viernes, 9 de septiembre de 2011

Entrar, o salir

Sin dudas

Viene de vez en cuando mi amigo Miguel, no sin cierto “interés” para, acompañando su saludo, comprobar como se encuentra el farrago asunto de la inexistente puerta, esa que aun no han abierto, la puerta olvidada, que no me caben dudas que desafortunadamente mas tarde, que temprano acabaran por abrirla, pues son demasiadas las personas que cada día la buscan inútilmente, y es triste que aquello sea una guasa, una triste guasa.
Cierto es que la ultima, y única vez, que se ha expuesto el asunto con seriedad y formalidad maxima, no solo de la puerta, sino de otros varios detalles existentes para que aquello sea mejorable, tanto a la responsabilidad política, como a la responsabilidad de gestión, junto con la responsabilidad técnica, y la de mantenimiento, pero tras la reunion, se quedó en el compromiso de que para primero de Septiembre se verían todos los asuntos, y cuando menos se estudiarían las posibles soluciones.
Mi amigo ha venido en estas recientes fechas, conociendo el tema, para informarse si estos responsables actuaron con responsabilidad, aun sabiendo que es más fácil poner la puerta. Yo no tengo ninguna duda que la abrirán, ya sea por aquello de que si hicieron lo imposible, una puerta no dejará de ser una tontería, y aparte de las risas que produce en los que la buscan el cartel que les avisa de que se olvidaron ponerla, también le sigue el cabreo de tener que dar con el lugar donde la pusieron.
El publico por fin está advirtiendo que además de la puerta convendría que le pusieran algunos ventanales de aireación, o extractores de aire al objeto de que se lleve la mezcla de olores impropios que se han dado en acumular en este lugar que llaman mercado y que nada tiene que ver con los aromas propios de la plaza, son olores Metropol, algo así como una mezcolanza definida entre Dinamarca y banco de iglesia, que se impregna en la ropa para que resulte fácilmente identificable por los taxistas, para mayor vergüenza, pues es algo insólito, nunca sucedido hasta esta inauguración, y acaso sea que lo mismo hace faltan mas puertas para que aquello se airee.
Miguel empieza a creer, viendo como la buscan cuantos quieren entrar, que la puerta se abrirá algún día y a mi no me caben dudas de que lo mismo también abren ventanales. Pero todo dependerá del resultado que en Septiembre, cuando los responsables retomen el tema que se dejo por vacaciones.
Sevilla a 9 de Septiembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

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