Despues de tantos años y “nosecuantos” proyectos, se dice
que lo de la Encarnación está tan falta o tan sobrada de ideas, vete a saber, y
que además del previsto concurso de ocurrencias
para realizar el llamado mercado Emblemático, y deseado por los placeros
que aguardan en el bidonville, anuncian que se convoca también el concurso de logotipos.
Es importante la elección de este símbolo identificativo y
su asociación visual con lo que representa. Se piensa que el fracaso de las izquierdas
estuvo sin duda en haber elegido las herramientas.
La rueca figura en la bandera de la India, por que el
elefante estaba registrado y el burro también, ¡estos americanos! si bien dicen
que se trata de un asno. Como nos dijo Gestrude Stein, “Una rosa es una rosa”,
que hizo éxito “Mecano”
En el ámbito del marketing, traducido mercadeando literalmente,
y también como referencias al mercado, como una idea fenicia que queda
actualizado por la publicidad, donde el
logotipo se ha hecho indispensable. El hipocampo fue un pelotazo, de la costa
menudo soficonazo, y la laboriosa abeja,
¡que te pego leches!, de nuevo reconstruye las celdillas del panal.
Naranjito, el efímero cítrico, símbolo del mundial del 82.
El increíble Cobbi de la Olimpiada de Barcelona. Curro, una especie de pájaro
loco albino representó un tiempo de esta Sevilla, con una notoriedad mundial
que se desvanece.
Ahora a esta, después de todo, le buscan un logotipo para que identifique como Encarna, igual que la de Mostoles. Por la empanadillas. ¿Encarna?.
Sevilla a 31 de Enero
de 2004
Francisco Rodríguez Estévez
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