sábado, 2 de enero de 2021

Dia dos

 

En el veintiuno

Llega este llamado tiempo nuevo, que confiamos que le resulte fácil mejorar el pasado. Solo nos falta la llegada de los Reyes Magos, posiblemente el momento álgido de unas largas jornadas festivas que durante un mes son esperadas por todos. Ha sido difícil estas del confinamiento llevadas en el recién acabado veinte, embozados y aislados, al que se añadió en mi caso los desfavorables resultados de un TAC de columna, sin demora, para conocer el certero resultado, que tuvo que ser sufragado particularmente, de otro modo la cita solicitada para el que se emitiera en la sanidad pública por los servicios de traumatología nos llevaría al mes de Abril. No es tiempo de esperas.

Es importante recuperar la salud y determinar el diagnostico en los primeros estadios, pues mal se resuelven cuando de octubre hasta abril el paciente se queda en larga espera y mayor incertidumbre. Cierto que en ocasiones el tiempo cura, a veces dejando secuelas evitables.

El nuevo año me llega en buena recuperación en la base de varias soluciones medicinales, tabla de ejercicios, y fisioterapia, y un especial estudio del paso al caminar inestable, con la aplicación de correctores del calzado  que permite mantener el equilibrio perdido  con una pisada más segura y firme. Abril se hace tarde.

Nunca hubiera pensado nada de esto hace diez años, ni tan siquiera el pasado año. Tenía planes  que se han desvanecido como a tantas otras personas. Este veintiuno nos trae una nueva ilusión para seguir, cuando debería de parar. 

Es decepcionante, estando en un colectivo, que este estado de alarma no se haya  encontrado el futuro que aparece,  cuando nada parece aprendido de la experiencia que tantos días en perdidas nos ofreció este veinte cargado de protervia, lo mismo son enseñanzas nulas. Como diría don Manuel, tomen nota.

Es difícil cuando se lleva un solo día laborable hacer vaticinio del deseo idealizado, del sueño, cuando la experiencia propia no tiene la suma de los ajenos. 

En el Wapsap del colectivo  de la plaza municipal de abastos nos aparece una narración, un cuento, una fabula de herramientas animadas en el que se describe cuanto son importantes todos los elementos, en uso del carpintero. Otra cosa son las personas, ya Owell nos dejó hace setenta y cinco años la rebelión de la granja, como union de todos los animales, tomadas de una frase del romano Salustio,  “concordia res parvae crescunt”, pero que por fácil y entendible se hace difícil  de llevar a cabo.

En la Encarnacion, plaza municipal de abastos, ya vendría bien que se tomara la iniciativa que desde los medios nos envía uno de los últimos integrantes, acaso ha percibido lo necesario que se hace la exigencia de las responsabilidades a quien corresponda,  al tiempo que las obligaciones individuales, sumen para QUE LOS DERECHOS PREVALEZCAN, y se demanden sin laxitud, y enérgicamente que administración y concesionario hagan de esta plaza municipal un lugar comercialmente competitivo, realizando las intervenciones favorecedoras para que no quede solo en la actuación individual de los vendedores y  emplacen a   la responsabilidades que abandonen la desidiosa actitud  mostrada en esta década que termina. Lo mismo en Primavera calienta el Sol.

Sevilla a 2 de Enero de 2021

Francisco Rodriguez

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