martes, 28 de febrero de 2012

Saber, o no saber

Cartas

Desconozco los motivos que tendrán los directores de periódicos para que de un tiempo a esta parte, cada vez en menor medida, publican las cartas que le dirigen, generalmente los lectores, si evidentemente, aunque sean los destinatario de las mismas, sus autores, lo que esperan es confiar en la difusión de lo que le preocupa.
Compruebo que aquellas con argumento político tienen más éxito, sin embargo confío mas en lo que publican los redactores y enviados especiales. Otras que acometen la novedad de las noticias, generalmente escabrosas, solapan la que ya escribieron los profesionales de los medios, y pocas veces aportan algo nuevo, más allá de su propio punto de vista. Aunque las leo todas, apenas reparo en las que tienen tendencias partidistas, y en aquellas que intentan crear opinión, por muy sana que esta sea, creo que el periodismo para eso ya tiene en nomina a los articulistas, analistas, y columnistas con probado conocimiento de las materias.
Debe de ser por eso que las que mas me gusta leer y me detengo en sus contenidos son aquellas que tratan de temas puntuales, en especial de índole local, que por cercanos en el asunto, estos escritores de cartas dominan de pe a pa., y que salvo excepciones, son asuntos de relleno, si bien en algunas ocasiones son “tocados” por profesionales en la extensión que se requiere.
Ahora releo las cientos que tuve la inmensa suerte de ver publicadas, cierto que en algunas se me hace inexplicable, por lo difícil que resultas descifrarlas, y aunque todas eran haciendo referencia a lo de la Encarnación, pasado, presente y futuro, del llamado emblematico mercado,( sin que me de la risa), antes provisional plaza de abastos municipal ( en suelo privado) y donde estuviera en el principio realizado su original en madera, luego fuera solar de la poca vergüenza, y quien quiera pueda llamar a la azotea plaza de la mayor indignación, fue en otro tiempo el mercado central de Sevilla.
El caso es que parece que una vez convertida en el icono del tiempo rosa, con una deuda mayor que el deterioro que en un solo año nos muestra, sin que las alabanzas comerciales que preconizaron para convertirla en un emporio de riquezas se hayan materializado, ni la sinuosa calles cubierta en su soledad pueda advertirse el atisbo de la idealizada prolongación de la 5ª avenida de Nueva York, cuando a la patochada y el papanatismo, que son definiciones que no me corresponden, ni tampoco aquel que lo calificaba como el poema de las curvas, cuando cierran su placeros puestos, y la puerta de promisión aun no se abre al publico, cuando los costos del subarriendo tiene cuatro partidas insostenibles para todos, lo cual hace que la llevaran mas pronto que tarde a los peores vaticinios.
Muestra por la que se me sigue haciendo importante escribir casi a diario, acerca de lo que acontece en lo de la Encarnación, y siento profundamente que solo me puedan leer en ocasiones, espero que como esta, especialmente cuando queda tanto por decir, como por saber.
Sevilla a 28 de Febrero de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 26 de febrero de 2012

Uso y empleo, colocar y poner

La colocación

El escaparate de la tienda de mi barrio, recientemente cerrada, se ha llenado de fotocopias pegadas con las ofertas de personas que buscan una colocacion y dispusieron de ese lugar, antes preferente, hoy abandonado. Me detengoa leerlas, esperando en esta hora temprana la llegada de la prensa. La mayoría son para atender a personas mayores y niños, la secundan pintores, y reparaciones en general, y a continuación los profesores de clases particulares, y los de idiomas, y los informaticos. Me llama la atención, entre otros muchos, el de un carnicero-charcutero, gran experiencia y profesionalidad.
Cierto es que el cristal ya no es visible, la luna esta completamente tapada por los deseos de colocación de cuantos ponen allí su papelito de esperanzas, con los de números de contactos en las tiras casi cortadas, listas, y preparadas, cabe suponer que como los que dispuestos para el empleo las pusieron.
Lo que me trae en esta, es también cosa de colocación, algo distinta en su uso, pero que sin ser tan dramática como estas llamadas al empleo, no crean que se aleja demasiado.
Es evidente de que si tuviera oportunidad de dar empleo, seria mi familia la primera que optaría a los puestos, pues no es cosa nueva que estas practicas de colocacion sea la habitual, incluso que se sigan realizando en lo publico, es mas, no me dolerían prendas (si alli estuviera) y se diera el caso que las colocaria pues nada mas cierto que es la familia y las personas de mas confianza fueran, como siempre, las que velando el cortijo empleara.
Hoy la colocación en referencia, evidentemente, no es ya cosa de las cajas, ahora es de los bancos.Ahí esta la diferencia, e identico uso.
Como sabéis la cosa está cambiando, y después de estar tanto tiempo intentando ser honrado, y parecerlo, viene a ocurrir, por supuesto de forma inesperada, que los logros conseguidos recientemente, no fueron por la fuerza de la razon,pues han tenido mas réditos para obtener beneficios, la docilidad , y por supuesto que en cuanto al abandonar los intereses generales, se quedaron los propios.
Las cajas unidas trataban de mantener, con su colocación, un status visual, para establecer que aquello fuera un icono de fuerza,acaso una provocacion, pero al final serán los bancos, con una disposición distinta, los que se muestren a los clientes para que las bolsas en ellos se depositen.
Posiblemente en alguna ocasión, lo mismo, estos por colocar, sirven para afianzar puntualmente un descanso reparador.Cuestion de confianza.
Ahora están por ver, de momento, dos colocaciones, si es que de verdad estas pueden llevarse a cabo, a tenor del historial que ambas presentan, con independencia de que su empleo me favorezca en particular medida.
Por un lado dejaremos pendiente la rotulación de la filacteria de las bondades que pueda leerse, tal que pareciera una letanía de cínica propaganda, transparente, seguro, confianza, disponibilidad, interés, que más que carnicería parecería banca.
Por el momento nos centraremos en la colocación, aquella que de entrada habíamos establecido para el bien general inútilmente, pero que, una vez abandonado el síndrome de salmón, (en el que a contracorriente estaba agotando las fuerzas), con este de dejarse mecer en los vaivenes del silencio, hasta es posible que la abran con automatismo incorporado para que no se requiera el mínimo esfuerzo.
El dilema estará en elegir la colocación,y en especial su "emplazamiento" para el uso optimo, cosa que, con los recientes ejemplos implantados en esta callada, se comprueba que, por los lugares seleccionados para ellos, no fueron precisamente los más acertados.
No estoy por tentar a la exigencias, y la colocación que obtenga, no será como la del carnicero-charcutero, (con mucha experiencia y profesionalidad), que puso su oferta en el cristal del escaparate, pues lo importante de la puerta es que las personas puedan entrar por sus pies, sin tener que dar mas rodeos que un coche buscando aparcamiento en la zona, pero eso será mas adelante, ya tendremos ocasión de colocarlo.
Sevilla a 26 de Febrero de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

