miércoles, 8 de marzo de 2023

Bomarzo bajo setas

 


Alquimia

Después de tantos años pensando que se trataba del vano intento de convertir el plomo en oro, resulta que esto es un proceso que se lleva a través de la vida, a veces en distintas ocasiones, al objeto de alcanzar el templo del conocimiento, que debe ser la repanocha, mas o menos como ganar el “rosco”

Este proceso alquímico que se inicia con la desmenbratio que viene a ser como en lo de la Encarnacion demoler la vieja plaza de abastos expropiada a los placeros, en el intento de una vez jibarizado el numero de estos pasarlos a la provisionalidad de asbesto, descencius ad ínferos, para que se buscaran la vida por lustros hasta encontrar la scala lapidariun que le daría de bruces con el micologico templo. Como puede observarse nada nuevo.

Cuando falta poco más de un mes, apenas cinco semanas para alcanzar los seis años desde que se inaugurara el laberintico fanal, se diría que no existe la puerta y cuanto más difícil sin entrada puede hacerse la salida, se diría que aquello buen a ser como un “bomarzo” a la sevillana y no exento en el galimatico recorrido del jardín de los monstruos en este se da la observancia de muchísimos elementos simbólicos, que acaso se traduzcan como el final de un nuevo principio que alcancen otros.

Por el contrario la difícil entrada a la laberíntica plaza municipal de abastos se hace fácil para el turismo oriental que busca desesperadamente los gratuitos aseos, en el bosque encantando de Bomarzo el recorrido no se hace en valde, pues las enseñanzas tienen su valor, allí  la tortuga marca la lentitud de las actuaciones, aquí seria la responsabilidades, allí Jano dios de la Puerta muestra sus dos caras, como aquí las responsabilidades, un el jardín la boca es una puerta,  el arquitecto duerme, la escalera se hace lapidaria como la frase del doctor de que no se entendería, y la peste, esa que poco a poco va desapareciendo a pesar de que no dispusieron del sistema de renovación de aire y sean el sistema de puertas abiertas el que lo palia. Hoy mi amigo el editor de libros, que acaso en su estado jubiloso alcanzara el templo del conocimiento ha venido a verme e interesarse por este asunto de la Ley de Accesibilidad y la puerta automática, y a nada me dijo “Paco, aquí huele muy mal”. Sabias palabras. El Ministro, para cinco años dijo  esta otra” ¿Pero, como Paco? En referencia a lo de la puerta, como pueden comprobar no hace falta viajar hasta Vitervo, para hacer del plomo, plomo. Acaso esto no se entendería, que puede pasar.

Sevilla a 6 de Noviembre de 2016-

Francisco Rodriguez

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