domingo, 2 de enero de 2011

GAZAPOS

Año nuevo

Son por las cosas del calendario las que nos hace empezar este nuevo con dos jornadas de continuado descanso, acaso para solidarizar a los ociosos en una fraternal piña con los ocupados y los desocupados. ¡Fiesta para todos!
Una vez pasado el año inaugural, de la primera fase de lo de la Encarnación, será en este año nuevo, el de la anunciada despedida, cuando se lleven a cabo las fases que faltan, pues no es cosa de andar con nuevas demoras teniendo en puertas el amenazante 2012, en el que según los mayas, todo se acaba. (Lo mismo que sea Zoido, o que pueda ser Espadas).
Por el momento este de 2011, que comienza con dos días de descanso reparador, en el que las subidas de la energía nos cogerá en la cama, lo pongas o te lo quite, (con motivo de paliar los efectos secundarios del incremento derrochado del uso incontrolado), y mira por donde, en lugar de que eso pueda generar placer y confort, el “control” que se ejerce solo nos producirá una alferecía, o cuando menos una frustración a la domótica, y a la nanotecnica, si por tal causa tenemos que volver a la manta zamorana, al búcaro de Lebrija, y a la bicicleta, para paliar los efectos que cause semejante medida.
Y es que sin poder utilizar el coche para llegar al metropol, que nunca tendrá estación de metro, parasol, que se olvidaron las fotovoltaicas, sin autobuses, ni metro centro que permitan acceder a los posibles clientes, con una subida en el tabaco, que le han convertido en vicio de ricos y fuera del alcance de las pensiones congeladas como cubitos para enfriar el gazpacho, y encima, lo único que aumentan es la edad de la jubilación, ya me dirán si eso es gato, o liebre, por el nuevo año.
Acaso por ser el año de la liebre en el calendario chino, también llamado del conejo, conejo de metal, y aunque empieza en Febrero, por lo menos, ese nos cogerá levantados de la cama su comienzo, ya que cae en laborable. Año de suertes, y de trabajo, para los chinos, este año del conejo, de la liebre en Taiwán, (ya sea Juan Ignacio, que solo Juan), en la que tienen que producirse los cambios que tanto deterioro con anterioridad se produjo en los años de los otros animales que antecedieron.
Como mucho me temo que la predicción maya se cumpla, y todo se acabe para el año 2012, año chino del dragón, y sus cinco elementos a saber, tierra, agua, metal,fuego y madera,¡mas madera!por lo cual, en llegado a este punto lo mismo ni me preocupo en adelante de pedir que minimamente por higiene le cambien el suelo a lo de la Encarnación, ni que por ahorro energético le pongan las fotovoltaicas para la sostenibilidad,ni formulare reclamacion alguna al prorrateo, del "ya te veré", y poco me importará que el “planetarium” de bombillitas, fuera un “gato”, como “Emblemático”, que las escaleras queden convertidas en botellodromos, que la plaza publica esté privatizada, que la Gorgona Medusa quede colgada en alguna pared, a falta de “in situ”, y el horno romano sea una copia, que Ceres se quede raptada en el zulo para siempre, que la calle de los indigentes tenga integrado un dormitorio acogedor, y ppara nada me interesará que nunca se pueda saber cuanto llegó a costar el micologico icono.
Nadie puede prever que sucederá cuando llegue el año del conejo, año chino del conejo de metal, año en el que si se quedara colocada toda la madera que aun le falta a lo de la Encarnación por llegar, pudiera ser que aquello totalmente revestido forme parte de otra fase del largo proceso inaugural, previsto para este año nuevo. Año del gato, del conejo.Año nuevo.
Sevilla a 2 de Enero de 2011
Francisco Rodríguez

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