viernes, 24 de febrero de 2012

La noticia y la opinion

En la misma hoja

Cuatro columnas para una opinión que no comparto en nada, de quien se dice análisis, cuatro entresacados que en la ambigüedad define el escaso conocimiento, y la menor información que quien lo escribe, como su opinión, tiene acerca del complicado asunto, y para nada, de la parte no contratante.
La otra columna da la noticia,en la misma hoja,evidentemente tiene otra firma, es para la información general de que un juez ha ordenado prisión de seis meses de cárcel por delito de urbanismo a una pareja, dado su NULO ESFUERZO REPARADOR, vamos que no se dispuso a "TUMBAR" los ladrillitos que tanto dinerito y trabajo propio le habian supuesto levantar lo que dispusieron para vivir.
Así que esta parejita se hizo una casita en una parcelita, pensando que le saldría mas baratita que una hipoteca de las cínicas, y mire por donde no tenia los papeles en regla, como lo de la torreta, edificación que también ha sido multada por no haber tenido todos los documentos, incluida la información preceptiva del espacio, pero que en este caso basta una multa, pues al parecer no hay parejita de hechos que llevar a la sombra del gran gnomon.
Otra cosa es lo del responsable universitario que siendo continuador de lo emprendido, puede decirse que acaba de aterrizar en el tema, lo que viene a ser preocupante, en especial que lo primero que pretenda es escurrir el bulto de su antecesor e intente escabullirse, como quien no sabe, y sin haber probado a realizar el mínimo esfuerzo reparador, como la parejita, pues el prado no tiene otra suerte distinta a la casita de la parcelita, y lo mismo le pasará a la torreta, si bien el agujero en el jardín no tenia servidumbre aeronáutica, y para nada era obligatorio tener que pedir permiso previo a Seguridad Aérea.
A la cárcel parece que seguro que solo ira la parejita, pues no parece que nadie de las institución académica le acompañe, y no será posible que el analista entre dos aguas sea capaz de definir su postura entre lo que el llama ayatolá, que merecería cuando menos que tuviera claro que ha querido decir utilizando esta calificación de dignidad sacerdotal de la religión chiíta, y que explicación puede dar acerca de sus conocimientos con lo que el analista, en suposición que le entró por la nariz, hace inventado salvadores de la supuesta ética del paisaje, y que aun esté suelto.
En la sombra junto a la parejita, el analista asomara la cabeza entre las rejas del penal para alcanzar a ver en espeluznantes fotos como el derribo controlado va retirando planta por planta, posiblemente de los viveros municipales para una vez replantada recuperar el vergel, sin mas demora, salvo que quieran acompañas a la parejita que se hizo la casita, y en los atardeceres de patio, obligatorio paseo marcando los pasos como agujas de reloj, y antes de ocupar la celda en la que mortifique sus pensamientos con silicios de penitencias, su atormentado cerebro de fiascos analíticos le lleven a discurrir que pasaría si la UNESCO, por mor de las tonterias, pone en la lista negra a esta ciudad, cuando por tal motivo, y similares, nadie acompaña al analista, por desconocimiento que no le exime, como a la parejita, sencillamente por no hacer el mínimo esfuerzo reparador, con todo el daño que están haciendo.
Sevilla a 24 de Febrero de 2012
Francisco Rodríguez Estevez

jueves, 23 de febrero de 2012

En vivo y en directo

Lo imposible

La llamada procedía de arriba, y la noticia, por esperada, se produjo inesperadamente, y es que los de “hacemosloimposible”, habían advertido que si aquello era imposible ellos lo harían, de igual manera que lo hicieron imposible, pues las noticias que llegan de muy arriba confirman que, al igual que el proyecto imposible se hizo posible, la puerta imposible, en breve, será una puerta como Dios manda.
La noticia, solo la noticia, en vivo y en directo, a falta de la realización, ha llevado en producirse en total, un tiempo con distintos tiempos, un tiempo largo, pues las cosas imposibles tienen esas largas demoras, llamadas técnicas, de estudio, de consenso, de aplicación, de planificación, de financiación, de realización , y justo cuando se cumplieron los cuatrocientos treinta días, llega la noticia de muy arriba para comunicarme que todo esta solucionado, y que en breve, se va a proceder a la instalación de la demandada puerta en la fachada de Poniente. Y ahí estárá para ver pasar al publico, y al tiempo.
Será el tiempo quien dará, o quitara la razón, pero parecía que fuera imposible que nadie advirtiera lo necesario que se hacia que esta puerta se hubiera realizado en su tiempo. Acaso sea esta una de las mayores intervenciones que se pueden llevar a cabo, teniendo en cuenta que se trataba de una puerta inexistente, y por lo tanto algo imposible de realizar, pero una vez que es posible hacerla será la puerta de Poniente, la puerta que faltaba, puerta por la que puedan entrar cuantos a partir de ahora la encuentren sin necesidad de buscarla, pues la tendrán delante, y en ese doble uso que tiene todas las puertas de toda la vida, como es en este caso la que nos abre, que sirva también de salida sin tener que dar vueltas y revueltas tratando de encontrar la calle.
Ni que decir tiene que para la inauguración tengo previsto realizar un acto que tenga la relevancia de mis invitados, por el momento no se en que fecha se puede llevar a cabo pero a nada que vea al cristalero, por aquí os lo comunico, pues como no es imposible, espero que todos vengan para participar de ese evento, y que será posible gracias al interés que pusieron los responsables, por entender el asunto, a pesar, y de ahí su mayor merito de ser amigos míos.
Sevilla a 23 de Febrero de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 21 de febrero de 2012

Mis dos amigos

A la atención de dos amigos con responsabilidades

No se si debería de empezar esta que con toda mi preocupación os envío, y no se si emplear, con mi paciencia bajo mínimos, aquello de "mis estimados amigos", pues no se si suprimir el predicado, pues está visto que no aparece el trigo que pueda dar predicando, donde creo que me escuchan, si esa puerta que, en este caso, el sujeto, debería de abrir, por no decir debería de estar hace tiempo abierta, para que la estima de quien es vuestro amigo creciera, no ya como la consideración y el aprecio que os tengo a ambos, pero al menos para que, y lo vengo diciendo, y repitiendo desde el primer día, mejore el mercado, que es cosa que a todos nosotros nos preocupa, facilitando la entrada a posibles clientes, y también para que les sea mas fácil la salida del laberíntico trazado.
Podéis suponerlo, pero no lo sabéis, por eso os puedo decir que es tal el grado de desorientación que en su viario interior padecen muchas personas, que resulta fácil detectar como algunas utilizan el móvil para encontrarse (con otra persona) después de extraviarse, muy especialmente los Lunes cuando los puestos cerrados hacen el verdadero efecto laberinto, y la falta de luces, lejos de parecer un mercado, en las desérticas calles, muestra un aspecto desolador. Ni les cuento para dar con el lugar donde me encuentro.
Sin duda, la puerta también supongo que me beneficiaria de manera directa, pero como no os deis prisa lo mismo no llego, ya me gustaría poder recuperar todo estos meses pasados en semejante lugar, asumiendo unos costos en perdida continua.
Hoy he ocupado otro espacio, y he tenido que cerrar el que la suerte del tiempo rosa me asigno (por decir algo). Ni que decir tiene que la diferencia de veinte metros en la distancia, ha supuesto multiplicar por veinte la suma de la venta.
El mismo genero, la misma profesionalidad en ambos casos, y es la ubicación la que marca el destino. En un lugar con ventas se genera alegría, y riquezas, y en el otro, sin publico, amargor y penuria, y sin embargo los costos son idénticos, y muy distintos los beneficios.
Una vez mas me voy a dirigir a mis estimados amigos, de ustedes dos depende y no de mi paciencia agotada como mi cartera, en ambos está poder abrir esa demandada puerta, (aunque no fuera automática), que no me cabe duda de que con esta apertura mejoría considerablemente el ámbito, otra cosa seria cuanto en su conjunto, cosa que estoy convencido que seria total, aunque me reserve vaticinar el propio.
A mi si que me resulta inexplicable las causas por las que después de tanto tiempo aun no se habéis puesto decididamente en solucionar este asunto, pues darle vida a ese fondo de saco, desértico e incomunicado con el resto del espacio comercial, se me hace algo que merecería una mejor respuesta, que vuestro silencio mientras pasan días, y mas días, cuando es algo tan fácil que bastaría ver las modificaciones de la curva sur, y todo con independencia de que me tengáis el aprecio que creo, pero aun siendo algo que con seguridad caerá por su peso,( léase sentido común) pero evidentemente no podemos esperar de por vida que se soluciones solo. Yo ya no lo resistiría.
Sevilla a 21 de Febrero de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

lunes, 20 de febrero de 2012

De las del 2005, (en las entrañas del disco duro )


Imagen relacionada

Date: Tue, 11 Oct 2005

Coma

Cuando una ciudad es indolente ante las circunstancias que le afectan, y no tiene capacidad de reaccionar, salvo un leve lamento acompañando las lagrimas de sus silencios, solo cabe esperar el milagro.
Los vellos como escarpia se vuelven al leer las declaraciones de un hombre que súbitamente salió de un profundo coma que le tuvo abatido y postrado, en tan vegetativo estado, por un periodo de cuatro años. Su dolor, expresado en sus palabras, fue que, aun siendo una piltrafa, conservaba la capacidad de pensar y de oír, pero que no podía hacer nada, salvo llorar.
Cuatro duros años sabiendo todo lo que su alrededor sucedía, conocer las vigilias, los cuidados y los desvelos de la familia, escuchar los piadosos comentarios, someterse al aseo intimo y la alimentación nasogastrica saturada de medicamentos en un inmóvil calvario de un tiempo infernal del que por fortuna, gracias a Dios había superado, aunque no le quedaran lagrimas.
Hay ciudades que también lloran cuando el coma de la mala suerte las vacía de almas, y le aparecen las hambrunas que las guerras y las catástrofes les producen. Otras lloran su pretérito porque en su coma consciente mantiene la esperanza de volver ha ser ellas misma otra vez, y algunas que pone los medios para evitar caer en ese estado y dejan de llorar para recuperar el tiempo perdido.
Esta empezó sus lamentos hace cuatro siglos, cuando un ciclo de enfermedades le diezmaron su población, y posteriormente se mantuvo impávida cuando Carlos III la dejaba sin el poder económico de la Casa de Contratación con las Indias.

