En ocasiones el intérvalo de paso de los escasos clientes se
hace insufrible, mas cuando tras el cristal con mayor frecuencia llegan aquellos que
intentan pasar y no encuentran la lógica puerta, que de existir el desolado
viario encontraría algún movimiento que generaría el interés de otros transeúntes,
en clara invitación a entrar en el laberinto. Mal negocio del vendedor sin compradores. .
Desde la calle la figura del ternero llama la atención más
de los abuelos que de los chiquillos, pero cierto es que gracias a la colocación
de esta figura de poliéster, que por cierto pertenece a la vecina Hermandad del Valle, es su favor lo que me permite tenerla como un reclamo para la delicia de los más pequeños durante once meses, ya que forma parte de los
elementos del magnífico Belén que puede admirarse en la Iglesia de la Anunciación.
Fue una suerte que la mayordomía accediera a mi petición, de
hecho la desértica calle donde falta la puerta solo gracias a la figura del
ternero hace que se acerquen algunas personas, desplazados por la insistencia
de los menores.
Hoy mientras los dos pequeños, que suelen aparecer para ver la "vaquita" y trasteaban con esta figura de tamaño natural, montándose y acariciando sus lomos como si de verdad fueran, el padre vigilante se acerca, y comenta lo dicho, que el pasa por este lugar por los niños. La madre se encuentra comprado en algún otro establecimiento.
Pienso que hoy se ha fijado, después de más de cuatro años que aparte de los reflejos en el cristal de la vitrina esta ofrece su contenido, lo cual ha despertado su interés en conocer los artículos que se muestran, confesando de que no los había visto. Me pregunto qué artículos pensaría que podía estar intentado vender, si tengo un ternero publicitario.
Hoy mientras los dos pequeños, que suelen aparecer para ver la "vaquita" y trasteaban con esta figura de tamaño natural, montándose y acariciando sus lomos como si de verdad fueran, el padre vigilante se acerca, y comenta lo dicho, que el pasa por este lugar por los niños. La madre se encuentra comprado en algún otro establecimiento.
Pienso que hoy se ha fijado, después de más de cuatro años que aparte de los reflejos en el cristal de la vitrina esta ofrece su contenido, lo cual ha despertado su interés en conocer los artículos que se muestran, confesando de que no los había visto. Me pregunto qué artículos pensaría que podía estar intentado vender, si tengo un ternero publicitario.
La voz de la madre reclama que la compra ha finalizado, y el
vigilante padre, me avisa de que puede ser que vuelva otro día para comprar.
Seguro que no tendrá que esperar.
En el exterior otras personas intentan saber donde se encuentra la puerta. Por suerte el nuevo alcalde me dicho que él se encargará de que se coloque la puerta automática, en lo de la Encarnación.
En el exterior otras personas intentan saber donde se encuentra la puerta. Por suerte el nuevo alcalde me dicho que él se encargará de que se coloque la puerta automática, en lo de la Encarnación.
Sevilla a 28 de Agosto de 2015
Francisco Rodríguez Estévez
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