¿Es usted Paco?, preguntó en perfecto español, el portavoz
de un grupo de asiáticos que portaban
todos los artilugios de grabación, Si, yo soy Paco, le contesté. Venimos de
Corea, y nos han dicho que usted puede darnos información acerca de este lugar
en el pasado.
De pronto me di
cuenta de que soy tan mayor que escuchar corea, aun hace el recuerdo referencia al centro hospitalario. Hoy cuando vino este otro equipo de filmadores para la televisión,
tal como hace unos días también atendí a los de Alemania, estos llegados de Corea, querían
realizar unos planos para un documental sobre el pasado anterior a las setas en
lo de la Encarnación, y eso me trajo los
viejos recuerdos que para la filmación pretendida por el equipo de coreanos se
requería.
El pasado de lo de la Encarnación, en su mayor interés estaba
en lo que fue la edificación que existió como plaza de abastos antes que
esta donde los placeros del reservorio provisional ocuparan el laberintico de
este espacio anti-comercial . El viejo edifico que los placeros decidieron derribar
sin atenerse a las consecuencias que le depararía el futuro, lugar al que
llegue hace casi sesenta años, y al que he vuelto, después de soñarle por mas
de treinta y siete años, a un extraño lugar, tan diferente, en el que mi poco
futuro apenas le queda tiempo para casi nada.
Me piden les cuente la Sevilla de los años cincuenta, cuando
el tranvía circunda la placita de nueva creación, resultante de la demolición
de la mitad Sur de la gran plaza de abastos de la Encarnacion, que por entonces
no era municipal y lo placeros en su mayoría eran subarrendatarios.
Los placeros, de siempre, a lo suyo, como si aquello no les importara.
De cómo en el sesenta y seis m se inicia la primera emigración, de las cinco
que posteriormente tendrían lugar, más los que quedaron abandonados por la mayoría
, como consecuencia del previsible desplome del techo de la cuartelada de las verduras,
años en ruina y filtraciones que ni se intenta reparar, tal como habían
realizado los pescaderos en actitud solidaria, defendiendo lo suyo, lo tuyo, lo
nuestro.
En el setenta y tres las esperanzas fueron horrores y en connivencia con la administración local se realizan las provisonalidades, unos lugares carentes de todo, e incluso de legalidad. Bellavista, Las Palmeritas, y la provisionalidad de la Encarnacion, que dio al traste con el antiguo parador de la Encarnación edificación del siglo XVI, que aun quedaba en la zona, de la que en su tipología solo se conserva parte de una casa existente en la calle Alcázares, antes llamada Coliseo.
Da que pensar esto de que se conociera esta parte del Este
como Coliseo, por mas que hasta donde llegaron las excavaciones lque se han
llevado a cabo, la estratigrafía solo alcanzo hasta el siglo IV-V después de C,
y aun que en el XVII, enla llamada Plaza de Regina, se lancearan toros bravos,
por los caballeros, historia que enlaza al saber cuántos elementos del desaparecido
convento forman parte en el actual coso de la plaza de toros.
Los de Corea filman cuanto les cuento, grabando mi voz donde
incluyo mi parecer personal y les proporciono que tomen los planos de
demasiados fallos que se observan a simple vista, por más que el de las puertas
automáticas no hizo falta ya lo habían advertido,
al igual que la desigualdad que el laberinto crea cuando es evidente que tiene calles solitarias y si paso, así como el tortuoso diseño crea la desorientación que
busca salidas donde no están previstas.
Hasta de Corea. Le he pedido copia de la filmación por si me
la envían, allí estarán las imágenes y las palabras que traducirán con
letreritos al coreano, lo cual me hace temer que crezca el interés de este
turismo creciente en venir hasta nuestra
ciudad para comprobar que no existe la
puerta. Por el momento todos los que llegan lo hacen para utilizar los aseos,
una gentileza de los vendedores.
Sevilla a 27 de Agosto de 2015
Francisco Rodríguez Estévez
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