Resultado de imagen de el roto dibujanteDesde entonces, en un querer y no poder, se mantiene milagrosamente en un continuo lamento de ayes, de ayeres mejores, y llantos por el cierre de sus fabricas, de su industria, sus cultivos y, en una autodestrucción de su pasado, de su caserío, sus cafés, sus tiendas, sus librerías, sus cines, sus droguerías, y sus mercados,mucho me temo que acabará por dejar de ser ella misma para convertirse en un parque temático de grandes superficies que se la coma.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla,10-Octubre-2005

Perdidas

En el laberinto

Resulta que el personal de seguridad, no es de seguridad. Su tarea es tan amplia que abarca todo el polietapico proyecto, con implantación multidisciplinar, con cuatro niveles diferenciados en seis zonas multifuncionales, y emblematico mercado.
Todo eso hace que la multifuncionalidad del operario del multiservicio, en ocasiones, por muy servicial que es el hombre, que se vea desbordado.
Sin ir mas lejos, hoy mismo, cuando el laberinto se hace mas acentuado por la gran cantidad de puestos cerrados, pues, cuando trataba de orientar a una joven madre, con bebe en el carrito, para localizar a su acompañante, el móvil que no para, le reclama para abrir la puerta de descarga y estacionamiento, pues llega un comerciante con su coche.
La señora busca a sus familiar, en este caso era su madre, y no había forma de que se encontraran, esta visto que esta en su desorientación cogió por la calle lateral hacia el norte, acaso buscando una puerta inexistente, y tuvo que dar toda la vuelta periférica interior, y las persianas de los puestos cerrados les impedia tener una visualizacion de donde se hallaban, pues cuando fue localizada se encontraba en la otra punta del laberinto.
El galimatías se cierra, cuando el enredo concluye con el feliz encuentro y es entonces cuando la joven me explica que ella estaba tratando de salir por donde suponía que debería de haber una puerta,(era lo logico), cuando se topo con el operario de los multiservicios, pensando que era alguien de seguridad para preguntarle como encontrar a su madre y luego salir de ese laberinto, y entonces fue cuando le expliqué que lo de la puerta es un fallo terrible, que espero con paciencia, tal como me solicita el Delegado Municipal y el Gerente de la Concesionaria, para que se subsane lo antes posible, y que para encontrar a su madre, lo mejor que podía hacer es quedarse en el centro de la calle central, justo donde los puestos de la calle Oeste cierran cada Lunes para crear la mayor confusión posible, y que la llamara por el móvil.
La señora, no tan mayor, me da las gracias por mi ayuda pues no en vano se estaba poniendo nerviosa por la demora en encontrarse, no por el posible despiste, si no por lo desacertado de la distribución de la planta del mercado.
Resulto que era de Valencia, y se partía en elogios sobre el mercado central, y me hacia saber su negativa opinión sobre este que se encuentra en tan céntrico lugar.
No tuve mas remedio que decirle que compartía su certera apreciación, pues no tenia sentido alguno, ni era mi intención, comparar este galimatico laberinto, solitario y oscuro, con el bullicioso, amplio, luminoso, y magnifico mercado central de Valencia , del que hubiera bastado entrar en Internet y haberlo utilizado como referente, y no inventarse esta patochada de mercado, ni tan siquiera para que al anónimo padre del engendro se le cayera la cara de vergüenza por hacer lo que hizo, la señora dijo semejante bodrio, y no seré yo quien la rectifique, aunque esta cosa tenga quien lo aplauda. La señora valenciana tiene toda la razón, ¿Quién dice que lo de la Encarnación es un mercado?, ese obviamente no ha ido en su vida a Valencia.
Sevilla a 20 de Febrero de 2012
Francisco Rodriguez Estevez

sábado, 18 de febrero de 2012

Verano de 2006

mercado de la Encarnacion
Date: Mon, 28 Aug 2006 16:03:52

Noticias envueltas

Después de haber visto por televisión como era retirada de la plaza cairota, la colosal figura del sedente semidiós, reliada en telas de protección, momia gigante, icono y reclamo turístico, dejando a aquella tan desnuda que solo serviría de modelo al propio Tunnin.
Después de haber visto, a través de fotos de agencia, sacar del recinto zaragozano, hecho un Christo, el recuerdo ecuestre de un poder pretérito, tan temido, como aclamado, en indignante plagio del caprichoso instalador. Después de escuchar que al ídolo verde le enviaron a la ciudad de las navajas, para buscar una que hiera, antes de salir del lío.
Después de haber visto al que después de cien años toma dos copas y no le retiran puntos, como que cualquier cosa puede pasar en el sistema.
Sin ir mas lejos, del Solar retiran a Plutón por enano, y del solar a la Medusa por peinar sierpes, pero no queda la cosa cuando nos enteramos que Grisha tardó ocho años en resolver el problema y en cambio el Doctor, los que fue creando en siete, pretende resolverlo en uno. Conjetura de poincare, que si desplazamiento controlado o vigazo responsable, mas de cien años nos esperan.
David venció a Goliat con una onda, la televisión cero peseta, esparcirá por la frecuencia de la suya sopa con onda. A beber, a beber y apurar. En Mónaco cae el gigante balompédico, nada menos que para que la responsabilidad deje Chipiona, y haga discurso de cura de humildad, rojo, verde, blanco y rojo, todo es de color (según conviene)no le hablen, pues momento habrá para ello, de obeliscos hecho trizas, por lo menos hasta el martes, Dios de la Guerra. Los champiñones crecen, la paleocristiana permanece escondida, la almohade apuntalada, y la callada mariana a verlas venir. Que duro está siendo el verano
Francisco Rodríguez Estevez
Sevilla a 26 de Agosto de 2006

