domingo, 13 de febrero de 2011

De diseño (es mucho decir)

El modificado

A falta de la sostenibilidad anunciada en las propagandas, lo de la Encarnación tuvo que poner en los andamios demasiados tubos de hierro para poder“sostener” toda las maderas que forman la cubierta.
Cierto es, que desde que aquello fue premiado (en el concurso de ideas para la Encarnación), las modificaciones realizadas convirtieron a la ganadora en un capricho político, calificado como imposible, y cuando menos disparatado, tanto en el concepto, como en el enorme costo que, entre las demoras y la “desaceleración económica” aquello a causado, y que ha seguido adelante sin que pueda explicarse.
Acaso para sacar de la provisionalidad franquista, después de mas de 37 años, no solo a los tristes verduleros, y pobrecitos placeros, que ya me dirán si la cubierta realizada pasa de ser algo practico, si para “tapar” el emblemático mercado definido en el icono rosa, se monta todo aquello, cuando al final,“eso”, sin estación del metro y sin posibilidad de subir hasta la altura para recorrer la cubierta visitable, todo queda convertido en una inútil ocurrencia.
Puede decirse que, de lo peor, en cuanto a funcionalidad se observa, el llamado mercado de diseño (cosa discutible) ese se lleva la palma, y mira por donde no ha sido diseñado por el arquitecto alemán, autor del premiado proyecto, también calificado de potente, y sinergia del sector, y otras muchas cosas. Hay quien le llamó ¡Qué canallada!, incluso patochada, cualquier cosa puede valer, pero, ¿lo de mercado?, como que cuesta pensar que eso pueda serlo.
Es lo que tiene realizar un mercado de toda la vida (que es algo distinto a lo que se llama actualmente superficie comercial) sin tener claros los criterios, y de forma aleatoria se dispone de su conformación, su distribución, su recorrido, y al menos dedicar un mínimo tiempo de estudio para la optimizar las entradas de clientes y la de mercancías, evitar los obstáculos en las calles interiores, encontrar la adecuada luz, tanto la natural como la artificial, la ventilación, coordinar el color acertado para el mejor ambiente cromático, encontrar la mejor textura para un amable suelo y que facilite su limpieza. Pero nada mas ver lo realizado en ese mal llamado mercado, amarillo y plata en la estética de la formica, en el que los errores y los horrores detectados, ni han sido modificados, “ni se le espera”, nos indican que todo se hizo de forma improvisada, con todos los años pasados, tan solo para inaugurar a tiempo.
Sevilla a 13 de Febrero de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

No hay comentarios: