martes, 21 de febrero de 2012

Mis dos amigos

A la atención de dos amigos con responsabilidades

No se si debería de empezar esta que con toda mi preocupación os envío, y no se si emplear, con mi paciencia bajo mínimos, aquello de "mis estimados amigos", pues no se si suprimir el predicado, pues está visto que no aparece el trigo que pueda dar predicando, donde creo que me escuchan, si esa puerta que, en este caso, el sujeto, debería de abrir, por no decir debería de estar hace tiempo abierta, para que la estima de quien es vuestro amigo creciera, no ya como la consideración y el aprecio que os tengo a ambos, pero al menos para que, y lo vengo diciendo, y repitiendo desde el primer día, mejore el mercado, que es cosa que a todos nosotros nos preocupa, facilitando la entrada a posibles clientes, y también para que les sea mas fácil la salida del laberíntico trazado.
Podéis suponerlo, pero no lo sabéis, por eso os puedo decir que es tal el grado de desorientación que en su viario interior padecen muchas personas, que resulta fácil detectar como algunas utilizan el móvil para encontrarse (con otra persona) después de extraviarse, muy especialmente los Lunes cuando los puestos cerrados hacen el verdadero efecto laberinto, y la falta de luces, lejos de parecer un mercado, en las desérticas calles, muestra un aspecto desolador. Ni les cuento para dar con el lugar donde me encuentro.
Sin duda, la puerta también supongo que me beneficiaria de manera directa, pero como no os deis prisa lo mismo no llego, ya me gustaría poder recuperar todo estos meses pasados en semejante lugar, asumiendo unos costos en perdida continua.
Hoy he ocupado otro espacio, y he tenido que cerrar el que la suerte del tiempo rosa me asigno (por decir algo). Ni que decir tiene que la diferencia de veinte metros en la distancia, ha supuesto multiplicar por veinte la suma de la venta.
El mismo genero, la misma profesionalidad en ambos casos, y es la ubicación la que marca el destino. En un lugar con ventas se genera alegría, y riquezas, y en el otro, sin publico, amargor y penuria, y sin embargo los costos son idénticos, y muy distintos los beneficios.
Una vez mas me voy a dirigir a mis estimados amigos, de ustedes dos depende y no de mi paciencia agotada como mi cartera, en ambos está poder abrir esa demandada puerta, (aunque no fuera automática), que no me cabe duda de que con esta apertura mejoría considerablemente el ámbito, otra cosa seria cuanto en su conjunto, cosa que estoy convencido que seria total, aunque me reserve vaticinar el propio.
A mi si que me resulta inexplicable las causas por las que después de tanto tiempo aun no se habéis puesto decididamente en solucionar este asunto, pues darle vida a ese fondo de saco, desértico e incomunicado con el resto del espacio comercial, se me hace algo que merecería una mejor respuesta, que vuestro silencio mientras pasan días, y mas días, cuando es algo tan fácil que bastaría ver las modificaciones de la curva sur, y todo con independencia de que me tengáis el aprecio que creo, pero aun siendo algo que con seguridad caerá por su peso,( léase sentido común) pero evidentemente no podemos esperar de por vida que se soluciones solo. Yo ya no lo resistiría.
Sevilla a 21 de Febrero de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

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