domingo, 31 de enero de 2010

Encarnacion posible, antes, no

Todo es posible

Es cierto que, con la incertidumbre propia de un posible desacierto, el delegado, frente al marrón de las setas imposibles, y teniendo la certeza del incierto presupuesto elaborado sin incluir todas las partidas, tuvo que, para sacar aquello de las miserias económicas en las que por falta de liquidez permanece inmerso, reparar todo los que por falsos datos se alojaron para colmatar la mitológica cosa de insostenibilidad, y rehacer los números para conocer el verdadero costo del caprichoso icono rosa, y encima de todo tener que anunciarle inauguración imposible.
Todo era imposible en lo de la Encarnación. Premio a la sostenibilidad por el patrocinio de una cementera que cierra plantas de producción. Todo era imposible en la Encarnación sin la tecnología (léase dinero) que ahora se tiene, fotovoltaicas incluidas.
Con toda lo domotica y la nanotecnica posible parece imposible que no se detectara nada de todo lo que con tanta certidumbre ahora se cuenta de lo de la Encarnación, y que tanta insostenibilidad superara todos los fielatos que son propios en cualquier obra.
Aparte del oxigeno que lo de Tablada genera para que las esponjas, tambien llamadas hogos, aspire a ser icono similar al símbolo de Paris, según las comedidas palabras de quien es capaz de hacer posible lo imposible, asusta la propaganda del responsable de las empresas por cuanto hay de incierto, a menos que, de tanto decirlo, si no se hace verdad, al menos que sirva para que se lo crea.
Del silencio de los placeros de la madre y maestra provisionalidad, inesperadamente aparece la dudosa responsabilidad, para con la irresponsabilidad propia de sus vanas palabras, sea la que anuncie la inauguración posible del mercado imposible,( y las ruinas que esconde), nada menos que para esa fecha en la que la Encarnación, todos sabemos, como acaba.
Sevilla a 31 de Enero de 2010-
Francisco Rodríguez Estévez

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