lunes, 11 de enero de 2010

Inauguracion suspendida (Anuncio por palabras)

Si no fuera

No fue mi caso, pues tal como era previsible en esta ocasión tampoco creí aquellas palabras, las mismas palabras de otras veces, las mismas palabras que otros regalaron alegremente, en tantas ocasiones como fue menester y como dio lugar, para que luego resultaran falsas. Las mismas palabras que, ahora graves y solemnes, como queriendo embadurnarlas de seriedad, aun pareciendo chusma, son las mismas que tantas veces sirvieron para ponerle final feliz a esto de lo de la Encarnación. Lo siento de veras por el desencanto de aquellos que las creyeron, e imaginaron que sería posible, convencidas de que, hasta harianloimposible@sindinero punto con finalizar la “fase” llamada sinergia del sector, locomotora del comercio, revitalizadora del tejido productivo, que hay que ver las cosa tan feas que le dicen a la plaza de abastos, (en plan moderno).Fase de crecimiento, fase de todas las fases
Fase lunática, fase emblemática, fase larvaria, fase inicial, fase de reconocimiento, “face lo que face” y lo que “faga fasé” para que irremisiblemente, todo estuviera listo para cuando pase la Navidad.
El caso es que pasada la Navidad, esas personas que creyeron en las palabras de quien las ofrece facil, ahora preguntan, casi desconsoladamente, como atribuladas por el engaño sufrido: “¿Pero no se iba a inaugurar“esto”yá?” ¿Y ahora que pasa? Y la verdad, no se sabe que contestar, ¿que se les puede decir?, ¿Qué lo engañaron? ¿Qué información se le puede dar a nadie cuando no se sabe contestar lo de la madera, lo de la fotovoltaicas, lo de la Ley de Patrimonio de Andalucía, el cambio de reglamento por ordenanza, lo del antiquarium, lo del pegamento, lo de las penalizaciones, lo de la nueva cronometrica, los reformados, lo de la actualización de los costos, lo de los pagos , lo de los cobros, lo de la sostenibilidad e incluso lo del cambio climático y el ahorro energético? y crean que hayquehacerloimposible@ cállate, por no decir lo que se piensa, y contestar a la personas de esta ciudad, escaldadas de tantas mentiras, que, sin seguridad cierta, el traslado bajo las setas se llevara a cabo cuando estas se acaben. Lo peor es que algunos piensan que lo que se acaba, no solo será la paciencia de los placeros, si no que como siga la cosa así pocos van a quedar para inaugurarlo.
Sevilla a 10-1-10
Francisco Rodríguez Estévez

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