lunes, 24 de octubre de 2011

El pescado de San Rafael

San Rafael

Llega la primera lluvia de Otoño con el día del Arcángel cordobés, el caso es que a Rafael le gustaria hacerle caso a la institucion, pero el se resiste a formar holding con Miguel, que ademas es sevillano, y se ha asociado con Gabriel el de Alicante, como el turrón.
El caso es que en Sevilla llueve,(que no es mala noticia), en este Lunes verdaderamente otoñal y a nada que llego a donde no hay quien sepa por que no se abre una puerta donde tanta falta hace,donde cada dia que pasa nada cambia, es más ni tan siquiera se sabe si existe alguien a quien dirigir la consecuente responsabilidad, pues ni Sacyr, ni urbanismo, ni consumo, ni el propio arquitecto sabe, ni quieren saber, a quien corresponde autorizar, algo tan simple como puede ser cambiar un cristal fijo, por un cristal deslizable que sirva de puerta cuando menos a las personas discapacitadas.
No me negaran que la cosa tiene guasa, pues algo no huele bien, y es que en el llamado mercado amarillo siempre estamos atascados.
Ni la puerta, ni el rotulo, ni las luces, ni los vinilos que maticen la luz solar, tampoco que se tapen los desagües, que se adapte un sistema de ventilación natural que evite que el aire viciado contamine mas aun las conducciones que vuelven a expulsarlos una y otra vez sin renovarse.
Cierto que sigue lo de los imbornales, los shunt, las fotovoltaicas, la Ley Feraee, y la anchura de los viales interiores, el suelo poroso y lo del deficiente equipamiento millonario , pero que le podemos hacer.

 Todo huele mal, se diría que como si el primer jinete se hubiera descabalgado de su pálido caballo, justo en el llamado mercado amarillo, a tenor de que desprende lo suyo, cuando lo hace propio, y da lugar a que pueda compararse con lo que soltaba Dinamarca, que por lo que larga por los desagües, y lo que sale supera con creces lo que soportaron los daneses. Esperemos que aunque lo parezca no haya sido la peste del jinete, ni porque a San Rafael se le haya podrido el pescado, después de tenerle tantos años en su mano izquierda, precisamente por no meterlo en el congelador.
El Arcángel de Octubre nos trajo la lluvia, y el agua limpia pudo entrar en los imbornales en los que las maquinarias de limpieza succionaron lo que ni por ensoñación se puede nadie imaginar,  y cabe preguntarse, de donde sale tanta mierda, mas bien, ¿Por qué se atascan tantos los registros y alcantarillado de lo que hicieron en la Encarnación?

Y acaso todo sea como lo de la puerta, sencillamente porque no se pararon en pensarlo, o por aquello del ahorro en calidades. Dice la historia del santo que mato a un gran pez, otra historia nos cuenta lo de la gallina.
Sevilla a 24 de Octubre de 2011 
San Rafael Arcángel
Francisco Rodríguez Estévez