Por suerte el móvil nos ubica y podemos estar comunicados y es que de otro modo no sucedería, es así, que incluso en ocasiones nos perdemos y es el teléfono el que nos encuentra. Tan lejos, tan cerca. A las 11, dice el mensaje-.
Falta media hora, pero estoy en una distancia mayor al punto de encuentro, no llegaría a tiempo, por lo que le modifico el lugar de encuentro al objeto de que la puntualidad pudiera ser cumplimentada.
Camino con prisa para desviarme hasta donde es posible que el autobús tenga parada conveniente, es retroceder para ganarle al tiempo, más cuando en la prisa llevo, el autobús previsible me adelanta y hace parada lejos que no me da tiempo a llegar para ocuparlo. Me he alejado, miro el móvil próximo en llegar 20 minutos, de ningún modo estaría a tiempo, por suerte un taxi pasa y me lleva al segundo punto que propuse.
Llamo para comunicar que he llegado justo, pero no la veo. Pienso, ¿estará donde me indico en principio, y no habrá leído el cambio propuesto?, me encamino y le mando foto desde donde dijo y tampoco ha llegado. Las mujeres siempre se retrasan un poco.
Vuelvo sobre mis pasos no sea que haya cogido otro de los caminos que podía optar, ni en uno, ni en otro, llego al tercero posible, desde el que le envío una foto selfie diciéndole " estoy aqui", estoico aguardo su llegada, ha pasado media hora y continuamos perdidos y sin encontrarnos.
El caso fue que no había leído los wpsaps anteriores, me decía "no corras, aun no he salido de casa", así pues pago mi impaciencia con la espera.
Justificaciones de dialogo ozores, que si tu no leíste, que si yo te puse. Caminamos hablando de lo que se inventan todos los niños cuando tienen examen, a todos nos dolió la cabeza, o la barriga, pero en ocasiones se suele estar mal y no les creemos, ella conoce muy bien las extrañas enfermedades de niños y adolescentes.
Hoy había que recoger unos encargos, y luego al super y que no se olvide ir a la farmacia, en una ruta casi de retorno por el tiempo transcurrido en este lento paseo de sabernos.
Cuando llegamos a la puerta de su casa mi pensamiento está en que suba los paquetes, mientras la espero en el bar, y después ir a una terraza a tomar nuestro zumo de piña.
Podéis creer que nos perdimos, yo creía que había subido a su casa , pero ella se dirigió a la farmacia, yo la llamaba al wpsaps ante la tardanza para decirle que era tarde, y que no bajara pues tendría que atender a todos los nietos que llegarían para almorzar, y yo, me tendría que dar prisa para adquirir, tal como hice el dia anterior, platos ya preparados para mi almuerzo.
Nuevas explicaciones de la descoordinación, más porque no escuche su voz cuando busqué el bar con urgencia mientras ella me llamaba. La tarde tendría otra historia. Asi vamos.
Sevilla a 9 de Octubre de 2025
Francisco Rodriguez
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