Paquete,

 

Ayer al finalizar el dialogo ozores de pava gerontológica de noche y dia, de reírnos del enfado, me invitó para participar en una fiesta en secreto, y aunque dice que no, pero yo creo que ya le voy gustando.

Esta mañana abandoné la partida de billar sin haberla iniciado, hace varios días que ni juego. El mensaje es claro “A las 11.20 en el instituto. Con algo más de una hora me lleva  a la panadería e incluso a echar la primitiva que llevo años jugando, ahora será mas difícil que me toque, si tengo al alcance la fortuna de otro sorteo.

 Ahora tengo que decidir, como el Guadalquivir y no sé cómo elegir, si ir a su casa para juntos llegar al instituto, o hacerle caso y esperarla donde quedamos y  así no volvernos a perder como ayer, por ejemplo.

 No hago caso, dice que somos noche y dia, y llego hasta su casa, no coge el teléfono ni atiende el timbre. Debo de apurarme  o llegare muy justo, si ha salido antes, puedo darle alcance. Algo pasó pues media hora despues y no habia llegado.El caso es que aunque llego acelerada, estaba en tiempo de lo que le ocupaba, y yo de Julieta.

Su nieta estaba de examen, aun sin encontrase bien, por esta vez no era treta de escolares, su amplia experiencia decide que con un jarabe, que conoce sus efectos y el paracetamol todo mejoraba, y en otro caso pues acudiría al médico. No hay nada que no solucione, mas cuando fuera de clase el hambre demanda un bocadillo de salchichón del que le trajeron de Vich, Gloria bendita.

Por fin iremos a recoger otro paquete de la super compra que su hija realiza a través de su móvil. Por un momento nos detenemos  en medio de la calle, para mi sorpresa quiere que mi boca tenga el sabor de lo que ella me entrega con tanto amor, si, otra oportunidad de tener ese sabor tan suyo, y es que no tengo más que quererla, me tiene cocido....................., si y cosido al bies de su enagua como la canción  y en el pliegue de su talle. Hoy su sabor es una prueba de amor. 

Amor  de algo que me ha ofrecido sin pedirlo, como dijo Frida, si tengo que pedirlo ya no lo quiero. Aunque dice que nunca más, se que seguirá habiendo un plato para mí en su mesa, aunque no quedara mas, ella aprendió a ser generosa cuando menos tenia y ahora sabe lo que le cuesta aprender a quererme, y además que no cambie y sea como soy, creo que es para reírse de mí, porque pienso que se enfada conmigo.

 Mañana por fin recogeremos el paquete que llevamos tres días para hacerlo. Será divertido.

Sevilla a 10 de Octubre de 2025

Francisco Rodriguez