alemán, y resulta mas que lamentable no solucionar esto y tener que contemplar esta escena a diario, crean si les digo que es algo que no tiene ninguna gracia. Ni responsables.

Sevilla a 17 de octubre de 2013

Francisco Rodríguez

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