Mi puerta, mi coche, mi rotulo, mi lampara

Las bandas

En esta ocasión eran de música. En la Encarnación tratan de darle contenido a la azotea y la ocurrencia musical es otro evento de una originalidad tal, que nadie diría que la micologica cubierta, prevista para planetarium, tiene unos niveles acústicos más propios de los circos romanos. Siempre pan, pan ácimo en su misterio. Pan de espelta, al pan, pan. Rataplán, pan, pan. Todo un espectáculo de luz y sonido, todos por la banda.
La reverberación de los bombos y tamboras con sus graves, se multiplicaba con el paso de las horas, todo un misterio, para colarse a través de los cristales de la insonorización de bajo costo, hasta pasadas las cuatro de la tarde. Maratón de bandas, todas perfectamente uniformadas, en su mayoría con atuendo que hacen recordar a instituciones militares.
Mañana hay otra manifestación cultural, vuelven los indignados como banda en formación migratoria desde San Telmo, pájaro, pájaro, hasta ese lugar que ya se conoce como plaza de la mayor indignación para celebra la asamblea publica en la grada Sur, esa que en estos soleados días del invierno primaveral que tenemos, han sido muchas personas, especialmente las venidas de fuera que mirando un cielo sin nubes que contar, descansaban en sus escalones calentados, para con el síndrome de batería solar recuperar las energías. Fotovoltaicas, ya.
El la escalera de Poniente, hoy ha sido una jornada de record, no podía centrarme en contar cuantas personas al rebufo de las bandas buscaban en la proximidad de la barreduela de cristal una entrada para el mercado. Servicios, segunda puerta a la izquierda.
Las bandas han dejado ver muy claro que lo de la puerta no es algo que por el momento se pueda tocar, lo mismo dentro de unos meses puede que suene la flauta, y solo nos falte el perro. ¡Esto es Carnaval!
La ultima información me vino con los sones de “Silencio blanco”, pieza de la “Amargura”, y venia directa de donde hacen lo imposible. Casi en lenguaje de código da Vinci, tan solo descifre, tenemos que sentarnos. Debe ser cosa de “bancos”, o de las “cajas”.
No tengo ni idea, pues no se para que nos tenemos que sentar, cuando no es tan difícil, y menos imposible, a menos, si acaso fuera para ver pasar las bandas completas, o simplemente los partías, pues tampoco es para partir nada en este asunto de partidas pagadas y cancelación de deudas cuando solo hay que sustituir un cristal de los insonorizado, pues acaso sea esa la causa por la que no se enteran
No me queda mas que esperar, acaso si llegamos a sentarnos algún día lo mismo puedo sugerir algunas cosas con la intención de que, por la experiencia de los años , estas instalaciones del laberíntico espacio mejorarían sin hacer nada imposible, y por supuesto sin ninguna banda, ni de pájaros, por su alrededor.
Y todo por una puerta. Mi puerta.
Sevilla a 18 de Febrero de 2012
Francisco Rodriguez Estevez

jueves, 16 de febrero de 2012

Casa Grande

Espumarejo

Debo confesar que hasta hace pocos años evitaba el transitar por la plaza de Pumarejo, tenia una idea tan negativa, que las pocas veces que se me hizo inevitable pasar por ese lugar lo realizaba con tanta premura que dejaba palpablemente ver mis temores.
Ahora reconozco que fueron infundados, posiblemente por malas historias de pobreza y borrachos, las cuales, para sangrar mas aun los estigmas de este precioso y macareno lugar, es evidente que no se acabaron, pero que en ello estamos, también.
Por suertes mis miedos desaparecieron en cuanto me fui enamorando de la casa grande, de sus historias del ayer, y de sus muchas historias de vecinos, dos tiempos, y esto viene a ocurrir justo cuando sus paredes mostrándonos las arrugas del tiempo aun nos descubre su belleza de otro tiempo, pero que no se encuentran en las mejores condiciones, precisamente cuando a más personas acoge en sus estancias.
Seis vecinas, solo seis vecinas viven en ese sin vivir entre amenazantes puntales, sin que estos sean la mayor amenaza que padecen dentro de su casa, convertida en ese bien de interés cultural desprotegido, al que la continuada reclamación, por suerte, forzó al ayuntamiento a tener que adquirir ese edificio condenado a perderse, y que ahora como nuevo dueño parece que quiere que se pierdan los vecinos.
No es nuevo lo del ayuntamiento, pues en esto están sus vecinas resistiendo los envites de los nuevos dueños, tanto con su color anterior como el del nuevo, desde hace muchos años. La casa no tiene color, ni se pinta, ni se puede pintar, pues, en los cientos de personas, no hay color que valga cuando encuentran allí el derecho a participar en todo lo que pueda recibir sin nada a cambio, tanto en todo lo que pueda dar sin esperar nada. Es un mundo al que invito a que conozcáis todos, vengan a verlo, pasen y vean lo que ocurre en ese palacio de fantasia, vengan con urgencias pues está en peligro de extinción.
Se han empeñado en hacer salir a las vecinas de la casa grande, casa palacio, que fuera casa que se hiciera el Sr. Pumarejo, concejal municipal, cabe la posibilidad que con su sueldo en el Consistorio, pues eso, que piensan que como la casa está muy abandonada por su dueño, que lo mejor es desembarazarse de la vecindad y para ello, nada mejor que utilizar todas las artes, las malas, y lo mismo, piensan para adentro, aparece un buen negocio que hacer, y eso es lo peor, tanto hablar, y criticar la especulación de los reptiles, de los fondos eres, y los federes de la zona euro, y ahora me temo que de un momento a otro puede aparecer el vendaval de los míos, y acabar con doce años de peticiones, escritos, actividades, labor social, resistencia en infraviviendas, talleres, master universitarios, tesinas de antropologia, reconocimiento de BIC, e incluso obligar aun sin querer a aquellos que construian sueños, a tener que comprar a bajo precio toda una manzana del casi el mejor y mas productivo cahiz de esta ciudad, como sin duda es ese “espumarajo” que tanto me hizo temer, pero nunca tanto como ahora le temo.
Me llegan las noticias de que es posible que si le preparamos un panel en la fachada, pues no podría ser de otro modo, cuando se trata de un edificio protegido en su total desprotección, pues, que con motivo del inicio de la campaña electoral a presidente de la Junta de Andalucía, lo mismo viene el candidato, macareno por los cuatro costaos, e inicia la pegada en la casa de Pumarejo, y los “cuidadanos” encantados de recibirlo lo mismo le agasajamos como sabemos, y el ilustre se merece, bien con unas degustaciones de cocina italiana preparadas en el curso ex profeso para el, y su sequito, tambien le regalamos un pañuelo bordado con su anagrama realizado por el taller de costuras, le ofrecemos una actuación estelar del pumacoro, le presentamos un entremés de los Quintero por el grupo de teatro, y le damos un amplio dossier de todos los asuntos que esta ciudad, antes de las personas, se vienen tratando por los “cuidadanos” en la casa grande de Pumarejo, sin que en la grande de San Francisco se haya mostrado el mas mínimo interés, salvo en apoderarse de la casa, y aquí, según el protocolo se despide el acto. Como es solo un rumor lo mismo vienen.
Sevilla a 16 de Febrero de 2012
Francisco Rodriguez Estevez

martes, 14 de febrero de 2012

Para comer

La pobreza

En la provisionalidad, cuando aun creíamos que éramos dueño de lo propio, el personal de servicio mantenía a raya a los descuideros que rara vez accedian, sabiendo que eran facilmente localizados, y ellos mismos abandonaban el lugar sin derramamiento de sangre, por lo cual la clientela se sentía segura al realizar allí sus compras, aunque en ocasiones, pocas, aparecía la desagradable sorpresa del “extravío”, a pesar de la vigilancia que se ejercía, y con ella, indudablemente también se evitaba que la indigencia, mas que poner la mano lastimosa, pudiera meterla lastimosamente.
En lo de la Encarnación, con tantas curvas, cristales y columnas, por suerte se está reparando todo el sistema de desagues que propagaba el caracteristico aroma definido entre banco de iglesia y Dinamarca y que invade el mercado, donde el personal de seguridad ejerce demasiadas tareas, y peor aun es, que en el laberinto del trazado de aquello la vigilancia se les hace harto difícil, para poder controlar las distintas calles, con demasiadas columnas, y escondites, donde fácilmente puede ocultarse cualquiera que lo pretenda, y ademas, con unas aleatorias puertas, junto con otras salidas de servicio y de urgencias, hacen que faciliten el escape de las muy habituales amigas de lo ajeno, sin que estas puedan ser controladas visualmente, o cuando menos, evitar con el seguimiento la previsible actuación, ya que no es posible bloquearle la entrada.
En la desértica calle, ese fondo de saco sin entrada ni salida, donde aun falta la rotulación del puesto, ese que la reflexión de la luz del día hace que en la vitrina aparezcan los edificios de la plaza, y los azules cielos de este invierno sin lluvias, lugar solitario por donde apenas pasa el publico, pues crean que allí no hay un solo día en el que no lleguen varias personas pidiendo, y es evidente que la cosa está muy malita, ya que las tres que me tocaron en el día de hoy, acaso creyendo las pobres que mi generosidad es ilimitada, pues quizás debieron notarme mis apreturas, que ninguna me pidió dinero, todas solicitaron cosa que comer.
Evidentemente nos ha llegado la pobreza en esta nueva de las setas donde no dejamos de ser inquilinos subarrendados,y el personal subcontratado a una empresa de servicios no puede hacer gran cosa, pues siempre le cogen las vueltas. Esperemos que se demore el hurto
Empieza a ser un gran problema tanta visita, es tal el numero que en ocasiones pienso que a mi vienen todos los que piden, acaso mi demostrad debilidad se lo transmiten entre ellos, y acuden en tropel, pues generalmente existen quienes no son tan solícitos a estas necesidades que se me antojan acuciantes.
Algunos es que no dan nada, especialmente aquellos que podían sin quebranto ser un poquitín más benefactores de estas criaturas, suelen rechazar de plano su presencia argumentando que si no se diera nada, lo mismo no volverían.
Y puede que lleven alguna razón, y acaso eso me pasa por darle siempre algo a todo aquel que me pide, pero es que no puedo evitarlo pues, estando la cosa mal, aun prefiero dar a tener que pedir , y eso que hay días que, para que cortarlo.
Pero a pesar de que posiblemente esté para pedir, todos, hoy, como siempre se llevaron su parte, y eso me pierde, pues no le quepan dudas de que estos mas pronto que tarde vuelven, pero mira por donde me alegro de que estas tres familias hoy puedan comer algo caliente, por mas que mi recibo de luz me tenga con la mantita en las piernas, y la sabanita de franela portuguesa sobre los hombros, para no quedarme helado contando el único billete de diez euros que me quedó en la cartera, y que evita que pueda ir a la peluquería a quitarme las greñas de pobreza que abriga mi cogote, nevado por los años, que una cosa es el frío que estoy pasando, y otra la metáfora.
Sevilla a 14 de Febrero de 2012
Francisco Rodriguez Estevez

