lunes, 7 de septiembre de 2015

En pleno centro

El centro de la ciudad es un lugar en el que
no deben de caber experimentos, pero si
se derriban unas casa ruinosas,  y aparece
un vestigio de otro tiempo, que menos que
conservarlos donde se tiene pocos
elementos de su pasado y nada mejor que
queden  integrados en un nuevo edificio, y
 muestre la historia.
 Todas las cadenas de televisión nos mostraron las imagenes espectaculares de la que se inaugurará en breve en Pamplona, donde se ha integrado un lienzo de una antigua muralla recuperada, y que por su importancia tomará el nombre de  “El Baluarte”.
Solo ha sido la presentación pública de los avances de unas obras, a las que le queda según la información poco más de un año para su inauguración, previsiblemente por algún miembro de la Casa Real.  El Baluarte  será un monumental edificio, está construyéndose  en  pleno casco antiguo de la ciudad de Pamplona y debe tan singular nombre al paño de muralla medieval aparecido en las excavaciones de cimentación, el cual ha sido conservado, con gran acierto, integrándolo para su admiración, a cuantos tengan la oportunidad de visitar el edificio.
 Su construcción se ha realizado sobre un solar similar al de la Encarnación, unos ocho mil metros cuadrados, pero se quedaría pequeño en la comparación con este si  aumentamos las posibilidades  que ofrece  la  inclusión  de la superficie  de las calles Aranjuez y Regina, así como las de las placitas adyacentes que sumarian los dieciséis mil. “El Baluarte” tiene una edificabilidad total de sesenta y tres mil metros cuadrados, su forma de gigantesca ele  permite a la sombra de este emblemático edificio, crear un espacio ajardinado rodeado de pórticos y soportales.
El uso que se dará será multifuncional, principalmente cultural. El Baluarte dotará a la ciudad de Pamplona  de un  Auditorio con capacidad para quince mil  espectadores, salas de exposiciones, sala de cine y teatro, Las autoridades  esperan que en breve llegue a convertirse, al igual que el Gugengein en Bilbao, en referencia identificativa.
No es cuestión de comparar las actitudes y aptitudes tan odiosa en todos los casos, pero reconocer los aciertos y la eficacia de otras corporaciones que no hace sino acrecentar la vergüenza que llevamos soportada  los placeros, cuando nos enteramos que  mientras  aquí esta situación lleva veintinueve años, y aun falta otro más de excavaciones arqueológicas, mas el periodo de construcción, calculado en dos años, nos elevará la  demora a entre treinta y dos y  treinta y tres años, cuando  todo el proceso del Baluarte ha sido realizado  en algo menos de tres años.
 Está claro que no es lo mismo  destinar  las partidas económicas para un auditorio si aquí dispondremos de dos, cuando se rehabilite el de la Expo, ni para un teatro  puesto que  aquí   los cerramos, ni para sala de  exposiciones, teniendo en cuenta la cantidad de espacios que para tal fin tenemos en  la ciudad y  ya que  al parecer de las autoridades electas, el mercado de abastos ni tan siquiera tiene la consideración de  que pueda ser una expresión cultural, consideran que lo mejor que pueden hacer después de tanto tiempo con los placeros arrinconados, de forma provisional naturalmente, nada mas y nada menos que en los mejores dieciséis mil metros cuadrados, no un Gugengein, ni tan siquiera un Baluarte, ni mucho menos  La Boqueria, nada aquí  en la ciudad de la gracia, no se les ocurren  otra cosa mas que  el invento del mercado-cueva,....¡ No les digo!.  ¡Santo Dios la que nos espera!
Sevilla a 1 de Ocubre de 2002

Francisco de  Paula Rodríguez Estévez

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