miércoles, 29 de diciembre de 2010

Un caballo, un reino, un puesto........

Los palos del sombrajo

No es que lo de la Encarnación se pueda caer por mor de la nieve, como la cubierta que se desplomó por no tener las medidas de seguridad que aquí se han empleado con el correspondiente estudio glacial. Mas que nada por aquello de que cuando nos caiga la nevada, cosa que no se descarta, lo de la Encarnación de momento,y si acaso, solo te pueda hacer caer de espalda, pero de risa, e incluso congelarte la sangre, con solo conocer los números de esas cuentas que nadie hace, y esos no son de broma.
Como para reforzar la cubierta, previniendo las posibles cargas de nieve,y al objeto de poder evitar el desplome por sorpresa y que no pueda acontecer, por tal motivo, ninguna desgracia, se tomaron toda clase de medidas técnicas,aprovechando la gran demora "de estudios", razón suficiente por lo cual se empezó a “elevar” aquello, y eso sin contar con las medidas de seguridad para la caminata en las alturas, también llamado paseo intercolumnio, incluso mirada social.(Mas madera)
Es evidente que las cuentas pueden helar la sangre a cualquiera que las hagas, pero por lo que acontece mas parece que nadie hace. Debe de ser por aquello de los frios que son los numeros de las cuentas, y puede que lleven razón,¿para que?.
No ha transcurrido tiempo suficiente para tener opinión constatada de lo que puede ser el futuro de esta nueva provisionalidad, en la que ninguno de los nuevos subarrendatarios alcanzaran la cota que la mas eterna de las provisionalidades les llevó con anterioridad. Seria incluso temerario hacer un juicio de valor, (cuando solo han pasado pocos días desde que abrieron la puerta de cartón-piedra), sobre el devenir de tan extraño establecimiento comercial, y que por su “modernidad” podría afirmarse que cuando menos salió raro.
Los subarrendados, que ya no son industriales, ni serán comerciantes cooperativistas, ni placeros, pues ya ni tan siquiera tienen plaza, posiblemente estén haciendo cabalas, el caso es que sin hacer las cuentas de la vieja, y dejando además que las nuevas cuentas se las hagan otros, como que mas que vendedores acabaran vendidos, y es que en la nueva provisionalidad, la mas amarilla de las provisionalidades, donde manu militari, los placeros, con la fuerza del susto, no solo están perdiendo su personalidad, también se dejan arrebatar la palabra, que es lo único que les queda bajo los palos del sombrajo, y que se les puede caer, sin darse cuenta, apenas lleguen los fríos que hielan la sangre , los fríos recibos de pagos, los fríos gastos, los fríos costos, los fríos impuestos, los fríos de los fríos que nos traerá este 2011. Tanto tiempo esperando, y ahora, ¡que podrían ofrecer, por una manta! Acaso un reino, un caballo, un ¿puesto?.
Sevilla a 29 de Diciembre
Francisco Rodríguez Estévez

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