lunes, 13 de febrero de 2012

copia,copiosa

A perro flaco



Debería de estar jubilado, pero se me ha hecho imposible pues con la minima cotización como autónomo, esa que para poder pagarla, diría que en demasiadas ocasiones llegaba a ser algo tremendo, casi milagroso, tan milagroso como supondría poder vivir ahora con la prestación economica resultante. No hay manera, y encima te coge la crisis, para que te resulte mas difícil desprenderte de un negocio a la baja, (pero con unos costos de estructura en alza) que lo hacen materialmente imposible, para poder llevar a cabo un traspaso que pudiera servir de ayuda a la insuficiente paga de autonomo, jubilado andante.

Aunque con la tarjeta que me dieron puedo subir gratis al autobús, lo cual me permitiría llegar a mi trabajo en unos 40 minutos, pienso que mejor seria coger mi coche y hacer el recorrido en unos cinco minutos, si es que me permitieran, como usuario, poder aparcarlo en la zona menos uno del parasol, pero que inexplicablemente me lo impide en encargado de seguridad.

Ni les cuento que esto sea por la caprichosa decisión del responsable de mantenimiento, y dado que las distancias entre donde debo de subir al bus, y la de bajada fin de recorrido son considerables, y si a ello se le suma el tiempo de espera en parada, ocurre que cada día es demasiado el tiempo matutino que tengo que quitar al descanso, para tener impepinablemente que caminar durante una media hora antes del amanecer, dicen que es muy sano, por las desiertas callejuelas, una vez que cruzo a intramuros.

Por la tarde, para volver a mi domicilio tomo obligatoriamente el servicio público del taxi, la caminata pesa, y es este medio mas rápido que nos lleva al grupo familiar a casa, lo que supone un pequeño gasto participativo que suma a final de mes unos euros que podían ser ahorrados. Mi coche se deteriora en una calle de mi barrio.

El servicio de seguridad desde hace unas semanas, digamos desde la prohibición, está como mas relajado, se le ve con mejor talante, y me confiesa que todo era por el estrés que le causaba por un lado las exigencias del responsable de mantenimiento, persona encargada del trabajo que realiza, y por otra la comprensión personal de lo que acontecía, lo que viene a significar que colocar dos cajas rojas apiladas para que las personas no coloquen las bolsas en el suelo, generaba en el responsable de mantenimiento una tensión que volcaba en sus subordinados.

Es mas, sabiendo ciertamente, que la prohibición del paso de mi utilitario a la zona menos uno, no era cosa mas evidente que una venganza, ya que la falta de espacio, o una medida de seguridad sin cobertura, no caza que fuera a ser posible causa que al estacionar mi vehiculo en la zona junto con los demás usuarios, apareciera por ello el pirómano y me lo incinerara, con lo malita que tengo la cosa.

El loco mes ya me apareció con sorpresas, que no hay día que no me aparezca una cosita generalmente que pagar en euros. De momento la empresa concesionaria- adjudicataria aplicó el IPC y 10 euritos más.

No se si el recurso de la propuesta de sanción por demora en el pago a los recibos de mi comunidad, que por cierto, y por suerte, no son los que se marcan en las ordenanzas para el mantenimiento y conservación, haya podido prosperar,( aunque no puedas utilizar la zona menos uno), pues el susto aun no se me acabó de quitar, y para colmo llega el recibo de la luz, lectura real, que ha duplicado el consumo, por lo que para escribir esto, con las que pela, estoy utilizando la luz del día que se nos va, y en lugar del braserito me he puesto la mantita por las piernas, y una sabana de franela portuguesa me la he echado por los hombros para entrar en calor, esta visto que lo del perro va a ser cierto.

Por suerte hoy he recibido un correo del máximo responsable en este asunto de la puerta por la que espero se convierta en cornucopia (que ya me pidió paciencia en Diciembre) dice que lo de la puerta está estudiándose, y que va en un punto de la negociación, solo cabe esperar en este caso que la “copia” no sea falsa.

Sevilla a 13 de Febrero de 2012

Francisco Rodriguez Estevez

sábado, 11 de febrero de 2012

Puerta, puerto

Los días

Llega a ser desesperante que las cosas, con ayuntamiento de por medio, se lleven tanto tiempo en encontrarles las soluciones adecuadas, mas si en lugar de resolverse se enredan, en papeleos de competencias, e incompetencias, al punto de hacerlas parecer, incluso llegar a convertirlas en verdaderos problemas.
El empestillado asunto de la puerta inexistente en lo de la Encarnación, problema de imprevisión, y falto de estudio previo, pero que por su simpleza, en el principio podía haber sido algo tan fácil y sencillo de solucionar, que hubiera bastado aplicar, algo mas simple que el sentido común, pues era suficiente con la observación.
Pero, ocurrió que, entre las prisas inaugurales, la campaña de huida, y el nuevo consistorio, que todos los asuntos, problemas incluidos, quedaron ralentizado, y es que en lo de la Encarnación los contratos de concesión y adjudicación de aquello, y el de adjudicación de obras, tienen las mismas partes, solo que, semejantes papeles, con las modificaciones, las maderas, y lo imposible, junto con los olvidos de las sostenibilidades, y las penalizaciones, los elaboraron tan perversos, y enrevesados, que cualquier interpretación resultaría valida para ambas partes, pero es tal cantidad de ambigüedades que eso contiene, que le hace que no quede claro nada.
En estos días resulta interesante conocer la noticia de que parece ser, que el nuevo gobierno municipal, tras pasar siete meses en sus labores de enterarse de deudas y pagos, tiene la intención, (después de estudiar detenidamente los papeles que se encontraron en el expediente del micologico asunto) de encontrar la interpretación que le resulte favorable.
Lo mismo esa es la necesaria puerta para que entren las soluciones de las cosas, que deberían de llegar en cascadas.
Se desconoce cuantos días serán necesario para aplicar la sensata solución, y la puerta nos aparece, aunque solo sea para acabar con el problema.
La información hace pensar que, con la negociación de las partes, se están acabando los días de esperar, y los de desesperar, por lo que será una suerte que le pongan fin, aun siendo mucho mejor que lo que pongan sea una puerta, aunque sea como las de toda la vida, por cuanto también esta sea una salida, para que de entrada, pueda cambiar la suerte esquiva que me produjo la caprichosa colocación de unas puertas con tan absurda colocación, que esta se abrirá justo cuando, con tanto dicho al respecto, se me estaban agotando las palabras.
Sevilla a 11 de Febrero de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

