Cinco cosas me llegaron sin pedirla, pues si las tengo que pedir no las aceptaría, la casualidad hizo que todas empezaran con la letra P de Paco, como ella me llama, así plata (de Ley), pollo (en salsa de almendra), pastel ( de chocolate y crema sin lactosa), piedra (de cuarzo citrino), potaje (estilo Rosarito). Cinco cosas, cinco.
La IA, dice que el cinco denota persona que actúa antes de pensar, y que son muy buenos en expresarse escribiendo, gran capacidad de aprender, inconstante y con problemas con el compromiso y la disciplina, esto último fácil de corregir con la aplicación de una buena enseñanza.
Al pasear a Julieta, hoy se sumaron quienes recibén su cariño desmedido, dos brotes de su rosal, del que aun solo soy tiesto de barro, un recipiente en el que se entierre todo, y renueve la fragancia y belleza de una nueva floración otoñal, tal como realiza la dorada banksiae, que cambió sus espinas por la belleza que ofrece.
Las acompañantes de hoy, en el largo paseo de tiendas, de poca risas y escasa conversación me obligaron nada mas con la mirada a tenr que filtrar mis palabra, esas que dice no creerlas, e incluso a bajar el tono de una voz que diría que casi ni se me escucha, acaso por los gestos, que pueden caer en el termo de las puntas.
No, no me creen tampoco, por mucho que la decisión sea de lo que sea, siempre dice es algo que solo está donde solo ella sabe. No se puede ser amigo de quién te ha cambiado tanto en la vida como para aceptar asumir disciplina y compromiso como diagnostica la IA, ella dice: ser un caballero y romántico. Pero no todo es palabra e intenciones buenas como la zambra de Caracol. ¿Y la enjundia?
No prospero nada en mi deseo, dice que me conoce, para nada me conoce, cuando aun no ha sentido las fuerza de mis brazos, ni el latido de mi corazón, ni la humedad de mis labios, ni mi olor corporal, ni me vio dormido nunca, me será muy difícil que solo con palabra de paseos por intramuros, y cartas a los vientos como caballos de Lungta, pueda llegar a sentir algo tan grande, acaso mayor que el sufrimiento.
Son las espinas de la rosa las que hieren al tocarlas, mas pudo crecer y ser más hermosa desprendiéndose de las dañinas y lastimeras púas. Así es ella . Y lo sé.
Sevilla a 12 de Octubre de 2025
Francisco Rodriguez
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