domingo, 23 de enero de 2011

Bautizo de setas

La tontería

Todo parece indicar que lo de la Encarnación permanecerá mientras dure la madera. Será un tiempo por definir, que hace pensar que puede ser breve cuando, por el elevadísimo costo en su conservación, cabe la posibilidad de que algunos años se queden sin presupuesto municipal de mantenimiento, lo cual aceleraría la finalización del proceso vital de las laminas de maderas expuesta a los rigores climáticos, a los ataques xilófagos, y a la desconocida respuesta del pegamento empleado, junto a la oxidación de los pernos metálicos, entre otros factores que, como la pudrición, las filtraciones del poliéster, el ensamble de cremallera, y el anidamiento de las palomas conducirán irremisiblemente al deterioro del micologico puzzle.
En las apuestas que se hacen sobre que durara mas si los placeros en el mercado amarillo, o la madera de los parasoles, no hay color, lo que mas durara en lo de la Encarnación es la llegada del metro a la estación “Metropol”, eso si que va a durar, se habla de hasta dos provisionalidades. (Provisionalidad: Dícese del periodo de de tiempo que se llevaron los pobrecitos placeros en el reducto franquista, hasta que a la fuerza fueron sacados y conducidos al lugar inaugural, de un proyecto imposible, e inacabado, y cuya duración se cifra en 37 años, 2 meses y 19 días, mas 9 de los bisiestos, que hacen un total de 13.576 días)
Ahora la tontería está, una vez que la cosa no tiene remedio, ni solución, que es lo que se dice de la muerte, en algo tan difícil como puede ser nada menos que en no perder la esperanza, por mas que tuvo que ser el día en el que pasó aquello, precisamente, para que no se nos olvide nunca lo ocurrido, y esperar que de una vez por todas se coloque toda la madera que haga falta para que los parasoles puedan ser bautizados como Dios manda, y lo mismo el uno es Norte, como la puerta del antiguo mercado, que por distinto pueda ser seta Regina, como quiere el padrino que se llame, pues no es lo mismo ser el padre de la setas, alemán de toda la vida, que ser hijo de zeta, por muy putativo que se quiera.
El Parasol Dos, Seta de Poniente, Parasol Ceres, por aquello de poder colocar, en la pieza de nueva creación a la que se puede definir como “ arrinconada embolsadura” de poniente, nada menos que a la estatua de Vasallo, antes de que se convierta en basurero, al que su padrino ha propuesto, que tontería, seta Gestoso (ni me imagino a Don José, patrimonialista de toda la vida, consintiendo semejante cosa), para que finalmente pudiera el vulgo llamarla de los urinarios, que de siempre los hubo, de la Venera, por la almeja, o de Neptuno, por la puerta del antiguo mercado, y si tiramos de historia podría rotularse “del perro”, que así se llamaba la calle en los tiempos de Olavide.
Y al Parasol tres, seta alcázares, parasol del Coliseo, seta de cemento, parasol de Levante, parasol de sombras invernales, parasol que conduce al nivel 2 de la panorámica, antes terraza de eventos, y seguro botellodromo, y de allí, directo al balcón, antes mirador social, antes nube, antes que colocar las obligatorias células fotovoltaicas para la sostenibilidad.
Al parasol cuatro, seta Laraña, la raña, la ra ña, con stipe, soldado y umbrela, con fuste de hormigón, pero sin parada de metro-centro, caso digno de abogado de tal calibre que pudo cambiar por sus meritos en el derecho a la calle de la Compañía de Jesús.
Parasol cinco, seta de imagen, a imagen y semejanza, como la tontería, esta tenia que aguantar el paso de la gente, puente de plata para los enemigos de la modernidad y el papanatismo, contaminante descrito en la Ley de Patrimonio de Andalucía, abortada boca de metro, del perimetral aparcamiento, puerta de Oriente, Encarnación, puerta Osario, Nervion, de estrecha imagen por la que el tranvía llegaba, seta del tranvía, parasol de la rampa.
Parasol seis, seta de Pellon, de “puente”, de desacertado, intruso de la plaza, la de la Encarnita, plaza creada con el primer ataque a la plaza que los franceses abandonaron cuando se enteraron de que la Pepa se había levantado en Cádiz, mientras la Carmen se acostaba en Sevilla con mas de un gabacho. Seta hija de zeta, con ese de Sevilla. Seta de Dados, ¡a jugar!, seta de bromas. Lo dicho, por el momento lo de la Encarnación no deja de ser eso. Y lo demás es tontería.
Francisco Rodriguez
Sevilla a 23 de Enero de 2011

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