(A esta es)
La llamada telefónica se produce para confirmar si efectivamente
el Sr. Alcalde dispuso de un emisario de su confianza para interesarse por lo
de la puerta. Al otro lado de la línea se pone en cuestión que esto fuera
cierto, pues como que queda sin el rigor que la oficialidad requiere.
Resulta, que después de casi cinco años es cierto que solo
se presentó una petición en la mesa de atención al ciudadano, pero no le puede
ser extraño a nadie, del ambito municipal, que este asunto ha tenido personalmente la información de
cuantos responsables tuvieron, no solo de forma verbal, mas tambien de forma presencial,
pues todos acudieron para realizar la visita, tanto los responsables en la gobernanza de la ciudad, como los irresponsables en la oposición, para verificar que esto de la
puerta en lo de la Encarnación, no tuvo el minimo estudio que se requería para realizar la
deficiente instalación llevada a cabo, haciendo por tal modo de actuacion, que por aleatoria colocacion de las puertas pareciera el
laberíntico diseño poco mas que una trampa, y un deplorable espacio anti comercial por
cuanto se crea desigualdades en los vendedores, a tenor de la deficiente distribución llevada a cabo y por los viarios
sin paso, y basta comprobar por la nula diafanidad que se requiere en estos establecimientos, amén
de un sinfín de deficiencias que en casi cinco años no se ha tenido ninguna intención
de reparar.
Mas cuando el argumento de que sea puerta automática se aplica para la utilización
cómoda de las personas mayores, y aquellas con discapacidad de movilidad, que se contempla en la Ley de Accesibilidad en los edificios publicos, que debería
de causar vergüenza tener que mover las pesadas hojas, y la falta de medida higiénica
que vete a saber qué manos anteriormente
las tocaron, con la continua indigencia que pasa para utilizar los deficientes
aseos.
Hoy me da la impresión que no le ha quedado claro, a mi interlocutor
que la palabra del candidato Espadas, en presencia de la presidenta en
funciones de la Junta de Andalucía, la Sra. Díaz, era meridianamente clara, y
en nada puedo considerarlas que fuera de coña, ni de coña,
¿Cómo puedo entender que un candidato vaya diciendo cosas de coña?, acaso de coña es tocar un tema que conocía desde hacia tiempo, y venga a afirmar publicamente “Definitivamente lo de la puerta la voy a abrir yo”. Una afirmación rotunda, que no tiene dudas ni de coña. Mal andaríamos si el Alcalde va diciendo cosas de coña. ¡Vamos ni de coña! ¡A esta es!
¿Cómo puedo entender que un candidato vaya diciendo cosas de coña?, acaso de coña es tocar un tema que conocía desde hacia tiempo, y venga a afirmar publicamente “Definitivamente lo de la puerta la voy a abrir yo”. Una afirmación rotunda, que no tiene dudas ni de coña. Mal andaríamos si el Alcalde va diciendo cosas de coña. ¡Vamos ni de coña! ¡A esta es!
Sevilla a 16 de Septiembre de 2015
Francisco Rodríguez Estévez
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