sábado, 5 de octubre de 2013



El turismo

 

En el grupo de turistas, formados por personas procedente de China, una de ellas, en perfecto español, explica el porque durante esta semana hemos atendidos a tantas personas venidas de tan lejano lugar, y no es otra que coincide con el hecho de que desde el primero de Octubre, disponen de ocho días de obligadas vacaciones, y sin duda la marca España está muy promocionada.

Otra cosa es que aquí, en lo de la setas, se les hagan caer como chinos, buscando una puerta de entrada, precisamente donde no la dispusieron, justo en el lugar en el que hasta a los chinos intentan encontrar.

Como cabe imaginar la vergüenza de lo de la puerta es una vergüenza ajena, tan solo por que los responsables, aun sabiendo de oídas esta circunstancia, en ningún caso han tenido a bien comprobarla, pues cabe suponer que no solo son los chinos los que se dan el chasco que tanta risa le debe de estar causando al berlines.

La mañana de hoy ha sido algo realmente  triste y vergonzoso, posiblemente no haya superado a otras ocasiones en el numero de los frustrados intentos de encontrar la puerta inexistente, pero si ha logrado ser la que en numero de chinos, debido a los numerosos grupos, que defraudados desistieron en pasar.

A última hora, cuando las posibilidades de venta eran remotas, me llego uno de estos grupos de chinos. Evidentemente me venían buscando, pues de no haber sido así difícilmente se hubieran molestado en encontrar la puerta que queda abierta pasada las tres de la tarde.
 Se trataba del mismo grupo que atendí en día veinticuatro de Junio, en el que acompañaron a la experta en gastronomía internacional Penny Dai. Al recordarlos me di cuenta de que no todos son iguales, aunque se parecen.

Pero mas increíble me pareció la fidelidad de estos, no por la memoria gustativa de un jamón excelente pues eso era evidente,  mas que se acordaran de mi nombre, y que me informaran acerca del trabajo que Penny Dai, en el que a tenor de las preguntas y las fotos que me hizo esta, seguro que algo recogerá de su visita a mi puesto de la Encarnación en algún apartado del documento que está elaborando sobre la gastronomía en España.

 Nada me gustaría mas que tuviera aunque fuera una sola foto,  y que esta pudiera ser la que muestro el lugar exacto en el que no existe la puerta que tantos chinos buscaron en el día de hoy, seguro que será un atractivo turístico de primera magnitud, una sugerente idea para la Delegación de Turismo, al objeto de que se sortee una mini vacaciones, entregándose un numero a todos aquellos, incluidos lo chinos, que  encuentren la puerta inexistente.
 
El turismo es así, que cualquier cosa tiene su interés, a tenor de cuantas fotos hacen a la fuente bulto, a la ternera de poliéster, a la columna amarilla, al súper-jamón de papel, e incluso a otros turistas buscando la puerta.
Puedo asegurar que como no se chino, naturalmente no les entiendo en lo que dicen al observar como en el exterior otro grupo pretende inútilmente encontrar la puerta, pero a tenor de las risas, como al berlines, esto les parecerá cachondeo.
Tampoco les  podría decir  que les parecerá todo esto a los responsables, ni si se ríen o siguen tocando palmas, pero  en mi parecer  tengan seguro que dar este espectáculo a diario, es sin duda un situación de descredito continuado por que se trata de algo lamentable.

Sevilla a 5 de octubre de 2013
Francisco Rodríguez Estévez

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