viernes, 10 de febrero de 2012

de reunion en reunion

A la atención de quien manda

Cuando el próximo Lunes te llegue este correos se habrán pasado veinticinco días de la reunión que tuvimos, “a pié de obra”, junto con tu staff, si bien al final se incorporó quien entiendo que pueda ser el supervisor, persona que nunca me presentaron y que además desconozco su nombre.
Casi una hora estuvimos hablando, y aparte de tu comprensión, a las pruebas me remito, no conseguí nada, salvo fortalecer la potestad del encargado de mantenimiento, que ahora se puede jactar de haber logrado que las cajas que se venían utilizando para evitar que los clientes pusieran las bolsas en el suelo hayan sido retirada, e incluso llego a observar en el como se muestra mas ufano, cuando comprueba que mi utilitario no ocupa ningún espacio en el nivel menos uno del parasol, si bien este, gracias a tus observaciones se salvaría de las llamaradas en caso de incendio.
Veinticinco días, y parece que todo ahora funciona perfectamente, se diría que lo que creaba la tensión existente era las cajas que apilaba delante de la puerta del puesto que tengo adjudicado, por cierto sin rotular, (ese que la reflexión de la luz hace que no se puedan ver los productos que se exponen), y que lejos de estorbar a nadie, podría afirmar que tenían su utilidad para el publico.
Pasa igual con lo de la zona de carga y descarga, mas mal cuando es de descarga y estacionamiento, y en ocasiones ni descarga, lugar donde pueden quedarse aquellos vehículos que determina un extraño criterio, pues con independencia de que los pocos lugares para aparcar en superficie en este sector en su mayoría están reservados solo a aquellos vehículos que se utilizan para el transporte de mercancías.
Pero no me caben dudas de que resulta mas cómodo dejarlos en la zona menos uno, pero así, en esas necesidad tambien nos encontraríamos todos los usuarios de metropol, entre los que me incluyo sin que por el momento aun haya recibido (aparte de agradecerte el aviso de que en caso de catástrofe no existe seguro para mi coche) ninguna respuesta con coherencia que pueda justificar su exclusión, y con esta actitud, no pueda obtener los beneficios que otros gozan.
Ni que decir tiene que si realizáramos una detenida visita por el laberíntico trazado del espacio comercial dedicado a mercado municipal, nos podemos encontrar algunas “transgresiones” toleradas, evidentemente que no son cajas rojas, ni yo las he colocado. Igual pasaría si llegáramos al nivel menos uno, y comprobaríamos, además del sobrado espacio que podría ser utilizado por varios vehículos más, aun a riesgo de que sin tener una cobertura que los asegurara, estos podrían quedar carbonizados, pero está claro que evidentemente ninguno es el mío, y ademas ni se le permite la entrada.
Si nos fijáramos en los paneles de fenólico, podríamos comprobar cuantas actuaciones se ha realizado en ellos, claro está que ninguno de los comerciantes pretendía poner unos tubos fluorescentes especiales, de los llamados grolux, cuya colocación se soportaría en los mismos orificios que la deficiente instalación luminotécnica tiene encastrados los portalámparas.
Claro que lo acordado, con criterios desacertados en el ámbito comercial, donde el mercado debe de ofrecer la creatividad enriquecedora del ingenio de los placeros, pues resulta que aquel día, a alguien se le ocurrió eso de la uniformidad en la disparidad, y es cierto que quien ha salido ganando es la empresa eléctrica colocando cacerolas de carísimas luminarias al objeto de mejorar la deficiente que se había fijado en el proyecto.
Toda esta literatura para decirte que después de veinticinco días, llego a la conclusión de que lo que estorbaba eran mis cajas recicladas como soporte, y el coche que no entra es el mío, y te digo que sigo sin entenderlo. Esperemos que el responsable de mantenimiento me haga la gracia.
En otro orden de cosas. Pude hablar el jueves pasado con distintos responsables en la gestion, me dijeron que se iban a poner en contacto contigo y que estáis negociando algunos aspectos económicos que ni me importan, solo espero que se pongáis de acuerdo en lo de la puerta, lo mas pronto posible, pues se hace esta pieza realmente importante para mejorar la circulación por el interior del complicado viario.
Sevilla a 10 de Febrero de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 9 de febrero de 2012

puerta sur


AFICCIONADOS AL FUTBOL . GOLEADA FOLLETO PUBLICITARIO 1950 LIGA RESULTADOS MADRID BILBAO SEVILLA ... (Coleccionismo Deportivo - Documentos de Deportes - Otros)

La equis

Decía mi profesor de matemáticas que la equis era la incógnita y que había que despejarla. Nunca lo entendí del todo, pues cuando llegaba el sábado, nos llevaban a jugar al futbol a Pineda en un enorme campo de tierra, en el que ni de un punterazo con toda mis fuerzas podía sacar el balón del área de castigo, y donde el capitán Balón, responsable deportivo, dirigiéndose a mi, me gritaba con toda sus fuerzas “despeje usted Sr. Rodríguez, despeje usted, que nos empatan”.
Esto ocurría cuando tenia unos siete u ocho años, y debo de decir que nunca había visto un partido de futbol de verdad en mi corta existencia, y ni tan siquiera sabia que el empate era una equis en el pronostico quinielístico.
A salido la golee, ¡la Goleada!, con los resultados de los partidos gritaban los domingo al anochecer, unos muchachos que casi corriendo se dirigían por la Encarnación hacia la Campana, justo por la fachada Sur del mercado, donde la fuente de piedra servia de hábitat a las carpas doradas (enormemente gordas de tanto comer el pan que les echaban), y que en la hornacina central, bajo un Sol refulgente, la diosa Ceres que modelara Vasallo, mostraba sin importarle lo mas mínimo, las dos incógnitas pugnases debidamente despejadas.
En lo de la Encarnación, la equis, tal cruz de San Andrés, ahora cierra la cancela de curva Sur posiblemente para ocultar lo que deja ver las sucias cristaleras del pasado.
Es esta calle de curva a la izquierda, ábside del nuevo templo, al igual que la serpenteante que marca las lindes de lo que llaman mercado, dos claros ejemplos de la tontería, que ahora se llama también papanatismo, pero que hace poco le decían modernidad, y a su autor el poeta de las ondulaciones.
Trato de despejar la incógnita de la aleatoria colocación de las puertas en la sinuosa calle, y me resulta si cabe más imposible de entender, que sacar aquel balón del área con el tremendo punterazo que me dejó los spais en la rojiza arena de aquel descomunal campo de futbol.
¿Que estudios de matemáticas se precisa para saber que el porcentaje de venta es proporcional al numero de clientes? La lógica dice que las ventas porcentuales exigen que, a menos clientes, mas caro hay que vender para cubrir los gastos, es lo que se llama inversamente proporcional.
Todo es como abrir una puerta en la travesía central. Por ejemplo, mientras mayor sea el número de personas que cada día la busquen, menos posibilidades existen que alguien se preocupe por estudiarle la solución.
Pero que, por fácil que pueda ser abrirla, lo importante no será que lo hagan difícil, si no que la abran, aunque lo hagan difícil.
Tan difícil como despejar aquel balón, que pesaba como si fuera de hierro, con las costuras engrasadas, y el cierre de correas, por más que aquel entrenador físico, te gritara desde la portería, “despeje Sr. Rodríguez, despeje fuerte, saque el balón del área”.
La historia real acaba en que al despejar, aquel balon en juego que ponia en peligro la visctoria, le di al suelo y se me partió la bota por la costura de atrás, quedando los spais enterrados en la tierra y saliendo lanzada como un obús, motivo por el cual no pude seguir jugando, y el delantero que venia corriendo se llevó un buen botazo en la nariz que le hizo sangre, y todavía después de tantísimos años ignoro a cuento de que el arbitro pitó penalty. Sigo pensando que debió de ser para que nos empataran.
Sevilla a 9 de Febrero de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 8 de febrero de 2012

