Las Facultades
Acabo de enterarme por la prensa, que el
edificio proyectado por el estudio de los arquitectos sevillanos Cruz y Ortiz,
de prestigio internacional, destinado a la nueva Facultad de
Este sugerente dato, 22 millones de
costo, debe de hacer pensar que si no hubiera sido mejor emplear los 68
millones que de momento se llevan las certificaciones de lo de los champiñones, en crear tres
nuevas Facultades en esta dormida ciudad.
Facultad para sensibilizar a los
ciudadanos de lo supone conservar, proteger, ampliar y enriquecer, el legado
histórico, cultural, comercial, urbano y paisajístico de esta ciudad, y por
ultimo
Con tanta preparación sería difícil que esta ciudad sufriera el llamado síndrome del desatino.
Ni que decir tiene que el alto coste de lo de las setas, anagrama del desacierto, aparte de no solucionar el ancestral problema a los vendedores de la arrinconada plaza de abastos provisional, 34 años de condena le contemplan, queda agravado al quedar su incierto futuro en manos de los inversores, que vete a saber si vendiendo huevos, aceitunas o chopped, resultará posible pagar el alquiler resultante.
Peor lo llevaran los vecinos que puedan permitirse, al precio de la vivienda y sus alquileres, gozar de la alargada sombra de las phaloides amanitas, cuando esta cubra el sin par botellodromo- azotea y las noches de insomnio les impidan volver, no digo a soñar, al menos a dormirse, tras el concierto de rock...
Con seguridad, de haber tenido esta
ciudad esas “Facultades”, el mercado dedalitos seria algo con más coherencia a
las necesidades, y su edificación más amable y funcional.
Lo mismo no se aceptaría que en zona saturada de bares, se permitiera un restaurante y que se desafectara un edificio de propiedad municipal, la delegación de Hacienda, para tener que buscar con las urgencias, bien en alquiler o al precio de mercado, uno que lo sustituya.
Resulta obvio que sin estudiar Medicina, nadie puede ser ejercer de medico, todo lo mas si es que cura, de curandero, que no deja ser un intrusismo. Pero en la gestión publica, obtener los recursos y administrarlos para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, cosa harto difícil, el titulo lo otorga la formación política del militante, si bien el doctorado, que lo concede la urna, puede revocarse.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla 8 de Julio de 2006
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