domingo, 30 de noviembre de 2014

En esa estamos

Ni me puedo imaginar cómo sería la instantánea que recogería los medios con lo de la puerta, en comparación a esta que contemplo a nuestro alcalde en lo del Barranco, asido a tirador, en momento inaugural, tal como el doctor hizo, cuando bromeando con la manguera del puesto de pescado, nos mostró su imagen más simpática rodeado de palmeros placeros. Que divertido.

El alcalde bromea en una visita al mercado de La Encarnación. | Jesús Morón
Trato de recordar a todos los responsables públicos concerniente a Consumo y Mercados, y es de temer que algo tuviera que ver entre estos y sus lasa conductas, o cuando menos desacertadas. Hoy me desayuno con lo de la petición del parque infantil, y la ampliación de la noticia, malo, lo que hace comprensible que se resistiera a pedir al concesionario nada que pudiera ser susceptible de malentendidos futuros como podría ser la instalación de la puerta en lo de la Encarnación, mas convendría saber que esta no debería de pedirse cuando se trata de hacer cumplir una exigencia que procede de la Ley, y esto no sería más que una legal reclamación, un acto de obligado cumplimiento en la responsabilidad para llevar a cabo una gobernanza sin sombras. ¡Una puerta!
Viene la mufa de lejos, se diría que de cuando aquella delegada me dijo que, para que no me quedara duda alguna, nada menos que vaticinó que se iba a hacer en la Encarnación un mercado de cine, no tuvo ni tiempo, ni tampoco tuvo suerte la Encarnación con ella.
En cuanto apareció aquel que por cercano gustaba mezclarse en los callejones de la provisionalidad, mostrando unos deseos vehementes de atender a los palmeros, parecía que sí, pero no,  pues este asunto estaba en manos de la “valerosa”, y a él le cogió de  lleno el “chocito”.
La cosa está en que parece que no hay quien se libre, y no quedará títere con cabeza, pues lo de mercasevilla salpica al siguiente, a pesar de la distancia en el tiempo, y a la que le siguió, que siendo irresponsable cuando la puerta giratoria la hizo responsable de la energía, y justamente sin enfriar el sillón donde falta la puerta, y sostenibilidad, no solo faltaba el sentido común, si no que se omitieron las fotovoltaicas, nada menos que con su más que probable visto bueno. ¡Gensanta!
A todo esto, otra que llega, y a lo de la Encarnación vino la cuñada del consejero de los cursos de formación, y es que nadie se va a ir de rositas donde algo se imputa, por eso en el pie de la foto nos revela que cuando menos se encuentra hasta las trancas, pero de millones que faltan, a falta la comprobación de mayor cantidad en  los tribunales, donde como lo de la Encarnación y el PGOU, tienen en la sentencia según el Supremo de Andalucía.
Y ahora este desayuno, por san Andrés el que murió en las aspas de una X, para despejar la incognita en el que por lo visto no se trata de la puerta, que quiera Dios se abra, pero quien quita que sea una “salida”. En esa estamos.
Sevilla a 30 de Noviembre de 2014

Francisco Rodriguez Estevez 

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