Cuestion de suerte

La flor

Hay quienes dicen que cuando la suerte está de cara se tiene la flor. Pero los imprevisibles caprichos de la diosa Fortuna tambien pueden dar la espalda, y entonces no hay flor que valga.
Algo debe de haber, cuando, desde que le metieron mano despareció la estrella, y cuando le metieron la pala, aparecieron las sombras.
Coincide en el tiempo, que la cosa del ladrillo se vino abajo a nada que se tuviera la ocurrencia del “parasol”, y a falta de “cobre”, el gafa se sustituyera por la madera.
Viene a suceder que, al igual que el arco, la clave, como pieza fundamental, está en saber quien soporta aquello, medidas de seguridad aparte.
Se podría pensar que todo sea la venganza de Medusa, la Gorgona que durante tantos años permaneció en la Encarnación, sin que la molestaran, y que subiéndose por las paredes, sea la responsable de que los cambistas de las argentarías tengan menos plata que las escamas encontradas el la factoría de garum, esa que en breve, según se anuncia, podrá ser visitada.
En la programación de aceptación, llamada tambien de adaptación, de tragar, se tiene previsto abrir las puertas del nivel cero, llamado “antiquarium”, fosa de la Hispalis, para comprobar “in situ” las enormes zapatas de cimentación, mas adelante, tal vez como siempre “para la próxima primavera”, si es que tienen instalados los ascensores para subir hasta lo alto, si no es posible ver las celulas fotovoltaicas, ni tampoco aparece rastro de las bombillitas del “planetarium”, al menos se podrá ver el cielo perdido.
De todas maneras estas “trompetas de muertos”, por la semejanza con esta variedad de setas, no tocaran arrebato con lo cortito que se anda, causa mas que probable para dejar el coche y tomar el bus, a falta de metro, aunque no se sabe en que andurriales se encuentra la estación del metropol de la Encarnación, y es que algo debe de tener, cuando desde que le metieron mano, la flor parece que se encuentra en otras.
Sevilla a 23 de Octubre de 2008
Francisco Rodríguez Estévez