jueves, 27 de enero de 2011

Haber, claro que hay. Seguro que hay

A ver, a ver, si espabilamos

En la dormida ciudad, en la que a los sueños les llaman construcciones, justo en el lugar que acaso, por su silencio, habite el olvido, encrucijada de la historia, sitio emblemático al que por horror le robaron los cielos y le contaminaron la fuente, enclave de “almeja”, y “urinarios” de toda la vida, donde la madera putrefacta se hará hongo para auto devorarse, y la sombra crece, a lo largo como la del ciprés, hasta los confines de la inclinación del campanario que se quiebra en el “decumanus”, por San Pedro, donde los “ficus” inspiraron la tontería, antes doblada que partía, como fustes de setas retorcidas de un proyecto imposible, a veces, pocas, la cosa, tiene su cosa.
En el sueño construido en el sueño, la regeneración de la zona degradada se hace objetivo, y el sueño, como un polígrafo de la verdad dice que hacerle eso a lo de la Encarnación tiene otro nombre. En el sueño de la carambola, de la “ciudad de palos” el maderamen finlandés esconde en el onfalo que antes que tontería fuera aparcamiento en el centro de la “callada mariana”, nada mas y nada menos que lo poquito que queda de la “tierra de los conejos”. Todo un sueño.
La Hispalis de la Hispania, escondida entre gigantescas vigas alveolares, acabará mostrando a la Gorgona “medusa” por las paredes, y quien sabe si hecha un “basilisco” no deja caer su ira de verse colgada y fuera de su lugar.
Ceres espera, lleva años sin impacientarse, soñado como los placeros el regreso. Mientras pasan los días que faltan para la llegada del año del conejo, las teselas van colocándose donde “buenamente” se puede, hasta completar las existencias, ya que a falta de tesoro, lo mismo no se sabe en que “idus” (de Marzo naturalmente), la colonia puede abrir su escalera, con entrada por Imagen, si bien no esta todavía concretado el año. Aunque según los “mayas” esto se acaba en 2012, chispa más o menos igual que el mercado amarillo, que no hay que ser maya para vaticinar el futuro en la tierra de conejos.
Las apuestas de lo de la madera, ¡mas madera!, están en que los andamios se retiran para finales de Julio, principio de Agosto. Ave Cesar. ““a ver”…… si cambia la cosa.
Sevilla a 27 de Enero de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

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