A pesar de las aguas
que trajo el pasado Otoño, donde todo
estuvo anegado y parado, aseguran que todo lo mas será solo un mes lo que
tendremos que esperar para que empiecen, otra vez, lo de la Encarnación. Otra
vez.
Un nuevo comienzo de este beguin de beguin preparado para
cuando nos lleguen las previsibles lluvias primaverales que tantos farolillos
estropean. Así pues, cuando se estén vaciando los cantaros que tienen
que caer, y en los barros se hundan las botas de los operarios de la excavación
pendiente, comenzarán, con el retraso que le causó la indolencia, unos trabajos
que fueron calificados como prioritarios.
Tajantemente se afirma desde la administración responsable que la cosa va en serio, acaso antes todo fuera una broma. La Encarnación, tantos años, y estábamos de broma. Una broma sin fin a la que quieren poner epilogo en el prologo de esta segunda fase de la cuarta parte, del sexto proyecto, de lo que con seguridad, a este paso, culminará lo que será la trilogía del misterio, del misterio de la Encarnación.
Tajantemente se afirma desde la administración responsable que la cosa va en serio, acaso antes todo fuera una broma. La Encarnación, tantos años, y estábamos de broma. Una broma sin fin a la que quieren poner epilogo en el prologo de esta segunda fase de la cuarta parte, del sexto proyecto, de lo que con seguridad, a este paso, culminará lo que será la trilogía del misterio, del misterio de la Encarnación.
Entonces, solo entonces, se conocerá la viabilidad de que germine semejante siembra. Lo demás son conjeturas sesgadas e interesadas en hacer creer que lo de la Encarnación, vaso admirable, no tiene marcha atrás.
Con lo sensato que es darla cuando no se tomaron
precauciones.
Sevilla 11 de Marzo de 2005
Sevilla 11 de Marzo de 2005
Francisco Rodríguez Estévez
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