Ni me puedo imaginar cómo sería la instantánea que recogería
los medios con lo de la puerta, en comparación a esta que contemplo a nuestro
alcalde en lo del Barranco, asido a tirador, en momento inaugural, tal como el
doctor hizo, cuando bromeando con la manguera del puesto de pescado, nos mostró
su imagen más simpática rodeado de palmeros placeros. Que divertido.
Viene la mufa de lejos, se diría que de cuando aquella
delegada me dijo que, para que no me quedara duda alguna, nada menos que
vaticinó que se iba a hacer en la Encarnación un mercado de cine, no tuvo ni tiempo,
ni tampoco tuvo suerte la Encarnación con ella.
En cuanto apareció aquel que por cercano gustaba mezclarse
en los callejones de la provisionalidad, mostrando unos deseos vehementes de
atender a los palmeros, parecía que sí, pero no, pues este asunto estaba en manos de la “valerosa”,
y a él le cogió de lleno el “chocito”.
La cosa está en que parece que no hay quien se libre, y no
quedará títere con cabeza, pues lo de mercasevilla salpica al siguiente, a pesar
de la distancia en el tiempo, y a la que le siguió, que siendo irresponsable
cuando la puerta giratoria la hizo responsable de la energía, y justamente sin
enfriar el sillón donde falta la puerta, y sostenibilidad, no solo faltaba el
sentido común, si no que se omitieron las fotovoltaicas, nada menos que con su más
que probable visto bueno. ¡Gensanta!
A todo esto, otra que llega, y a lo de la Encarnación vino la cuñada del
consejero de los cursos de formación, y es que nadie se va a ir de rositas donde algo se imputa, por eso en el pie de la foto nos revela que cuando menos se
encuentra hasta las trancas, pero de millones que faltan, a falta la comprobación de mayor cantidad en los tribunales, donde como
lo de la Encarnación y el PGOU, tienen en la sentencia según el Supremo de Andalucía.
Y ahora este desayuno, por san Andrés el que murió en las aspas de una X, para despejar la incognita en el que por lo visto no se trata de la puerta, que quiera Dios se abra, pero quien quita que sea una “salida”. En esa estamos.
Y ahora este desayuno, por san Andrés el que murió en las aspas de una X, para despejar la incognita en el que por lo visto no se trata de la puerta, que quiera Dios se abra, pero quien quita que sea una “salida”. En esa estamos.
Sevilla a 30 de Noviembre de 2014
Francisco Rodriguez Estevez
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