Horror vacui

Abatido

A primeras horas de la mañana me avisaron. Todo hacia indicar que habia llegado la hora, y era lógico que sucediera tal como aconteció.
No había caso, ni alarma por el suceso. Tampoco cabía esperar la suerte de un ninot indultat, pues siendo fuego fatuo, su destino era ineludiblemente el de seguir a los demás puestos que formaron aquel mercado de provisionalidad eterna.
Pasado el mediodía me acerqué para ver el montón de escombros que aun quedaban por retirar, tenia aun en una de sus paredes, la que tendrá que permanecer de pie acaso algunos años mas, rastros que me fueron propios, y que aun podía identificarlos.
En la explanada resultante solo quedaban los dispersos restos de muro de la fachada, unos montículos de sus despojos delatan que su destrucción ha sido cosa reciente, por mas que queden esos signos de los estertores llevados a cabo, tal como si le hubieran evacuado las entrañas desperdigándolas después de haberles abatido.
La diafanidad del vacio aun me permite ver, en ese rastro por retirar, algo que por cercano es reconocible, será lo último que los camiones se lleven a las escombreras, y me alegra que así haya sucedido, pues no es fácil resistir cuando todos sucumben.
Aquello estaba previsto para que tuviera una duración máxima de tres años, pero evidentemente el constructor le dotó de suficiente fortaleza en su estructura para que aguantara incluso el doble de los que permaneció como provisional mercado, pues por suerte, esta empresa si que sabía perfectamente que lo de los tres años era un camelo municipal, pues nada hay mas incierto que las palabras dadas por aquello que se meten a político para crearle problemas a las soluciones.
Después de tantos años, casi cuarenta, tiempo suficiente para todo, y acaso demasiado tiempo para nada, puede decirse que, tras ser abatidos, como un furtivo sus piezas, que estos dos últimos puestos del provisional mercado, fueron en los que cada día, de todos los años transcurridos, intentaba que se generara una nueva historia, una ilusión que nos permitía volver en la madrugada siguiente, una tras otra, para volver a empezar una larga espera continuada, pensando solo en que algún día esta se tendría que acabar, pero mira por donde ni fue el mejor día para su final, ni la historia se ha terminado.
Sevilla a 8 de Febrero de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

lunes, 6 de febrero de 2012

Los ultimos, y los primeros

Los puestos

Aun se les pueden ver, allí permanecen juntos desde el primer día, y con seguridad serán los últimos que resistan, en la desolación del gran derribo de la eterna provisionalidad. Allí aguantaron hasta después del final, allí siguen en ese rincón conformado por dos pequeños puestos de numeración correlativa, el 39, para recordar el de un final bélico, incívico, fraticida, y el 40, como año mas recordado como el de la hambre.
Dos fechas, dos números, dos puestos, dos licencias, y dos títulos de socios de una cooperativa. Dos historias que tuvieron un final muy distinto al esperado.
El solar deja ver la planta del antiguo mercado, donde tantas ilusiones llegaron para que después de mas de 38 años solo unos pocos abandonaran la eterna provisionalidad que destruye la demolición iniciada.
Serán, pues los que fueron mios, los últimos puestos que se derriben. Es el vaticinio de la resistencia inútil pues al final quedaran convertidos como el resto en polvo de ladrillo.
No se que tiempo le quedarán por estar en pie, posiblemente algo mas debido a que anexo tiene el transformado de la luz, ese receptáculo que calentaba la pared para que los jamones chorrearan desmesuradamente, una pared que haciendo las veces de cuchillera calentaba las hojas de los cuchillos en contacto con los azulejos blancos, que con el tiempo acabaron saltando por las dilataciones.
Acaso el tiempo dilató también lo suyo, ya que con los años transcurridos me permitió colgar una buena colección de obras de arte de pequeño formato, que fue muy admirada por los extranjeros que visitaba aquel bidonville.
Se me agolpan datos sin importancia, mas de sensiblería, cosa que me colmata en exceso, pero no tengo ninguna duda de que junto con mis hermanos fuimos los últimos que abandonamos el vetusto mercado, pues permanecimos algo mas de mes utilizando la gran cámara de los cajones 24 y 25, que así, recordando los orígenes de maderas se tenia por llamar a los puestos, cajones.
Aun queda reminiscencias de llamar tabla, a espacios comerciales generalmente en lonjas y grandes mercados mayoristas, así como paradas, en alguna provincia, como lugar donde se paraba el carromato con las hortalizas.
Cierto es tambien, que las primeras mercancías que entraron en este nuevo, que mas parece galería que mercado, fueron las que se almacenaron en el puesto 29, aun sin rotular, precisamente el día de las maletas negras, aquel en el que nadie iba a firmar un contrato tan malo, o peor que la nueva ordenanza, para el interés de los placeros, y que horas mas tardes acabaron todos por posar en la escalinata central de la Casa Grande
Diría tambien que la primera venta que se llevó a cabo en aquel Domingo de Batucada, de huidas por la puerta de atrás, de pitada, día soleado, después de la que nos caló en el de la Esperanza, no pudo ser otra que la que se llevo a cabo en el puesto 14.
En la simbología de los números se aplica a este el de doble fortuna, no así al primo 29, del que los augurios lo llenan de dificultades. Evidentemente la dificultad solo se supera con más exigencias, con más trabajo, y siempre es algo que se pueden sobreponer con éxito.
Será una prueba mas de resistencia en esta vida que me deparó la Encarnación de mis canas, antes de mis carnes, y lo mismo cualquier día de estos, ¡zas!, abren la puerta y no te vea, como puede cambiar la cosa, tanto que para que les voy a contar.
Sevilla a 6 de Febrero de 2012
Francisco Rodriguez Estevez

domingo, 5 de febrero de 2012

En pocos años (como contarlo)

Los disparates

Siempre hay a quien le resulta inexplicable pensar en las cosas que se “hacen” en esta callada ciudad, por lo que no hay dudas de que, si tambien hay quien las aplaudas ,se acabe temiendo que aparezca lo peor.
Es sabido que con dinero, (eso que lo consigue todo) que hasta lo imposible se imponga alguna que otra vez. Verbigracia, que el metropol no sea una estación para el previsto metro línea dos ya.
En este micologico episodio cabrían otros argumentos más insostenibles que las fotovoltaicas, e incluso más imposible que el veredicto de la consultora, por no hacer referencia al inadecuado laberíntico trazado, del llamado mercado municipal, ni por supuesto a la aleatoria e insufrible colocación de las puertas, pues estas cosas de siempre se solucionan con dinero, en ocasiones publico, ese que dicen que es sagrado.
En esa encontramos que una cosa es hacer lo de las setas, y mantener a toda costa que es algo moderno, cosa que cuestionan incluso en la “torre”, pero que de serlo, posiblemente sea por la continua renovación de las frágiles losetas, tan inadecuadas, así como esos arranques de los cilindros de hormigón que están tan rematadamente mal acabados, que mas parece chapuza que vanguardia, y sobre todo no querer mirar lo que guarda en su sombra, y otra cosa muy distinta, pero muy distinta, que acaso ni sea moderna, ni sostenible, como pueda ser el hacer que la sombra de un enorme gnomon, aparezca, como otro mojón, al que dicen hito, erigido como un nuevo icono, el de la soberbia, y olvidar todo, todo lo que el tiempo de su sombra ha ido marcando, desde la compra-venta (low cost) del suelo.
El contador de Galápagos, con su frase transfiguradora, no pudo hacer un vaticinio mas acertado. El contador de nubes, suelta ahora que se enteró de lo que pasaba un poco tarde, más o menos por cuando en lo de la Encarnación se estaba en la placa armada.
Parece que se hubiera retrasado los relojes, incluido la clepsidra, y a través del túnel de tiempo se alcanzara este mester de cuenta cuentos. Cuento errores, cuento olvidos, mucho cuento.
Cuento de cuentas de contar, como cuentos, para cuando lleguen los nietos, y poder explicar, si resiste aquello en pie, como fue posible lo de la Encarnación, por mas que pueda pasar que por mor del dinero no se aumente el numero de disparates que explicar, pues entre el Olímpico y el Metropol, el cupo histórico de mi tiempo se encuentra al completo, y no seria de recibo incluir por las bravas, (entiéndase el dinero de los impositores) lo de la torre, cuando lo del prado tienen sentencia firme, y los gasto por errores mas que cubierto.
Sevilla a 5 de Febrero de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 2 de febrero de 2012

