lunes, 13 de diciembre de 2010

El encargo

El reportaje

Lleva la Encarnación provisional una rachita que no pasa un solo día en el que no aparezcan varias personas pertrechadas de buenas maquinas digitales dispuestas a capturar hasta el mas imperceptible detalle de esta provisionalidad que fenece sin que le llegara la hora.
Tenia que haber estado acabado lo que están haciendo en la Encarnación, pero con lo de las elecciones municipales aparecieron unas prisas de tal magnitud, que nadie se explica como se ha podido recepcionar esos metros que forman parte de un proyecto mayor. Una inauguración parcial, que difícilmente, por no decir imposible, hubiera sido permitida su apertura, de no haber sido esto una actuación municipal.
Llevan en la Encarnación bastantes semanas siendo batidos por los flashes que continuamente disparan todas las personas que quieren llevarse con el disparador la mismísima esencia del mercado, el alma de la provisionalidad.
Acaso piensan que puede haber un concurso de fotos organizado por el Área de Cultura, con este tema, “La Encarnación en el Recuerdo”, que tal parece, por el modo de escudriñar lo mas recóndito, como queriéndonos decir que no se abandone aquello, que quieren que se conserve, y como eso ya no puede ser, pues entenderán que se le tiene asignado el fatal destino al ultimo ejemplo de construcción efímera del tardo-franquismo, y de haber aguantado doce años mas, lo mismo ni se puede tocar un solo tubo del bidonville.
Son tantos los fotógrafos, que uno de los que ha realizado su “trabajo” hoy evidentemente era un profesional, pues con sus varias cámaras, los distintos objetivos, y el enorme trípode así lo indicaba. Este venia haciendo sus disparos hacia lo mas absurdo, los montones de cajas, los elementos mas deteriorados, los cachivaches por en medio, como no pude evitarlo, no dude en preguntarle por que estaba haciéndole fotos a los peor que se podía ver allí, y en especial eso primeros planos en escorzos tan insólitos que nadie sabría su la caja estaba volando, o la pata de pollo corresponde a una ceremonia antillana. El caso es que buscaba los peores planos intencionadamente, de hecho incluso amontonó papeles y basura para conseguir una composición, y le indiqué que si quería conseguir horrores que fuera directamente hacia el nuevo sitio, ese que será inaugurado el próximo Domingo, y deje de fotografiar la podredumbre de los estertores de un lugar entrañable que durante muchos años nos facilitó buscarnos la vida, cosa que nadie sabe que deparará en el futuro este al que nos envían. Allí encontrará el suelo más sucio que pueda imaginar, y además sin estrenar, allí puede comprobar el absurdo diseño de lo desproporcionado, de lo asimétrico, de lo desfigurado, lánguidas luces, y paredes de formica amarilla, mostradores de altura desmesurada, espacios muertos, rincones imposibles, columnas descomunales, y hasta una puerta de mentira. El fotógrafo me dijo que estaba haciendo un trabajo por encargo, y seguro que se imaginan de quien.
Sevilla a 13 de Diciembre de 2010
Francisco Rodriguez Esievez

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