miércoles, 19 de enero de 2011

Cuando se acabe (el misterio)

Bajo las setas


El destartalado mercado, que mas tiene parecido a galería, con solo un mes de abrir “su puerta”, ya nos deja apreciar todas sus carencias, pues, una vez pasada la cortísima bulla inicial, la de la novedad, la tranquilidad se ha dejado notar, y el transito y la afluencia se ha vuelto mas que comedida escasa.
Ni que decir tiene que también los gastos, los nuevos, y los de sorpresas, han hecho su aparición, estos con largueza.
Lo cierto es que se acabó el tirón, y toda la amplísima batería de eventos que se tenían preparados para animar el cotarro, y dar a conocer mundialmente este emporio comercial, se nos quedó en la batucada, acompañada por el clamoroso éxito de la “gran pitada” vecinal.
Acto sorpresa, aunque previsible, este que tuvo difusión por sonoro no solo en los medios locales, que por suerte se hicieron eco del acontecimiento, ni que decir tiene que tuvo mas resonancia en el mundo mundial, el despliegue policial, y el despliegue de las pancartas, que el despliegue de la cortinilla que escondía la placa, con nombre y fecha, aunque todos pensaban en la cinta, y en el azulejo.
Con enero vencido nadie sabe la fecha definitiva en la que se pueda afirmar con certeza que lo de la Encarnación esta totalmente acabado, se puede afirmar que ni para cuando las urnas, fecha previsible desde hace muchos años, pero lo mismo, si no vuelven los autobuses a la Encarnación, y si no se suprime la restricción del trafico privado, lo que se acaba no será ni el icono, ni el tiempo rosa, ni mucho menos el “antiquarium”, ni la venta de locales, tampoco el “planetarium”, ni tan siquiera la colocación de las fotovoltaicas para la sostenibilidad, ni la elevación del suelo de poroso y sucio granito, cuando menos para que se corrija la altura de las elevadísimas virinas.
Que les digo, que se puede acabar antes del desconocido final, pues lo mismo terminan haciendo de nuevo los puestos, esta vez con mezcla y ladrillos, cansados de no acabar nunca de repegar los paneles de formica amarilla. Lo mismo acontece que, incluso puede ser que algún die llegue el metro centro sin catenarias hasta la Encarnación, y puede ser que hasta la azotea-botellodromo acabe convertida en “burgerland” con sus palacios de las tortas de carnes. Carnes de la Encarnación.
Y las escaleras, la cripta, y el revestimiento, como tres necesidades de lo de la Encarnación puede ser, vomitorio, mingitorio y letrina, antes que incluso, si en breve, apenas le colocaran unos banquitos, y distribuyan los diarios gratuitos en “la puerta”, que aquello pueda pasar a ser el verdadero paraíso del jubilado, como zona de paseo integrados en la ruta de la tercera edad-
Pero lo mismo, si la grafica comercial sigue en vertiginoso descenso que acaba de tomar, ¿quien dice que lo de la sostenibilidad en lo de la Encarnación no deja de ser el misterio de toda la vida?, y empieza a parecer que todo aquello se haga milagro, especialmente el de como llegar a la inauguración. Lo cual si que será todo un misterio.
Sevilla a 19 de Enero de 2011
Francisco Rodriguez Estevez

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