Triste final

Las predicciones

En esta semana de luces en las marisma, cuando la cigüeña se deje ver, incluso mas que si saliera en las fotos quien mas sale, pues dicen definitivamente, que por fin va ha llegar el frío. Un frío polar, para mas señas que se llevara todo el cielo azul que nos ha venido acompañando este invierno disfrazado de primavera, Según parece se volverá gris y las necesarias lluvias tienen prevista la llegada para Semana Santa.
Con el Sol del atardecer en la vertical de las almenas de la Torre Blanca, sus rayos inundan mi estancia cada tarde del solsticio para recordarme que aun es invierno, aunque no me lo parezca. En verano siempre se despide por la Andueza, me da de frente antes de que escape buscando la “resolana”, y quien sabe, si en el futuro se dará de bruces con el ciclópeo gnomon perturbador para que las calles se llenen de sombras.
Los avisos están dados, y el pronóstico, mirando el mercurio del termómetro marcando los grados de rebequita, como que se hace imposible pensar que mañana pueda hacer el anunciado frío.
A decir verdad, el frío, frío, me llegó hace unos días, acaso el mas calido de los pasados, a tenor de la gente que había tomando cerveza en los repletos veladores, cuando, poco antes del ángelus, el agente notificador, y de paisano, me hizo firmar el recibí del papelito rosa. Nada menos que la pensión de tres meses, toda la estación de primavera esperando la paguita y resulta que me las pueden sacar de la cartera cual descuidero, para darme el disgusto.
Y es que, cuando el reglamento se hizo ordenanza, algo cambiaron en el descuido, y en lugar de indicar los cinco metros de anchura en los viales de los mercados, pues ahora dice que se `puedan aplicar sanciones desproporcionadas, por el mero hecho de disentir con los iguales, no quiero ni pensar en lacuantia de haber sido con la autoridad, cuando ni tan siquiera se permite la discrepancia en las actuaciones, especialmente en las que debería de aparecer el sentido común, pero la letra no tiene mas interpretación, cuando conviene. Eso si que es frío.
Con la posible solución que tengo que tragar, en evitación del disgusto que me puedan quitar las tres paguitas para mi insostenibilidad, el calor vuelve a entrarme en el cuerpo aun sin tenerlas todas conmigo.
Pero ya llevamos algunos días preparándonos para el frío, algo ha cambiado, parece ser que era lo que estorbaba, y ya no hay cajas donde poder evitar poner las mercancías en el suelo, ya no hay lámpara de bronce y cristal de roca, para que sus catorce brazos dejen de ser una provocación luminosa, ya no importa que la reflexión del sol haga desaparecer el genero de la vitrina, con un truco mas propio de David Copperfield, que de la concesionaria, ya no hay soporte de perniles de Cortegana que cuelguen en el exterior de un interior que guardan las lindes las persianas automáticas, ya no hay rótulos de vinilo que expresen que es lo que se expenden, ya no hay coche que pretenda aparcar sin que pueda ser devorado por las pavorosas llamas, tan solo por que allí no tiene cobertura el seguro para este, ya no hay puerta que permita entrar a las personas que buscan un acceso inexistente, y una salida imposible, ya no hay diosa protectora para poder modificar mínimamente el trazado equivocado de una pared de cristal.
Por el momento, acaso por el frío todo se ha vuelto apacible, es como el conformismo que se advierte en las residencias de ancianos esperando su final, y a pesar del calenton, mucho me temo que eso sea lo que esperan, y es cierto por más que duela, que el final llega.
Dos de Febrero de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 1 de febrero de 2012

saber latin

Tolle

Me imagino a toda esa gentuza gritando tolle, tolle, en una burda bulla de la macellun vacía y silenciosa “tolle, tolle”. Puedo verlos sin estar presente, desencajados en el frenesí berreando a coro para demandar que la actuación que se exige sea ejemplar, y en la excitación cumbre que aquello les produce, el visaje muestra en sus miradas los perversos instintos que tenían guardados para la ocasión, y que les delata la maldad contenida, por la sangre que llenan sus ojos.
Tolle, tolle. Seguro que no pararían de lanzar sus alaridos mas salvajes, en un deseo desmesurado de eliminar, al mismo de siempre, bajo la madera de la Encarnación.
Tolle, tolle, mascullan algunos sin saber de que va la cosa para no salir de la bulla protectora. En la dispersa algarabía se ensambla, se copula la intensidad de los gritos con las cacofonías de la necedad, al punto de que, al romper las gargantas, les aparece la felicidad de un orgasmo de hiel, cuando logran hacer el unísono tolle.
Tolle a una sola voz, donde ninguna voz aparece discordante, pues en el grupo, la fortaleza individual desaparece y nadie parece por si solo enfrentarse a la jauría domada, mostrándose en su silencio incapaz de defender nada de nada, menos, lo justo, y para nada lo propio.
Aborregados, sumisos, obediente, y acaso asustados por lo que la desidia ha ido creando frente a ellos, aparece, y ahí esta, sólida, pétrea, e imperturbable, con la terrible filacteria colgada en bandolera “With the law, in hand”.
Es el agente externo, convertido en órgano único de decisión, un servicio especial bien remunerado, y plenipotenciario, ese que levanta el acta secreta, en la que eleva la proclama popular del griterío, tolle, tolle, que tan sutilmente ha urdido, para que todos se enteren de una vez por todas quien tiene la sartén por el mango.
Ya no hay responsable de los dineros, ni hay por que saber donde se emplean faltaría mas averiguar los destinos, aparte de los magníficos sueldos que se liquidan mensualmente, tampoco razón, por supuesto social, ni mucho menos patrimonio de papeles, custodiados en los olvidos, ni las obligaciones del consejo pueden ser ahora cumplidas de acuerdo con la Ley, ni se pueden ejercer los derechos aun cumpliendo las obligaciones. ¿Sigue el cachondeo?
Perdidas todas las posibilidades para obtener la información de la marcha de los asuntos, aparecen las derramas por doquier como sangre regeneradora de unos caídos, y que por el momento no serán los últimos, por lo que habrá de temer que las derramas continuadas serán per sé capitulo insoslayable hasta ese final que se nos aproxima, a pasos de legionarios, y que durara el tramo temporal que de lugar, y mientras que genere el interés social, y muy especialmente el que le convenga al staff, que mueve las débiles voluntades, como hilos de marionetas.
El poder, sin poder, y mientras………… iniciado el grito “Tolle, tolle”, por quien debería de estar callada, y ahora ausente por su propio castigo, y para siempre, tolle, tolle. Aquello debió de ser tal como imagino.
Ya gustaría poder leer lo que llegó a escribir,( aparte de los tolles, para describir la escena de voluntades convulsas) pues siendo cosa que no debería de hacer, pero….. así están las cosas.
La dejan, la dejan, toma el poder de hacer, y hace, y ya no hay manera de saber que quedó escrito, aparte de la derrama. Pero no cabe duda que aquello debió de ser tremendo pues el griterío, según se pudo saber por su propia voz, que fue de locura, tolle, tolle, gritaron todos sin excepción, y con estas actitudes,¡vamos!, que no digo que no, pero pueden acabar con uno, e incluso con dos sin son pequeños.
Por esta vez tampoco ha podido ser, acaso no llegó el tiempo, y mientras, desde la panorámica del fanal, que no urna, y a falta de puerta por la que pasar, paso por el aro, pero al menos puede verse, en el silencio, como siguen pasando los cadáveres del enemigo.
Sevilla a 1 de Febrero de 2012
Francisco Rodriguez Estevez